Únicamente se está permitiendo el acceso para recoger medicinas o para alimentar ganado
> Fotos: Adrián Martín
Pese a estar en pleno ecuador del mes de agosto, cuando El Rebollar se llena con las personas que residen en otros lugares de España y Francia que regresan a pasar las vacaciones a sus lugares de origen, las calles de El Payo permanecían muy a su pesar vacías en la mañana del sábado, tras el desalojo de sus vecinos decretado durante la tarde del viernes ante el incendio iniciado a última hora de la mañana.
En este sentido, la Guardia Civil se está encargando de que nadie entre en la localidad, permitiendo únicamente alguna salvedad, como personas que precisan medicinas que tienen en sus domicilios, o que tienen que alimentar a ganado situado en parcelas de la localidad (por el momento permanece cortada la carretera que une de forma directa El Payo con Extremadura).
Al estar vacía la localidad, el puesto de mando del incendio se ha situado en un extremo del núcleo urbano, contándose con efectivos de extinción tanto de la Junta de Castilla y León como de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que entre sus tareas se está encargando de refrescar la zona para evitar que las llamas puedan afectar en cualquier caso al núcleo urbano.
A última hora de la mañana del sábado, las llamas continuaban alejadas del mismo (la Junta anunció en la noche del viernes que el núcleo urbano estaba “completamente seguro”), pero, según señalaron responsables de la extinción a Ciudad Rodrigo Al Día, se está a la espera de ver qué ocurre con una tormenta seca prevista para la tarde del sábado, ya que el viento generado puede provocar algún cambio radical de dirección de las llamas. Ante ello, el pueblo continuará desalojado en las próximas horas.