En la primera mitad de 2025, los mercados de divisas (Forex) han mostrado una volatilidad extrema, impulsada por una combinación de factores económicos, geopolíticos y de política monetaria. Desde tensiones comerciales y movimientos en los bancos centrales, hasta turbos en los precios de materias primas y reacciones de los inversores, todo ha contribuido a movimientos bruscos en pares clave como EUR/USD, USD/JPY y GBP/USD. A continuación, analizamos las causas principales y sus implicaciones para traders, empresas y economistas.
En abril, EE.?UU. impuso una ola repentina de aranceles sobre una amplia gama de importaciones, lo que provocó un desplome en los mercados accionarios globales Este shock fue un catalizador de riesgo que desató ventas masivas en acciones, pero también activó un vuelo hacia activos considerados más seguros, como el dólar estadounidense y el franco suizo. Este cambio abrupto fue crucial para poner en marcha la volatilidad en Forex.
Sin embargo, a medida que EE.?UU. suavizó los aranceles y firmó acuerdos bilaterales con Japón y la UE, el apetito por riesgo regresó y disparó recuperaciones significativas en divisas como el euro y el yen. Los traders que, semanas antes se refugiaban en el dólar, comenzaron a cerrar posiciones largas y abrir apuestas en divisas de riesgo.
La divergencia entre la Reserva Federal y el Banco Central Europeo ha sido un factor central de la volatilidad reciente. Mientras el BCE ha aplicado recortes agresivos, bajando tipos hasta el 2?%, la FED ha mantenido los suyos en torno a 4.254.5%, optando por prudencia
Este desfase ha llevado a movimientos atípicos en EUR/USD: el euro se ha fortalecido a pesar de la caída de tipos en Europa, porque los recortes reflejan una reducción en riesgos y una economía más frágil, lo que favorece flujos hacia activos de renta variable en zona euro
Por su parte, el dólar ha tenido breves repuntes apoyado en datos firmes de EE.?UU. y en proyecciones de que la FED mantendrá su postura restrictiva al menos hasta septiembre.
Los precios del petróleo y otras materias primas han estado en alza, impulsados por una mezcla de recortes de producción, tensiones en Oriente Medio y una demanda global aún sólida. Estos movimientos han impactado divisas de economías exportadoras de commodities, como el dólar australiano (AUD), que alcanza máximos de ocho meses, y el dólar canadiense (CAD), ambos muy sensibles al precio del crudo
Estas alteraciones alimentan la volatilidad en el mercado de divisas y obligan a ajustar estrategias de carry trade y cobertura.
Con un crecimiento global proyectado cerca del 2.9?–?3.0?% para 2025, según la OCDE, FMI y EY, la actividad económica muestra señales de desaceleración, especialmente en EE.?UU., China y Canadá Este panorama ha aumentado la sensibilidad del mercado a datos macro como el PIB, nóminas no agrícolas (NFP), IPC y decisiones de bancos centrales.
Estas publicaciones se han convertido en momentos de alta volatilidad en Forex, ya que redefinen expectativas sobre tasas de interés y mejoras económicas.
La reducción gradual del papel del dólar como divisa de reserva —un fenómeno conocido como dedolarización— ha incrementado la incertidumbre sobre la estabilidad del USD Países como China y Rusia diversifican reservas hacia yuanes, euros y otras monedas, lo que genera presiones sobre el dólar y fomenta la rotación de capitales hacia monedas alternativas.
Este cambio, aun si es gradual, añade una capa adicional de volatilidad al mercado Forex.
Con alta liquidez y volatilidad, los traders han usado diversas estrategias:
Estas tácticas están amplificando los movimientos en los precios de divisas, al activar órdenes de stop-loss, rupturas técnicas y flujos de intervención algorítmicos.
Como señala IG, la volatilidad al alza puede ofrecer grandes oportunidades de ganancia, pero también expone a riesgos significativos si no se gestiona adecuadamente. En Forex, la volatilidad es la fuerza motriz del trading —sin movimientos bruscos no habría oportunidad—, pero los incrementos repentinos también pueden causar pérdidas rápidas.
Esta dualidad ha llevado a muchos traders, institucionales y minoristas, a ajustar sus modelos de riesgo y liquidez.
Los analistas observan rupturas y patrones técnicos como triggers para nuevas entradas o cierre de posiciones.
La volatilidad no se ha disipado. Los riesgos incluyen:
La fragilidad es máxima, especialmente en economías altamente integradas y vulnerables al comercio global.
Los recientes desarrollos económicos han convertido a Forex en un terreno extremadamente volátil:
Para traders profesionales y operadores institucionales, el panorama significa gestionar riesgos y detectar oportunidades en tiempo real. Para empresas con exposición internacional, implica revisar estrategias de cobertura y preparar resiliencia.
En este entorno, quien opera Forex debe combinar:
Porque si algo ha demostrado este primer semestre, es que el mercado de Forex—el más grande del mundo, con $7.5?billones diarios de transacciones—puede cambiar de rumbo en cuestión de minutos. En la tormenta actual, estar preparado no es una opción: es condición de supervivencia.