Plan de la Raya, una promesa con más de 3 años de retraso

Esta semana el Presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se ha hecho la ruta de Las Arribes para prometer en Barruecopardo (el jueves) y en Hinojosa de Duero (el sábado) que va a poner en marcha un plan dinamizador para La Raya fronteriza de Salamanca y Zamora con Portugal. Es decir, para hacer la misma promesa que ya hizo en febrero de 2022 en Vitigudino, Ciudad Rodrigo y Zamora en la última campaña electoral autonómica.

Pero es más, es que hace un año, en junio de 2024, Mañueco prometía en las Cortes autonómicas en el Debate de Política General de la Comunidad que el Plan de La Raya estaría aprobado antes de finalizar el año. Pero el 2024 se acabó y el Plan siguió, una vez más, sin estar aprobado, como ya pasó en 2023, como ya pasó en 2022. Ahora la Junta dice que lo aprobará en las próximas semanas, tras más de 3 años desde que se prometió, y esperemos que ya en 2025 sí vaya la vencida, aunque solo sea por aquello de que en unos meses habrá nuevas elecciones autonómicas y Mañueco querrá vender ese Plan en la campaña.

Por otro lado, y aunque lleva más de tres años vendiéndolo una y otra vez aunque sin ejecutarlo, la idea de un Plan para La Raya no es una idea original de Mañueco o la Junta, sino que supone recoger el guante de una petición que había planteado previamente Unión del Pueblo Leonés (UPL) en las Cortes, formación que esta semana tras volver a prometerlo Mañueco en Barruecopardo, le pidió que “deje de prometer una y otra vez el plan de La Raya y lo lleve a cabo de una vez por todas”.

Y es que los leonesistas le señalaban que “prometiéndolo una y otra vez en diferentes lugares lo único que va a conseguir son titulares vacíos en prensa que no tienen un reflejo en la realidad si no destina fondos al plan y lo ejecuta”, recordándole la grave situación socioeconómica de La Raya, que sufre una grave despoblación y envejecimiento, que exigen “pasar de una vez de las promesas a los hechos”.

Desde luego, oportunidades para acelerar su ejecución no le han faltado al PP, que ya en el año 2021 rechazó la enmienda a los Presupuestos planteada por UPL para crear un Plan de La Raya. Eso sí, rechazó esa enmienda pero unos meses después en campaña electoral Mañueco cogió esa propuesta y la vendió como propia en febrero de 2022.

Sin embargo, pese a prometerlo Mañueco, la Junta no lo incluyó en los siguientes Presupuestos, lo que le valió que UPL presentase nuevamente una enmienda presupuestaria reclamando una partida para que se pudiese ejecutar el Plan de La Raya. Pero la enmienda no convenció a los de Mañueco, y cuando en diciembre de 2022 el pleno de las Cortes debatió y votó las enmiendas a los Presupuestos para 2023, la del Plan de la Raya planteada por los leonesistas fue rechazada por el voto en contra de PP y VOX y la abstención del PSOE, quedando así el Plan de La Raya fuera de los Presupuestos autonómicos un año más.

Poco después, en febrero de 2023, también en las Cortes autonómicas, UPL registraba una Proposición No de Ley a la Comisión de Economía y Hacienda, mediante la cual instaban a la Junta a impulsar a la mayor brevedad el Plan de La Raya e implementar “una línea especial de ayudas a empresas, así como de fomento de la inversión, en aquellos municipios de Zamora y Salamanca que se ubiquen a menos de 50 kilómetros de la frontera con Portugal”.

Sin embargo, la Mesa de dicha Comisión de las Cortes, presidida por el PP, ha mantenido paralizada dicha iniciativa de UPL pese a haber transcurrido más de 2 años desde su registro y haber insistido posteriormente los leonesistas en que se lleve a debate y votación, al haberse sobrepasado el plazo máximo de tiempo que fija el artículo 42.4 del Reglamento de las Cortes para llevar a debate y votación una iniciativa registrada. Pero la Mesa de dicha Comisión ha hecho caso omiso de la petición leonesista que advertía del incumplimiento del Reglamento en este aspecto impidiendo el debate y votación de esta Proposición No de Ley. Y es que parece que tocaba esperar a que Mañueco lo volviese a prometer y que el PP se pueda finalmente apuntar el tanto como idea suya aunque la haya tomado de otros.

En todo caso, es lamentable que pese a haberlo prometido hace más de 3 años, se haya querido demorar una y otra vez por parte de los populares la aprobación y ejecución del Plan de La Raya por meros intereses partidistas, retrasándolo con el único objetivo de que se apruebe a pocos meses vista de la campaña de las próximas elecciones autonómicas, y que en ella Mañueco y el PP puedan vender la aprobación de un Plan (que veremos hasta qué punto busca solventar los problemas de la zona) que han venido retrasando conscientemente por interés electoral.

Y mientras tanto, la situación socioeconómica de La Raya es cada vez más crítica, con cada vez menos juventud y falta de relevo generacional, con la peor tasa de actividad económica de Europa, y entretanto hay quien se permite demorar la implementación de posibles soluciones porque las siglas y el interés partidista están por encima del interés social de una zona que, tomando los datos conjuntos de la Raya de Salamanca y Zamora, en cuatro décadas ha pasado de 85.000 habitantes a 40.000 habitantes, quedándose con una densidad de población de 5 habitantes por kilómetro cuadrado. Las soluciones deberían estar por encima de los sillones.