Se dio lectura a un manifiesto en el que se expuso por qué debe continuar la figura del maestro de apoyo en San Francisco
Como ocurre cada día de lunes a viernes durante el curso escolar (salvo en septiembre y junio, cuando las clases acaban una hora antes), la calle Escuelas de Ciudad Rodrigo fue a las 14.00 horas del viernes punto de congregación de alumnos, familiares y profesores, aunque en este caso no con motivo de la finalización de una jornada lectiva en el Colegio San Francisco, sino para reivindicar el mantenimiento de las plazas de maestro de Infantil que la Consejería de Educación quiere suprimir.
A la protesta asistieron cerca de 150 personas, vinculadas la mayoría de ellas tanto al Colegio San Francisco –incluido su Equipo Directivo- como al Colegio Miróbriga (donde se presenta la misma problemática), contándose además con la presencia de miembros de la Corporación Municipal, incluido del Partido Popular, mismo partido que ostenta la citada Consejería a nivel autonómico. En concreto, tomaron parte en la protesta Ramón Sastre, Paola Martín Muñoz, Carmen Lorenzo, Carlos Fernández Chanca y Raquel Enríquez.
En un tramo horario muy caluroso, todos los presentes escucharon atentamente la lectura de un manifiesto por parte de una de las cabezas visibles de la reivindicación, Nuria Rodríguez, quién explicó que el Colegio San Francisco va a pasar de 6 a 4 maestras de Educación Infantil, cuando además las seis maestras de Infantil que ha habido este curso tenían este centro como destino definitivo.
Asimismo remarcó que una de las maestras desplazadas es la tutora que ha tenido este curso uno de los grupos de 1º de Infantil, “lo que supone una ruptura en la evolución emocional y académica de los niños y niñas de ese grupo”, considerando que se evitaría manteniendo la figura de la maestra de apoyo para las 4 clases de Infantil que están previstas.
En el manifiesto se expuso que “no existe ninguna normativa autonómica” en la que figure el criterio esgrimido por la Consejería de que solo hay maestro de apoyo cuando hay 5 o más aulas de Infantil, por lo tanto, “no estamos pidiendo algo que contradiga ninguna ley”, sino “modificar o flexibilizar lo que parece una directriz interna o un acuerdo con los sindicatos”.
De igual modo se remarcó que el criterio de contar con un maestro de apoyo en función del número de aulas “no responde a las necesidades reales de cada centro”, siendo más idóneo tener en cuenta el número de alumnos, ya que no es lo mismo, en un nivel cualquiera de edad, 2 aulas con 12 alumnos que una con 22 (el máximo permitido).
Al respecto, en el manifiesto se indicó que el criterio esgrimido “perjudica especialmente a las zonas rurales frente a los colegios de ciudades o áreas periurbanas” (que sí cuentan con doble línea en todos los cursos), subrayando como “evidente” que un aula con 22 alumnos en un curso de Infantil “necesita un maestro de apoyo, ya sea de un pueblo o de una ciudad”.
En torno al caso del Colegio San Francisco, se puso de manifiesto que los alumnos de 3 años “necesitan a la maestra de apoyo para acompañarlos y sostenerlos”; que los alumnos de 4 años “necesitan continuar con su tutora con la que han empezado a construir un aprendizaje”; y que los alumnos de 5 necesitan una maestra que les ayude en la adquisición de la lectoescritura, “atendiendo a todos los ritmos y necesidades”.
De este modo, se concluyó que en el Colegio San Francisco “queremos mantener a nuestras cinco maestras de Infantil”, solicitando que se modifique el criterio esgrimido por la Junta, o al menos se flexibilice para las zonas rurales, entendiendo que la reversión de la despoblación depende de que no se pierdan recursos públicos, de que “no seamos simples números a la hora de repartir servicios”.