Así trabaja el 'ejército de la limpieza' en Salamanca para mantenerla como una de las ciudades más limpias de España

Salamanca, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, no solo deslumbra por su riqueza monumental y su vibrante vida universitaria, sino también por un aspecto que visitantes y salmantinos valoran enormemente: su limpieza. Detrás de esta imagen pulcra se encuentra un complejo engranaje diario gestionado por FCC Medio Ambiente, cuyo jefe de servicio, Tomás del Río Seco, desgrana para Salamanca RTV Al Día los pormenores de una labor esencial que combina tecnología, un amplio equipo humano y la colaboración ciudadana, sin obviar los desafíos persistentes como el vandalismo de las pintadas.

Un engranaje complejo para una ciudad impecable

La misión de mantener Salamanca en un estado óptimo de limpieza abarca un amplio espectro de actuaciones. "Nosotros hacemos lo que es toda la limpieza de viales y también la recogida de todo tipo de residuos, excepto el aceite y la ropa usada", explica del Río. Este servicio fundamental incluye el barrido manual y mecánico de todas las calles, el baldeo con cubas, el uso de hidrolimpiadores y aspiradores tanto para barrer como para limpiar con agua a presión. La limpieza de pintadas es otra de las tareas cruciales, junto con la atención a zonas de especial afluencia como las derivadas del ocio nocturno o el popular rastro dominical.

Además de la limpieza urbana, FCC Medio Ambiente gestiona los cuatro puntos limpios de la ciudad y la planta de clasificación de envases ubicada en Villamayor. Esta visión integral asegura que el ciclo de los residuos se gestione de la manera más eficiente posible. En cuanto a la recogida, se gestionan las cinco fracciones principales: fracción resto, orgánica, papel, envases de plástico y envases de vidrio. Pero el servicio va más allá del contenedor. "Hay diferentes servicios que hacemos puerta a puerta, como el cartón", señala Tomás del Río, un servicio al que los establecimientos comerciales pueden adherirse.

La hostelería también cuenta con un sistema de recogida puerta a puerta para la fracción resto, la orgánica y el vidrio. Este servicio personalizado se extiende a grandes productores de residuos como el Hospital Universitario de Salamanca, Mercasalamanca, residencias de gran tamaño y los mercados municipales, incluyendo el emblemático Mercado Central.

El motor humano y tecnológico: Personal polivalente y maquinaria sostenible

Para llevar a cabo esta ingente labor, FCC Medio Ambiente cuenta en Salamanca con una plantilla de aproximadamente 425 personas. Un aspecto destacable es la polivalencia del personal: "Cualquier persona que trabaje en el servicio de limpieza lo podemos utilizar para cualquier tipo de actuación. No hay alguien específico para cada tipo de trabajo", afirma del Río. Esto es posible gracias a una formación "prácticamente anual" que capacita a los empleados para desempeñar diversas funciones según las necesidades del servicio.

La tecnología juega un papel cada vez más importante, especialmente en términos de sostenibilidad. "Prácticamente, el 80% de nuestra maquinaria es o eléctrica o viene con gas natural comprimido", destaca Tomás del Río. Esta apuesta por vehículos más limpios se traduce en una reducción significativa del ruido y de la contaminación. "Lo hemos notado con el tema del ruido, hacen muchísimo menos ruido y las quejas, pues son menores en ese sentido", añade. De este modo, los beneficios ambientales y la menor contaminación acústica son evidentes, contribuyendo a una "ciudad mucho más sostenible".

Del Río también apunta que la maquinaria moderna es "mucho más efectiva, evidentemente, porque viene con más adelantos y más tecnología", lo que mejora la capacidad de aspiración y la durabilidad de los equipos, a pesar de la "mucha tralla" que reciben al ser utilizadas "todos los días, incluso una o dos veces al día".

Civismo en una ciudad con el principal reto de las pintadas

Preguntado sobre el comportamiento ciudadano, Tomás del Río es claro: "Sí, consideramos Salamanca como una ciudad muy cívica". No obstante, existen puntos de fricción. El ocio nocturno, concentrado en zonas específicas como Varillas o la calle Correhuela, genera trabajo extra, aunque "está muy controlado". El principal quebradero de cabeza, sin embargo, son las pintadas. "Tenemos un problema bastante bastante gordo con el tema del vandalismo", lamenta del Río. Dos equipos de limpieza de pintadas trabajan de lunes a viernes, mañana y tarde, eliminando "cientos y cientos de pintadas todos los días". Ante esta situación, el responsable considera clave que los propietarios de locales o administradores de fincas den el pertinente permiso para efectuar la limpieza de las pintadas.

La concienciación ciudadana sobre la importancia del reciclaje se refleja en las cifras. "El reciclaje ha aumentado", confirma el responsable de FCC. La implantación reciente de la recogida de materia orgánica ya está dando sus frutos, con unas 150 toneladas recogidas al mes, una cifra que "esperamos que sea mucho más grande con estas campañas". Respecto a otras fracciones, "el papel y los envases notamos que año tras año sube y disminuye un poquito la fracción resto. Además, el vidrio se mantiene. Lo más importante es que la gente separa más en sus casas".

El esfuerzo diario tiene su recompensa en el reconocimiento. Salamanca se sitúa como la octava ciudad más limpia de España según encuestas ciudadanas como la de la OCU, un dato que "nos llena de orgullo", admite Tomás del Río. Atribuye este logro tanto a la inversión y directrices del ayuntamiento de la ciudad –"Realmente son ellos los que ponen la cantidad de dinero y nos dicen lo que quieren y nosotros lo que hacemos es gestionarlo lo mejor posible para ofrecer ese servicio"– como a la gestión eficiente de los recursos por parte de FCC. La clave, insiste, es la constancia: "Todos los días llegamos a todas las calles de la ciudad, bien sea con la barredora eléctrica o de forma manual".

Pese a la buena posición, siempre hay margen de mejora. Para alcanzar el pódium, del Río identifica las pintadas como un área crítica. Otros aspectos como los chicles incrustados, la gestión de la hierba en alcorques y solares, o la recogida de la hoja en otoño, son también focos de atención. "Intentamos hacerlo lo mejor posible y creo que vamos mejorando cada día", expresa con optimismo, confiando en la dedicación de su equipo para mantener el alto estándar de limpieza que caracteriza a Salamanca.