Un estudio revela que una persona sola necesita 12.600 euros de ingresos netos anuales y 28.200 de ahorro para comprar un estudio en la capital, frente a los 22.600 euros de sueldo requeridos para alquilarlo
El acceso a la vivienda se ha convertido en una carrera de obstáculos, especialmente para quienes deciden emprender este camino en solitario. Un reciente estudio publicado por el portal inmobiliario Idealista pone cifras a esta realidad, desglosando los requisitos económicos para que una persona sola pueda comprar o alquilar un estudio, la opción habitacional más básica. Si bien a nivel nacional se estima una media de 18.080 euros netos anuales para la compra y 32.000 para el alquiler, la situación en Salamanca presenta sus propias particularidades.
Para aquellos que aspiran a ser propietarios de un estudio en Salamanca capital, el desembolso inicial es un factor determinante. Según el informe, se necesitarían unos ahorros previos de 28.200 euros para cubrir tanto la entrada (generalmente el 20% del valor no financiado) como los gastos e impuestos asociados a la operación (aproximadamente un 10%).
El precio medio de un estudio en la ciudad charra se sitúa en torno a los 94.000 euros. Con estas cifras, la cuota hipotecaria mensual rondaría los 315 euros, siempre sujeta a las condiciones finales del préstamo. Para afrontar esta inversión con solvencia, Idealista recomienda contar con unos ingresos netos mínimos anuales de 12.600 euros.
Si la opción es el alquiler, la barrera de entrada en términos de ahorro desaparece, pero la exigencia de ingresos recurrentes aumenta. La renta mensual media para un estudio en Salamanca capital se establece en 565 euros. En este escenario, los ingresos netos anuales mínimos recomendados para una persona sola ascienden a 22.600 euros, una cifra notablemente superior a la requerida para la compra. Esta diferencia subraya cómo, pese a un menor desembolso inicial, el alquiler exige una mayor capacidad de ingresos mensuales para no superar el umbral del 30% de los ingresos destinado a vivienda.
Ampliando el foco a la provincia de Salamanca en su conjunto, las cifras varían ligeramente. Para la compra de un estudio, el precio medio desciende a los 82.965 euros. Esto implica la necesidad de contar con unos ahorros previos de 24.890 euros.
La cuota hipotecaria mensual estimada para un estudio en la provincia sería de unos 278 euros. En este caso, los ingresos netos mínimos anuales recomendados para hacer frente a la compra se sitúan en 11.120 euros, siendo la opción más accesible en términos de ingresos para la adquisición dentro del territorio salmantino.
En cuanto al alquiler de un estudio en la provincia, la renta mensual media es de 550 euros. Para afrontar este coste, se aconseja que una persona sola disponga de unos ingresos netos mínimos anuales de 22.000 euros, una cifra muy similar a la de la capital para el arrendamiento.
A nivel nacional, el estudio de Idealista refleja que para comprar un estudio se necesitaría una media de 18.080 euros netos anuales y 40.480 euros de ahorros para una vivienda de 134.935 euros. Para alquilarlo, los ingresos se elevan a 32.000 euros netos anuales para una renta media de 800 euros. Estas cifras ponen de manifiesto que, si bien Salamanca presenta umbrales de ingresos para la compra inferiores a la media española, en el alquiler la situación se acerca más a las medias nacionales, especialmente en la capital.
En el extremo opuesto, ciudades como Madrid exigen ingresos de 32.160 euros netos para comprar un estudio, mientras que para alquilarlo en Barcelona se necesitarían 47.000 euros anuales. Por otro lado, Santander es la capital que menos ingresos exige para comprar (9.240 euros) y Ciudad Real para alquilar (16.400 euros).
Para la realización de este informe, el equipo de idealista/data calculó el precio mediano de la tipología estudio (0 habitaciones) tanto en venta como en alquiler en cada mercado analizado. Posteriormente, se calcularon los ingresos necesarios por persona para no superar una tasa de esfuerzo del 30%. En el caso de la venta, también se han estimado los ahorros suficientes para el pago inicial (20% del precio de la vivienda) más otros gastos e impuestos (10% del precio de la vivienda). Para el cálculo de la cuota hipotecaria se ha utilizado el tipo de interés medio publicado por el BCE y un plazo de 30 años. El informe aclara que el bajo volumen de estudios en venta o alquiler durante el primer trimestre ha provocado que en algunos mercados no haya sido posible realizar los cálculos.