Viernes, 05 de diciembre de 2025
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A prisión un hombre tras robar en un bar de Capuchinos y amenazar a la Policía con una navaja
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robó 135 euros en un local de este barrio salmantino

A prisión un hombre tras robar en un bar de Capuchinos y amenazar a la Policía con una navaja

Actualizado 28/07/2025 13:28

Los agentes se vieron obligados a utilizar su inmovilizador eléctrico para reducir al agresor, que se resistió violentamente a la detención tras una persecución por varias calles de la ciudad

Un hombre ha sido detenido y posteriormente enviado a prisión por orden judicial tras cometer un robo con intimidación en un establecimiento de hostelería del barrio de Capuchinos, en Salamanca. El individuo, que sustrajo el dinero de la caja tras amenazar al propietario con una navaja, se enfrentó de forma violenta a los agentes de la Policía Nacional que acudieron a detenerle.

Los hechos, que han culminado con el ingreso en prisión del detenido, se le imputan por un presunto delito contra el patrimonio (robo con violencia), un delito contra el orden público (resistencia y atentado a la autoridad) y un delito contra la libertad.

El robo y la rápida respuesta policial

La intervención se inició tras una llamada de alerta a la Comisaría de la Policía Nacional. El propietario de un bar de la zona de Capuchinos informó haber sido víctima de un robo violento. Según su testimonio, un varón había accedido tras la barra y, esgrimiendo una navaja, le había obligado a entregarle el dinero en efectivo.

La víctima aportó una descripción física y de vestimenta muy detallada del autor, así como la dirección que había tomado en su huida. Inmediatamente, varias patrullas se desplazaron al lugar. Mientras unos agentes atendían al propietario del local, otros iniciaron una batida por las inmediaciones.

Una persecución y una detención de alto riesgo

Poco después, una de las patrullas localizó a un individuo que coincidía plenamente con la descripción facilitada. Al percatarse de la presencia policial, el sospechoso emprendió la huida a la carrera, dando inicio a una persecución a pie por varias calles de la ciudad.

Los agentes le dieron el alto de viva voz en numerosas ocasiones, pero el hombre hizo caso omiso a las órdenes. Una vez alcanzado, lejos de deponer su actitud, se enfrentó a los policías blandiendo una navaja abierta con una clara intención de agredirles para evitar su detención.

Con la llegada de más patrullas de refuerzo, los agentes consiguieron acorralar al agresor, cortándole todas las vías de escape. A pesar de estar rodeado y recibir órdenes claras y reiteradas para que arrojara el arma, el hombre continuó con su comportamiento amenazante, llegando a acometer contra los funcionarios.

Ante la negativa persistente del individuo a colaborar y el riesgo inminente para la integridad de los agentes, uno de ellos extrajo su dispositivo inmovilizador eléctrico de dotación. Tras una última advertencia que fue nuevamente ignorada, el policía hizo uso del dispositivo para neutralizar al agresor.

Recuperación del botín e ingreso en prisión

La descarga eléctrica permitió inmovilizar al varón de forma segura, procediendo a su desarme y detención. Los agentes recuperaron tanto la navaja utilizada en el atraco como los 135 euros que habían sido sustraídos del bar.

Tras ser trasladado a dependencias policiales y una vez finalizados todos los trámites, el detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia. La autoridad judicial, a la vista de la gravedad de los hechos, decretó su inmediato ingreso en prisión.