Los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística a finales de 2024 revelan la brecha extrema entre los grandes núcleos urbanos y las pequeñas localidades que luchan por su supervivencia en la provincia
La provincia de Salamanca es un territorio de profundos contrastes demográficos. Un análisis detallado de las cifras de población por municipios, publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a cierre de 2024, dibuja un mapa con dos realidades opuestas: la de los grandes núcleos que concentran población y servicios, y la de la 'España vaciada', representada por decenas de pueblos con un censo mínimo.
La brecha es abismal. Entre el municipio más poblado, Salamanca capital con 144.866 habitantes, y el más pequeño, Villasdardo con apenas 22 vecinos, hay una diferencia de 144.844 personas. Estos datos no solo reflejan una fotografía fija, sino que confirman una tendencia estructural de concentración en el alfoz y en las cabeceras de comarca frente a la sangría poblacional del mundo rural.
La mayor parte de la población salmantina se concentra en un reducido número de municipios. La capital y su área metropolitana, junto a las cabeceras comarcales históricas, lideran el ranking de habitantes, actuando como motores económicos y sociales del territorio.
En el extremo opuesto, un grupo de localidades simboliza la lucha diaria contra la despoblación. Con censos que apenas superan la veintena de personas, su existencia es un ejercicio de resiliencia. Según los datos del INE, estos son los cinco municipios con menor número de habitantes:
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