‘Arcos y Ecos’, luz sobre la arcilla mudéjar de Nava de Sotrobal

"De luz y de sombras soy... de esto que tengo de arcilla, de esto que tengo de Dios...", son frases de un poema de Gabriel y Galán que en boca de Guadalupe Lancho, y acompañada de la música de fondo, interpretada con por las manos de Jenny Leyva y Juan Francisco Vicente, han dado en la iglesia de Nava de Sotrobal, a los asistentes atónitos, un espectáculo que como dijo alguno -no esperábamos tanto nivel-. Y es que, existe la falsa creencia de que los grandes artistas solo se presentan en los grandes escenarios de los teatros urbanitas, y ¿qué pasa con la población española rural que no tiene acceso a las grandes ciudades? Pues pasa que en el caso de Salamanca, cuenta con un Área de Cultura de Diputación, que unida al ingenio de Javier de Prado (productor y director teatral) y a tres profesionales de altura como Guadalupe Lancho (actriz y cantante), Jenny Leyva (violinista) y Juan Francisco Vicente (clarinetista, pianista y flautista) han dado forma a "Arcos y Ecos", un recital poético que recorriendo las iglesias mudéjares de la Salamanca rural, han dejado en el pasado la idea de que el buen arte no llega a los pueblos.

Pasando por poemas de tan reconocidos poetas y escritores de Salamanca, junto a la tan certera selección de obras de música clásica y música popular, "Arcos y Ecos" lleva a cada público de cada pueblo en solo una hora de duración del espectáculo, por un abanico de emociones (acompañado de abanicos reales moviéndose en el público por el calor) que no hacen otra cosa que mantener la atención permanente del espectador que, a pesar de mantenerse a la expectativa de tanta novedad y asombro, en la mayoría de los casos, como en el caso de Nava de Sotrobal, no deja de crear una conexión con los artistas, que cada día disfrutan más la retroalimentación que engrandece el alma de los presentes en escenario y público, porque el arte no habla de artistas en escenario, y público en sus asientos, sino de una complicidad continua que ensancha los corazones y trasciende las sombras de la mente, dejando a todos desde sus diferentes puestos de portadores y receptores del arte, en un mundo donde el lenguaje es el mismo, y es siempre llenos de luz, pues aunque seamos de arcilla, también tenemos de Dios, sin importar el credo... En resumen, "Arcos y Ecos" seguirá durante todo el mes de julio recorriendo las iglesias mudéjares de Salamanca, llevando el mensaje de que, a pesar de las sombras, también somos luz y que por momentos también podemos sentir que el alma se eleva y nos suspende en algún otro sitio, en donde dejamos de ser arcilla.