El adjudicatario no pagará alquiler y obtendrá los beneficios íntegros de la venta, asumiendo como única condición el cobro de las entradas a la piscina, cuyos ingresos serán para el Consistorio, que también se hace cargo de los gastos de las piscinas
En un rincón de la provincia de Salamanca, donde el verano se vive con una intensidad particular y las iniciativas locales buscan revitalizar el día a día, surge una propuesta tan singular como atractiva. El Ayuntamiento de Masueco de la Ribera, encabezado por su alcalde, Ventura Jiménez, lanza una oferta poco común: la cesión gratuita del bar de sus piscinas municipales para la temporada estival. Una oportunidad que busca no solo garantizar un servicio esencial para los bañistas, sino también ofrecer una vía de emprendimiento en el corazón de Las Arribes del Duero.
La intención del alcalde es meridiana: "Nosotros queremos que se quede alguien con el bar para que esté abierto. No tenemos interés de dinero ninguno", aclaraba Jiménez, subrayando que la prioridad no es económica, sino de servicio.
La propuesta del Ayuntamiento de Masueco es, cuanto menos, tentadora para cualquier emprendedor o persona que busque una actividad durante los meses de verano. "El bar es gratis", confirmó el alcalde. Esto significa que el adjudicatario no tendrá que abonar ningún tipo de alquiler por el uso de las instalaciones del bar. Una ventaja considerable que elimina una de las barreras de entrada más significativas para iniciar un pequeño negocio hostelero, especialmente de carácter temporal.
Entonces, ¿dónde reside el modelo de negocio para el interesado y cuáles son las contraprestaciones? Ventura Jiménez lo explica con sencillez: el concesionario se hará cargo de sus propios gastos y obtendrá sus beneficios directamente de la venta de productos de hostelería. "Lo que gasten es cosa de ellos". El Ayuntamiento, por tanto, facilita el espacio y la infraestructura básica del bar, y el emprendedor pone el trabajo, los suministros y se lleva las ganancias íntegras de su actividad comercial.
Esta iniciativa no es un capricho, sino una respuesta a una necesidad sentida por la comunidad. "Hombre, porque es necesario tener bar para la piscina, como todos los años ha tenido", argumentó el alcalde, utilizando una expresión coloquial que refleja la importancia de este servicio complementario a la zona de baño. El bar no es solo un lugar donde adquirir un refresco o un aperitivo; es un punto de encuentro, un dinamizador social y un elemento que enriquece la experiencia de quienes acuden a la piscina municipal, un oasis fundamental durante los calurosos veranos de la comarca.
Aunque la cesión del bar es gratuita, existe una condición principal que el futuro gestor deberá asumir, una tarea que, según el alcalde, es habitual en este tipo de acuerdos. "El que se quede con él se tiene que hacer cargo de cobrar las entradas como han hecho todos", explicó Jiménez. "Esa es la única condición que se pone. Pero bueno, eso ya sería hablarlo con quien esté interesado. La única condición que hay es esta, que te tienes que cobrar simplemente las entradas". El dinero recaudado por las entradas a la piscina sería para el Ayuntamiento, que a su vez se encarga de otros costes asociados al recinto acuático, como el socorrista: "El socorrista es cosa del Ayuntamiento", indicó el primer edil, dando a entender que este gasto corre por cuenta municipal.
Para los interesados en esta singular oferta, es crucial conocer el calendario. La temporada de piscinas en Masueco, y por ende la actividad del bar, tiene fechas concretas. "La temporada empieza el día 1 de julio", informó Ventura Jiménez, y concluirá el "31 de agosto". Esto supone dos meses intensos de actividad, julio y agosto, coincidiendo con el periodo de mayor afluencia de visitantes y el disfrute vacacional de los propios vecinos del municipio y de la comarca.
La oferta de Masueco representa una simbiosis interesante. Por un lado, el Ayuntamiento consigue mantener un servicio valorado por sus ciudadanos y visitantes sin incurrir en los costes directos de su gestión diaria. Por otro, se brinda una oportunidad de negocio con una inversión inicial muy reducida, ideal para personas que quieran experimentar en el sector hostelero, estudiantes que busquen un trabajo de verano, o incluso para complementar ingresos familiares durante la época estival. La ausencia de un canon de alquiler permite que el margen de beneficio dependa exclusivamente de la habilidad del gestor para atraer clientela y administrar eficientemente el negocio.
Masueco de la Ribera, como tantos otros municipios del entorno rural salmantino, sabe de la importancia de cada servicio que se mantiene activo. Las piscinas municipales son, en muchos casos, el principal foco de ocio y socialización durante el verano, especialmente para niños y jóvenes, pero también para adultos que buscan un respiro del calor. El bar anexo a estas instalaciones se convierte en un complemento casi indispensable, un lugar que fomenta la permanencia en el recinto y mejora la calidad de la estancia.
La decisión del Ayuntamiento de ofrecerlo gratuitamente con la condición de gestionar el cobro de entradas es una muestra de gestión pragmática y orientada a resultados. Se prioriza el servicio y la dinamización del pueblo por encima de un posible ingreso por alquiler, entendiendo que el beneficio social y comunitario es mayor. Esta fórmula puede ser un ejemplo para otras pequeñas localidades que enfrentan desafíos similares para mantener vivas sus infraestructuras de ocio.
La persona o personas que decidan aceptar este reto se encontrarán con un entorno privilegiado en Las Arribes del Duero, una comarca con un notable atractivo turístico, lo que podría suponer un flujo de clientes no solo locales sino también visitantes. La clave del éxito residirá en una buena gestión, una oferta atractiva de productos y, sobre todo, en la ilusión por sacar adelante un pequeño negocio durante dos meses clave del verano.
El alcalde, Ventura Jiménez, se mostró dispuesto a hablar con los posibles interesados para perfilar los detalles. La propuesta está sobre la mesa: un bar, en un entorno agradable, sin coste de alquiler, durante el pico de la temporada estival. Una oportunidad para emprender, para trabajar y para contribuir a la vida de un pueblo que busca, con iniciativas como esta, seguir ofreciendo lo mejor a sus vecinos y a quienes lo visitan. Masueco espera ahora la respuesta de algún o alguna valiente que quiera tomar las riendas de su bar de la piscina y convertirlo, un verano más, en el epicentro de la vida estival del municipio.