Los romeros de Lumbrales y sus burras culminan su ruta a la ermita del Cristo de Cabrera
Simón, Miguel y Felipe, acompañados de tres asnas, han realizado un camino de 114 kiómetros por el campo charro en cuatro etapas
Tal y como estaba planeado, Simón Miguel, su hijo Miguel Francisco Miguel y su amigo Felipe Méndez han llegado al mediodía de hoy a la ermita del Cristo de Cabrera, una vez recorridos 114 kilómetros desde Lumbrales al paraje del templo del Cristo en Las Veguillas.
En este camino a pie han tenido la compañia de tres burras, rememorando así la pequeña hazaña de tres hermanos soldados en la guerra civil, que para celebrar su regreso a casa sanos y salvos, relizaron una romería con burros hasta el santuario de la Virgen de la Peña de Francia -un camino que los tres lumbralenses hicieron, con éxito, el año pasado-.
La ruta de este año también se ha realizado satisfactoriamente, según lo planeado: cuatro etapas por fincas con toros, caminos y carreteras del Campo Charro, en las que han disfrutado de un agradable clima primaveral.
Los caminantes salieron de Lumbrales el pasado lunes a las 9,30 horas, y recorrieron 27 kilómetros hasta la finca de El Corcho, (entre Bañobárez y Fuenteliante) donde pernoctaron en una casa de campo. La siguiente noche durmieron en una tienda de campaña junto a la ermita del Cristo de la Laguna, donde llegaron tras caminar más de 40 kilómetros por fincas del campo charro como Paradinas y Castraz. "La noche siguiente un señor muy amable, que se cruzó con nosotros en la carretera, nos ofreció una finca cerrada, junto a su casa, para meter a las burras y montar la tienda y compartió la cena con nosotros" relata Felipe Méndez.
Hoy jueves, 8 de mayo, a las 14:15 horas y con 114 kilometros recorridos, caminantes y asnas llegaban a la ermita del Cristo de Cabrera, terminando "satisfactoriamente" la ruta, una romería que ha despertado la curiosidad de los conductores y viajeros de los vehículos con los que se han cruzado en el camino, que paraban en la carretera para hacerles fotos y para preguntarles por su destino y el objeto de su caminar.
