El primer incidente tuvo lugar el pasado 1 de mayo, cuando un lobo acabó con la vida de 5 ovejas en una explotación ganadera local. Días después, un segundo ataque se saldó con otras 4 ovejas muertas y 2 más heridas por mordeduras, agravando la situación para el ganadero afectado.
La explotación afectada se dedica a la cría de una raza autóctona de ovejas en peligro de extinción, lo que añade una capa de gravedad a los sucesos. El ganadero ha manifestado su creciente inquietud ante la reiteración de los ataques.
“La continuidad de nuestra actividad se ve seriamente amenazada”, señaló el afectado, según recoge ASAJA, destacando el impacto negativo sobre el bienestar del ganado y el futuro de la raza. La viabilidad económica de la explotación también está en juego.
“Cada animal perdido representa una pérdida significativa, no solo económicamente, sino en la preservación de nuestra tradición ganadera. Es insostenible seguir así”, añadió el ganadero, reflejando la desesperación ante la falta de soluciones.
ASAJA exige medidas urgentes
ASAJA Salamanca ha expresado su "profunda preocupación" y reitera su firme denuncia contra estos ataques. La organización agraria considera que estos incidentes refuerzan la creciente alarma en el sector ganadero provincial.
La organización agraria exige medidas urgentes para proteger a los ganaderos y sus explotaciones, señalando que los ataques de lobo se están convirtiendo en una "amenaza constante" para agricultores y ganaderos, quienes se sienten indefensos.
El sector ganadero, clave para la economía de Salamanca, sigue reclamando el apoyo de las administraciones para garantizar la seguridad de los animales y la viabilidad de las explotaciones. ASAJA reafirma su compromiso y anuncia que continuará luchando por los derechos del sector.












