Un análisis de la experta Margarita Ruiz Maldonado desvela los secretos de la talla datada en torno a 1930, y que forma pareja con la monumental imagen del camarín del templo.
Este sábado, 12 de julio, las calles aledañas al convento de los PP. Carmelitas Descalzos y la iglesia de Santa María Magdalena serán testigos de la procesión de Nuestra Señora del Carmen. La imagen que saldrá a hombros no es solo un objeto de devoción, sino una notable obra de arte atribuida al escultor catalán Francisco Font y Pons, cuya historia y características han sido detalladas en un informe de la experta Margarita Ruiz Maldonado al que ha tenido acceso este medio de comunicación.
La talla, venerada durante todo el año en la acogedora capilla del convento, es una pieza clave para entender la producción del artista y su estrecha relación con la Orden del Carmen en Salamanca a principios del siglo XX.
La imagen procesional responde a la iconografía carmelita tradicional. La Virgen, representada como una mujer joven y bella, viste el hábito marrón y el manto blanco de la Orden, con bordes dorados y delicados motivos florales. Sobre su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús y con la mano derecha ofrece el escapulario de tela, el signo de protección por excelencia de esta advocación.
Este gesto evoca la aparición de María a San Simón Stock, prior general de la Orden, en Cambridge en el año 1251. Según la tradición, le entregó el escapulario como "un signo especial de gracia" y la promesa de que quien lo portara con devoción "no sufriría el fuego eterno". La figura se alza sobre un globo terráqueo rodeado de nubes, un símbolo de su reinado universal y un recuerdo del origen de la Orden en el Monte Carmelo, Israel.

Aunque no está firmada, el informe de Ruiz Maldonado atribuye con fundamento la autoría de la talla a Francisco Font y Pons (1848-1931) y la data a finales del primer tercio del siglo XX, en torno al año 1930. El tratamiento de los pliegues, la composición general y el estilo del rostro —ovalado, de nariz fina y labios próximos— son característicos de su producción.
Un detalle singular es la figura del Niño Jesús, concebido casi como una pieza independiente. Muestra un cuerpo "hercúleo", con gran libertad de movimiento, piernas cruzadas y brazos abiertos para bendecir mientras también muestra un pequeño escapulario. Su dinamismo, acentuado por el paño que lo cubre, recuerda a las figuras barrocas.
La complejidad del estudio de esta obra radica en que los Carmelitas Descalzos de Salamanca, conocidos popularmente como los de la calle Zamora, poseen dos imágenes de la Virgen del Carmen del mismo autor pero con destinos diferentes.
La imagen que no procesiona, destinada al camarín del altar mayor, sí está firmada y fechada: "Fco. Font / Madrid 1923". Se trata de una talla de proporciones monumentales, con 3,40 metros de altura, que descansa igualmente sobre un globo terráqueo por el que asoman ángeles y querubines. La existencia de esta pieza firmada refuerza la atribución de la imagen procesional al mismo taller, realizada pocos años después para poder salir a las calles de la ciudad.

Francisco Font fue un imaginero prolífico que trabajó extensamente para órdenes religiosas como los carmelitas y los jesuitas. Su legado, presente en el centro y norte de España, incluye también un linaje artístico, pues su hijo, Ricardo Font Estors, fue también escultor, autor del monumento a San Juan de la Cruz en Fontiveros (1928).
La solemne procesión de la Virgen del Carmen tendrá lugar este sábado, 12 de julio, a partir de las 20:45 horas, justo después de la celebración de la misa de las 20:00 horas. Una de las grandes novedades de este año será el estreno de un nuevo y precioso paso de estilo barroco que portará la venerada imagen de Francisco Font por las calles de Salamanca.
El cortejo, que partirá y finalizará en el Convento de los Padres Carmelitas Descalzos, contará con el acompañamiento musical de la banda de música de Alba de Tormes.
El recorrido previsto, que discurrirá por las calles adyacentes al convento, es el siguiente: