El Zurguén mantiene viva la única hoguera de San Juan que queda en la capital salmantina

La noche del próximo lunes 23 de junio, Salamanca volverá a vivir la magia ancestral de San Juan, y lo hará con una única llama que resiste el paso del tiempo: la hoguera del barrio del Zurguén. Detrás de este esfuerzo por mantener viva la tradición se encuentra la Asociación Amigos de la Hoguera de San Juan, con colaboradores como Milagros Álvarez Hernández, para quien esta celebración es un emotivo legado personal y un faro para toda la ciudad.

Milagros Álvarez, aunque sin un cargo formal, se define como una colaboradora entregada. Su implicación nace de un deseo íntimo: "El ánimo de seguir lo que mi marido fundó", confiesa, refiriéndose a su difunto esposo, Valentín, alma máter de esta iniciativa. La asociación ha asumido la crucial tarea de organizar, en colaboración con el Ayuntamiento de Salamanca, la que se ha erigido como la única hoguera de San Juan en Salamanca capital. Este hecho singular cobra especial relevancia al recordar cómo otras fogatas tradicionales, como las que antaño iluminaban otros barrios de la ciudad, se han extinguido.

Preparativos minuciosos para una noche mágica

La creación de la imponente hoguera es un testimonio del esfuerzo comunitario. "Previamente nos vamos al polígono para pedir leña y palés que las empresas no vayan a necesitar", detalla Milagros sobre la recolección. La logística es considerable, ya que "vamos con un camión y después descargamos en la zona de la hoguera".

Una vez acopiada la madera, la vigilancia es prioritaria. "Estamos pendientes de la hoguera, de que no echen cosas que no se pueden quemar, que desde Medio Ambiente nos tienen dicho lo que no se puede quemar y lo que no", recalca. Las normas son estrictas: "Todo a base de maderas y cartones". Atrás quedaron los tiempos en que "sofás, electrodomésticos y todo lo que no servía en casa se arrojaba a la hoguera para prenderse". Incluso el papel fino se desaconseja por el riesgo de pavesas, aunque se mantiene la costumbre de arrojar papeles con deseos "un poquito antes" de prenderla, siempre bajo supervisión de la organización

El espectáculo se complementa con folclore charro a cargo de Ángel Rufino de Haro 'El Mariquelo' y cohetes, manejados por profesionales: "Hay una persona que tiene el título para poder tirarlos". Además, un muñeco simbólico se coloca en la pira, pero el detalle más conmovedor es el cartel que le acompaña: "Se hace un cartel en memoria de Valentín, de mi hijo y de su amigo David. En memoria de ellos tres, que fueron tres defensores de la hoguera y de mantener viva la tradición, se pone un cartel".

La emoción a flor de piel

Para Milagros, el encendido de la hoguera es un momento de intensa emoción. "Para mí, y para todos los de la asociación, es súper especial porque lo vivimos con mucha emoción, pero para mí todavía más", confiesa, añadiendo: "A mí en ese momento me ves llorar como una Magdalena".

La trascendencia de la hoguera del Zurguén va más allá del barrio. Milagros hace un llamamiento a toda la ciudadanía: "Por supuesto, toda Salamanca está invitada a que venga a ver la hoguera". Insiste en que "es un día especial para todos. No solo para el barrio del Zurguén, es para toda Salamanca". Es una invitación a proteger esta última llama de una tradición que se resiste a desaparecer.

A pocos días de la noche más corta del año, El Zurguén se prepara para ser el epicentro de una tradición que combina el fervor popular con el recuerdo íntimo. La hoguera de San Juan no es solo un espectáculo de fuego, sino un testimonio de la dedicación comunitaria y la memoria viva, invitando a todos los salmantinos a ser partícipes de su luz y su historia el próximo lunes 23 de junio.