El afectado y ASAJA Salamanca denuncian la creciente agresividad de estas aves, que atacan directamente a animales vivos. La organización agraria exige medidas urgentes a las administraciones y la revisión del estatus de protección de los buitres, instando a documentar estos sucesos.
La tranquilidad de una explotación ganadera en La Zarza de Pumareda se vio brutalmente interrumpida una vez más este lunes, 2 de junio. Lo que debería ser un entorno de trabajo y cuidado animal se convirtió en escenario de un nuevo y virulento ataque de buitres, el segundo en menos de un mes en la misma finca, dejando un saldo de tres ovejas muertas y una profunda preocupación en el sector.
El ganadero afectado, Fernando Rodríguez, fue testigo directo de la desgarradora escena. El ataque, que se saldó con la muerte de tres de sus ovejas, ocurrió sobre las 16:00 horas de ayer domingo 1 de junio, poco después de que Rodríguez hubiera realizado su visita rutinaria matinal a los animales. "En cuanto me fui, llegaron los buitres", lamentó el ganadero, subrayando la aparente impunidad con la que actúan estas aves.
Rodríguez describió el suceso como "espectacular" debido a la violencia y rapidez con la que actuaron los "cientos de aves carroñeras". Según su relato, las ovejas se encontraban arrinconadas, "muertas de miedo y sin posibilidad de escapar". La crudeza de la situación le llevó a afirmar que "parecía una carnicería".
El ganadero, visiblemente afectado, explicó que, en su opinión, las aves "están muertas de hambre y se han vuelto extremadamente agresivas. Ya no esperan a que los animales mueran: atacan directamente, sin miedo". Esta afirmación pone de manifiesto un cambio en el comportamiento de los buitres que alarma profundamente a los profesionales del campo.
La intervención de Fernando Rodríguez al regresar a la explotación fue crucial. "Si no llego a aparecer en ese momento, podría haber sido una auténtica catástrofe", advirtió, sugiriendo que el número de bajas podría haber sido mucho mayor.
Ante esta reiterada y preocupante situación, ASAJA Salamanca ha alzado la voz para exigir a las administraciones competentes que "tomen cartas en el asunto y dejen de mirar hacia otro lado ante una problemática que no deja de crecer". La organización agraria considera que el daño económico y emocional que sufren los ganaderos es "inadmisible y requiere una respuesta inmediata".
Además, ASAJA insiste en la necesidad de revisar el estatus de protección de estas aves y establecer protocolos de control eficaces para evitar que se conviertan en un peligro habitual y creciente para la ganadería extensiva, una actividad fundamental en la provincia y, especialmente, en comarcas como Las Arribes.
Desde la organización profesional agraria se ha hecho un llamamiento a todos los ganaderos para que, siempre que sea posible, graben y documenten este tipo de hechos, especialmente antes de que los animales mueran. El objetivo es demostrar fehacientemente que los buitres no solo carroñean, sino que, como en este caso, "atacan directamente a animales vivos".
ASAJA Salamanca reitera su compromiso en la defensa de los profesionales del campo y continuará "exigiendo soluciones reales ante ataques que, como en este caso, demuestran que la convivencia entre la fauna salvaje y la actividad ganadera no siempre está garantizada".