, 07 de diciembre de 2025
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Bienvenido Herrero, tres décadas velando por la limpieza de Salamanca: "La educación de la gente es brutal"
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TESTIMONIO

Bienvenido Herrero, tres décadas velando por la limpieza de Salamanca: "La educación de la gente es brutal"

Actualizado 22/05/2025 17:24

Este operario del servicio municipal de limpieza de Salamanca repasa sus 30 años de trayectoria. Destaca la evolución tecnológica del servicio, valora positivamente el civismo de los salmantinos y subraya que lo más gratificante de su trabajo son las relaciones humanas con compañeros y jefes.

El amanecer apenas despunta sobre las calles de Salamanca cuando Bienvenido Herrero ya está en pie, escoba en mano, listo para comenzar una jornada más. No es una rutina nueva para él; son ya treinta años dedicados a mantener limpias las calles de la ciudad, una labor que ha sido testigo y parte de la transformación de Salamanca. Su figura, familiar para muchos vecinos del Barrio Garrido, encarna la constancia y el servicio público en su forma más esencial.

Tres décadas de servicio polifacético

La historia de Bienvenido Herrero en el servicio de limpieza del Ayuntamiento de Salamanca comenzó de una manera que hoy resultaría insólita, ligada a una tradición familiar. "Mi padre era también empleado de la empresa", recuerda Bienvenido. "Por aquella época, digamos que cuando se jubilaba una persona entraba el hijo de esa persona a ocupar su puesto", revela. Su ingreso no fue inmediato a la plantilla diaria. Primero afrontó un contrato de un año, "lo que duró la jubilación de mi padre", explica, y posteriormente pasó a trabajar los fines de semana y festivos antes de consolidar su puesto actual, siguiendo el sistema de antigüedad a medida que se producían jubilaciones.

Hoy, su rutina es de lunes a viernes, en el turno de mañana, desde las seis de la mañana hasta la una del mediodía. A lo largo de estas tres décadas, Bienvenido ha recorrido múltiples rincones de Salamanca. "Estando en el turno de fin de semana iba donde surgía", comenta sobre sus inicios, donde a menudo le tocaba el centro de la ciudad. Ya en plantilla diaria, ha pasado por varias zonas, trabajando actualmente en la zona del Corte Inglés.

Bienvenido Herrero, tres décadas velando por la limpieza de Salamanca: "La educación de la gente es brutal" | Imagen 1

Su labor no se ha limitado al barrido a pie con el tradicional cepillo y carrito; su experiencia es polifacética. "Estuve una temporada con una baldeadora de aceras, también he estado en el servicio de recogida de cartones, en servicio de noche para hacer el baldeo de noche...", relata, demostrando una versatilidad forjada con los años. Sin embargo, admite que ya lleva "varios años en el servicio de barrido", su especialidad actual.

Salamanca, una ciudad limpia y educada

Cuando Bienvenido Herrero comenzó su andadura, la imagen del barrendero era inseparable del esfuerzo puramente manual. "Yo cuando empecé era todo a mano, a cepillo, cepillo y cepillo", rememora con claridad. La evolución tecnológica en el sector de la limpieza ha sido, en sus palabras, decididamente "espectacular y en beneficio del trabajador". "La verdad que hoy en día no nos podemos quejar porque con tanta maquinaria han mejorado mucho las condiciones", afirma con gratitud. "Hay servicios que antiguamente no había y ahora sí", añade Bienvenido.

Desde su perspectiva privilegiada, recorriendo las calles de Salamanca día tras día, Bienvenido Herrero tiene una opinión clara y positiva sobre el civismo en la ciudad. "Salamanca es una ciudad muy educada", sostiene con firmeza. Observa gestos cotidianos que refuerzan su visión: "La mayoría de la gente que sale con perros, por ejemplo, recoge los excrementos, aunque hay de todo, claro".

Bienvenido Herrero, tres décadas velando por la limpieza de Salamanca: "La educación de la gente es brutal" | Imagen 2

En su zona actual, la valoración es aún más alta: "La educación de la gente en la zona que estoy es brutal", afirma. Este respeto mutuo y la cordialidad son, para él, una constante que facilita y enriquece su trabajo diario. El reconocimiento de Salamanca como una de las ocho ciudades más limpias de España fue una noticia que Bienvenido recibió con una mezcla de sorpresa y profundo orgullo. "La verdad es que no me lo podía creer ", admite. A pesar de las críticas que a veces escuchan –"siempre hay gente que dice, pues es que no hacéis nada, pues es que estáis siempre parados..."–, este tipo de distinciones validan su esfuerzo y el de sus compañeros. "Yo cuando lo leí en la prensa pensé que dentro de lo malo, no somos tan tan malos", comenta con humildad. Sentirse parte de ese logro "te motiva", reconoce.

Anécdotas para escribir un libro, la pandemia y el valor incalculable de un buen equipo

Treinta años dan para muchas historias y anécdotas. Bienvenido Herrero recuerda con una sonrisa algunas situaciones pintorescas, como "gente que te quiere quitar el cepillo" o las interacciones peculiares durante los servicios nocturnos: "Que si aquí no llega la manguera, te retan a ver si les mojas...", comenta con gracia. Son pequeños retazos de una vida dedicada a la calle, donde se encuentra "gente de todo tipo", cada una con su particularidad.

Uno de los periodos más insólitos y desafiantes de su extensa carrera fue, sin duda, la pandemia de COVID-19. Mientras la ciudad se vaciaba y el confinamiento se imponía, Bienvenido fue uno de los pocos que continuó al pie del cañón. "Tuve la suerte, entre comillas, de que en mi zona sólo trabajé yo y otro compañero. Al resto de los compañeros los mandaron a casa".

Bienvenido Herrero, tres décadas velando por la limpieza de Salamanca: "La educación de la gente es brutal" | Imagen 3

La experiencia fue dura y extraña: "Estás en la calle tú solo, como dices, y el miedo sí existe". Sin embargo, la protección proporcionada por la empresa, con mascarillas y desinfección diaria, ayudó a mitigar ese temor. "Íbamos muy protegidos", asegura. La imagen de una Salamanca desierta era impactante: "No era el volumen de gente que estaba acostumbrado a ver como ahora en la actualidad. Estábamos en la calle como 'tontos' y apenas veíamos gente entrar a comprar al supermercado", concluye con una mezcla de resignación y la entereza de quien cumplió con su deber.

Para Bienvenido, que señala el frío en los duros meses de invierno como su principal enemigo, el recuerdo más valioso y el aspecto más gratificante de estas tres décadas son las relaciones humanas forjadas en el trabajo. "Tengo la gran suerte de conocer en la actualidad grandes compañeros y en la actualidad grandes jefes", afirma con una emoción palpable en su voz.

Destaca el trato recibido por sus superiores: "Personalmente a mí me saben tratar como Dios manda, no hay una mala palabra, no hay un mal gesto, si tienes algún inconveniente en el trabajo, se lo pones en conocimiento y te lo intentan resolver en cuanto pueden". Esta camaradería y el respeto mutuo son, para él, un aspecto muy destacable.

Treinta años después, Bienvenido Herrero sigue recorriendo Salamanca con la misma dedicación del primer día. Su labor, discreta pero siempre esencial, es un testimonio de constancia, adaptación y un profundo cariño por la ciudad y sus gentes. Un ejemplo de cómo el trabajo bien hecho, día tras día, contribuye a construir una Salamanca mejor y más limpia para todos sus habitantes y visitantes.

Bienvenido Herrero, tres décadas velando por la limpieza de Salamanca: "La educación de la gente es brutal" | Imagen 4

FOTOS: David Domínguez