La compañía de teatro salmantina 'Lazarillo de Tormes' representó con gran éxito su obra 'Buscando a Nebrija' en el municipio de Sando este viernes, 11 de julio
La tarde de este viernes, 11 de julio, no fue una más en el calendario festivo de Sando. Antes de la esperada verbena, los vecinos y visitantes del municipio tuvieron la oportunidad de sumergirse en la historia y el arte gracias a la representación de la obra "Buscando a Nebrija", a cargo de la aclamada compañía salmantina "Lazarillo de Tormes".
El evento, que formaba parte del programa de fiestas organizado por el Ayuntamiento, sorprendió a todos los presentes por su calidad y dinamismo, convirtiendo una tarde de verano en una experiencia cultural inolvidable.
Demostrando que la cultura no entiende de barreras, el grupo teatral transformó el gimnasio del pueblo en un vibrante escenario. A pesar de no contar con las condiciones de un teatro convencional o de su habitual escenario en iglesias, la compañía desplegó todo su talento, reafirmando su compromiso de llevar las artes escénicas a cada rincón de la Salamanca rural.
La pasión y profesionalidad del elenco, compuesto por seis actores y tres músicos, superó cualquier obstáculo logístico, multiplicando lo que ellos mismos denominan "la magia del teatro" ante un público entregado.
La obra, escrita y dirigida por Denis Rafter por encargo del Área de Cultura de la Diputación de Salamanca, transportó a los espectadores al siglo XVII para explorar la vida y el legado del humanista Elio Antonio de Nebrija. La propuesta escénica destacó por su originalidad, combinando con maestría pasajes históricos con reflexiones actuales.
A través de un guion cargado de bromas, drama, música en directo y una refrescante interacción con el público, en su mayoría joven, la función mantuvo la atención de principio a fin. Los asistentes siguieron con interés cada movimiento y cada nota, participando activamente en la dinámica propuesta por los artistas.
Aunque se trataba de la función número 274 de "Buscando a Nebrija", la compañía "Lazarillo de Tormes" demostró que su carisma y creatividad siguen intactos. La capacidad del grupo para conmover a grandes y pequeños y su amor por difundir el arte se hicieron patentes una vez más.
Al finalizar la representación, una sonora ovación y numerosos halagos por parte del público despidieron a un elenco que lo dio todo sobre el escenario, cerrando así un capítulo cultural brillante en las fiestas de Sando.