El plan busca recuperar el patrimonio cultural, los oficios y las tradiciones para convertirlos en un motor de desarrollo sostenible y cohesión social en Monleras, Juzbado, Villaseco de los Gamitos, Morille y Mogarraz, tomando como modelo el éxito del municipio portugués de Fundão
El corazón tiene razones que la despoblación no entiende. Bajo la premisa de que recordar —del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón— es el primer paso para construir el futuro, cinco municipios salmantinos y uno portugués han unido fuerzas en una iniciativa sin precedentes. El proyecto “RECORDARE: re-sentir la cultura y el patrimonio en el territorio transfronterizo”, presentado este sábado en Juzbado y Monleras, ha nacido con una ambición clara: transformar la memoria compartida de la Raya en un motor de desarrollo sostenible, cohesión social y oportunidades económicas.
Con una inversión total de 1.393.812,42 euros, de los cuales más de un millón proceden de fondos europeos del programa Interreg POCTEP, esta alianza busca tejer una red de colaboración que rescate del olvido los oficios, saberes y tradiciones que un día fueron el alma de sus pueblos. La iniciativa ha sido impulsada por la Asociación de Municipios Ibéricos Almaterra, que agrupa a los ayuntamientos de Monleras, Juzbado, Villaseco de los Gamitos, Morille y Mogarraz, en colaboración con un socio estratégico de probada experiencia: la Câmara Municipal de Fundão, en Portugal.
El acto de presentación, introducido por el concejal de Monleras, Juan Jesús Delgado, ha servido para desgranar las claves de un proyecto que lleva gestándose casi un año. Ángel Delgado, presidente de Almaterra y alcalde de Monleras, ha subrayado la importancia vital de la cooperación. “Los que somos alcaldes sabemos que recurrir a buscar fondos es una de nuestras obligaciones más importantes”, ha afirmado. Para los pueblos pequeños, el acceso a financiación europea es una quimera si se afronta en solitario. “La única opción y la única posibilidad, y la demostración está en que se ha conseguido, es que aliándonos y uniéndonos es posible”, ha sentenciado Delgado, destacando que esta unión es la única vía para ofrecer servicios y oportunidades equiparables a los de las grandes ciudades.
La intervención más esperada ha sido la de Paulo Fernandes, presidente de la Câmara Municipal de Fundão, un municipio que ha convertido su patrimonio en un referente internacional. Con un territorio de 700 kilómetros cuadrados y 60 aldeas, Fundão ha demostrado que es posible ir más allá de la agricultura tradicional. “Somos un territorio agrícola de agricultores y pastores, pero no nos quedamos por ahí”, ha explicado Pereira.
Su modelo se basa en un concepto fundamental: “crear valor, valor con nuestro territorio, crear valor con nuestra cultura, crear valor con nuestro patrimonio”. Un valor que, insiste, debe ser “justo” e “inteligente”, es decir, que permanezca en las comunidades locales. Lo han logrado con marcas propias como la Cereza de Fundão y, sobre todo, con una red de 14 ecomuseos dinámicos. Estos centros no son espacios estáticos, sino lugares donde la artesanía tradicional dialoga con el diseño contemporáneo y donde los visitantes no solo miran, sino que hacen. “El turismo de hoy, el Ferrari del turismo de hoy son las experiencias. No es vender noches, es vender días”, ha aseverado Pereira.
Este enfoque innovador se refleja incluso en su sistema educativo. “En Fundão, todos los niños, a partir de los 6 años, aprenden a programar en la escuela pública. Todos aprenden inteligencia artificial a partir de los 8... pero todos también aprender a hacer queso a partir de los 6 años”, ha relatado, resumiendo su filosofía en una frase: “Así vamos, tradición y innovación”.
El proyecto RE-CORDARE se materializará en la creación de la Red Internacional de Espacios de la Memoria (RIEM). Ángel Martín, técnico de la consultora ZIES, encargada de la gestión del proyecto, ha descrito estos futuros centros como “palacios del pueblo”. No se trata de museos nostálgicos, sino de “infraestructuras sociales de las que nos debemos dotar, recuperar, pensar en ellas, pero mirando al pasado y yendo hacia el futuro”. El objetivo, ha dicho, es “generar comunidad, puntos donde podamos cooperar, ponernos de acuerdo, generar ciudadanía”.
Para ello, entre 2025 y 2026 se ejecutarán seis actuaciones específicas, una en cada municipio socio, que constituirán los nodos de esta red transfronteriza:
RE-CORDARE no se detiene en la rehabilitación de edificios. El proyecto contempla formación en marketing digital para artesanos y hosteleros, la creación de paquetes turísticos internacionales y la organización de eventos conjuntos. Es un esfuerzo integral y coherente que aspira a reavivar el alma cultural de la frontera, demostrando que el patrimonio, cuando se cuida y se comparte, es la semilla más fértil para el futuro del mundo rural.
Nota: intervenciones íntegras en el vídeo de la noticia