El obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Monseñor José Luis Retana presidió los actos que congregaron este viernes a fieles de las doce parroquias de la comarca en una jornada de peregrinación y comunión enmarcada en el Año Santo de la Esperanza
La localidad de Vilvestre se convirtió ayer viernes, 18 de julio, en el corazón espiritual del Arciprestazgo de la Ribera al acoger su solemne encuentro jubilar. Fieles procedentes de toda la comarca se dieron cita en una jornada de profunda fe y peregrinación, enmarcada dentro de las celebraciones del Año Santo de la Esperanza.
Los distintos actos religiosos fueron oficiados por el obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Monseñor José Luis Retana, quien estuvo acompañado en todo momento por el Vicario de Pastoral, Antonio Risueño; el arcipreste de La Ribera, Jean Cloud; y el párroco local, Miguel Ángel García, anfitrión del evento.
La jornada dio comienzo en el emblemático y panorámico entorno de la ermita de la Virgen del Castillo. Allí, los asistentes participaron en una oración y meditación dirigida personalmente por el obispo Retana, un momento de recogimiento que preparó el espíritu de los peregrinos.
A continuación, se celebró una celebración penitencial que ofreció a los fieles la oportunidad de recibir el sacramento de la confesión, un pilar fundamental en la vivencia de este año jubilar.
Posteriormente, los participantes emprendieron una peregrinación en procesión desde la ermita hasta el templo principal de la localidad. Este recorrido, cargado de simbolismo, representó el camino de los 'Peregrinos de la Esperanza', lema del Jubileo 2025, uniendo a la comunidad en un mismo caminar.
El momento culminante del encuentro tuvo lugar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Previo a la misa solemne, los fieles realizaron la renovación de las promesas bautismales, un gesto de reafirmación en la fe de profundo significado espiritual.
La eucaristía, presidida por Monseñor Retana y concelebrada por los sacerdotes presentes, fue el acto central de la tarde, donde el obispo dirigió su homilía a los congregados, reforzando el mensaje de esperanza y comunión del Jubileo.
Este encuentro jubilar fue concebido como un punto de unión y fortalecimiento de los lazos de fe entre todas las comunidades que conforman el Arciprestazgo de la Ribera. La alta participación demostró el éxito de la convocatoria, congregando a vecinos de todas las parroquias implicadas: Mieza, Cerezal de Peñahorcada, Vilvestre, El Milano, Barruecopardo, Valderrodrigo, Barceino, Saucelle, Villasbuenas, Barceo, Saldeana y Barreras.
La jornada concluyó con un ágape fraterno compartido entre todos los presentes, un momento de convivencia que puso el broche de oro a un día histórico para la fe en la comarca de Las Arribes.