Abuelos y nietos han participado en el adecentamiento de espacios públicos en una jornada que ha culminado con la inauguración de una placa y una comida popular
La localidad de Juzbado ha vuelto a dar un ejemplo de compromiso cívico y unión intergeneracional con la celebración del Día Internacional de los Abuelos. Por sexto año consecutivo, la Asociación de Mayores del municipio organizó una jornada de convivencia y trabajo comunitario que reunió a medio centenar de vecinos de todas las edades.
Abuelos y nietos trabajaron codo con codo, demostrando una vez más la implicación de toda la comunidad con el cuidado y la mejora de sus espacios públicos. El entusiasmo y el esfuerzo colectivo fueron los protagonistas de una mañana intensa y productiva.
La jornada se centró en varias tareas clave para el mantenimiento y embellecimiento del pueblo. Gracias a la colaboración de los voluntarios, se llevaron a cabo importantes actuaciones que refuerzan el atractivo de Juzbado. Los trabajos realizados incluyeron:
El éxito de la convocatoria fue posible gracias al gran poder de movilización de la Asociación de Mayores, que contó con el indispensable apoyo logístico del Ayuntamiento de Juzbado. La colaboración se materializó a través de la Oficina de Desarrollo y la participación activa de los trabajadores municipales, en lo que desde el municipio se describe como "un buen ejemplo de gobernanza y comunión entre vecinos".
Como reconocimiento a esta labor continuada, se inauguró una placa conmemorativa del Día de los Abuelos, que rinde homenaje a la contribución de estas jornadas de trabajo vecinal al bien común de Juzbado.
Según Tino, presidente de la Asociación, “el buen discurrir del día es fruto del apoyo de todos los vecinos que ojalá se perpetúe en el tiempo”.
Tras el intenso trabajo matutino, el encuentro vecinal culminó con una gran comida de hermandad. El cocinero Mariano Rodríguez, conocido por todos como Nano, preparó una chanfaina que degustaron casi un centenar de personas en el salón de actos del ayuntamiento, poniendo el broche de oro a una jornada de esfuerzo compartido y celebración comunitaria.