El presidente de la Junta de Castilla y León visita la Basílica de la Anunciación y agradece a la comunidad carmelita y a la villa su labor en la conservación del sepulcro
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, visitó Alba de Tormes con motivo de la veneración pública del sepulcro de Santa Teresa de Jesús, una ocasión histórica. Durante su intervención, el presidente subrayó el carácter excepcional de este momento, al tratarse de “la cuarta vez que se produce a lo largo de todos estos siglos” la apertura del sepulcro de la Santa.
Fernández Mañueco ensalzó la figura de Santa Teresa como “una mujer adelantada a su tiempo”, y destacó que su ejemplo de vida, su obra literaria y su espiritualidad “me ha marcado”, dijo, “con muchísima humildad”.
El presidente quiso reconocer públicamente el papel de la comunidad carmelita y del municipio: “Quiero agradecer profundamente a la comunidad Carmelita y a la villa de Alba de Tormes cómo han cuidado, cómo han mimado con tanto cariño a lo largo de todos estos siglos” el cuerpo de la Santa y su legado espiritual.
Asimismo, recordó la huella que dejó Teresa de Jesús no solo en Alba de Tormes o en su ciudad natal, Ávila, sino también en otras localidades de la comunidad autónoma como Segovia, Medina del Campo, Salamanca, Burgos o Soria, entre otras.
En su intervención, Mañueco extendió su mensaje más allá de lo confesional: “Quiero testimoniar, en nombre de todas las personas de Castilla y León, creyentes o no creyentes, y por qué no decirlo, también en nombre de todos los españoles, lo que nos ha marcado Santa Teresa”.
Finalmente, resaltó la dimensión universal de su figura al recordar que fue la primera mujer en ser proclamada Doctora de la Iglesia en 1970, junto a Santa Catalina de Siena, y expresó su deseo de que “no tardando mucho tengamos visitas importantes aquí en Alba de Tormes”.