, 07 de diciembre de 2025
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"Hemos abandonado el mundo analógico y no estamos preparados para una digitalización al 100%"
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según avisa aesco en la SER

"Hemos abandonado el mundo analógico y no estamos preparados para una digitalización al 100%"

Actualizado 29/04/2025 09:02

Antonio Flórez, secretario de la Asociación de Empresarios del Comercio de Salamanca, analiza en Radio Salamanca las consecuencias del apagón

El apagón digital que sacudió Salamanca durante el Lunes de Aguas dejó al descubierto las vulnerabilidades de un sistema económico cada vez más dependiente de la tecnología. Comercios cerrados, restaurantes sin poder servir comidas, datáfonos inutilizados y clientes frustrados dibujaron un escenario que muchos califican como "caótico" en una jornada tradicionalmente festiva y de alto consumo para la ciudad.

La interrupción del suministro eléctrico paralizó la actividad comercial en gran parte de la ciudad, obligando a numerosos establecimientos a bajar sus persianas prematuramente. "Económicamente nos está perjudicando total. No hay Internet, no hay tarjeta, no hay datáfono. La clientela se va porque no podemos ofrecer ningún tipo de comida ni bebida", explicaba con frustración uno de los comerciantes afectados, evidenciando el impacto inmediato en los negocios locales.

Antonio Flórez, secretario de AESCO (Asociación de Empresarios del Comercio de Salamanca), analizó para Radio Salamanca, en el informativo matinal presentado por Jesús Martín Inés, las consecuencias de este incidente, calificándolo como un momento "de difícil recuperación y de difícil valoración". Según Flórez, lo ocurrido debe llevarnos a una profunda reflexión sobre nuestra preparación ante los desafíos que plantea la transición digital: "Esta transición tanto energética como de transacciones a las que nos están llevando y que, visto lo visto, no estamos preparados para afrontar al menos de un modo completo".

"No tenemos cómo seguir trabajando sin energía eléctrica"

El apagón no solo afectó a la hostelería, sino que paralizó prácticamente toda la actividad comercial en una jornada que, paradójicamente, suele ser de gran actividad económica por coincidir con la tradicional celebración del Lunes de Aguas. Los establecimientos dedicados a productos perecederos fueron especialmente vulnerables, como señalaba otro de los afectados: "No tenemos cómo seguir trabajando sin energía eléctrica para poder mover los jamones, la electricidad, la conservación".

La incidencia puso de manifiesto la extrema dependencia del comercio actual respecto a los sistemas digitales de pago. "Hemos abandonado el mundo analógico", reflexiona Flores, "no voy yo a ponerme ahora en contra de la digitalización, pero lo hemos abandonado por completo, y hay muchos aspectos económicos y mercantiles que no están aún preparados para una digitalización al 100 por 100".

Esta situación plantea interrogantes sobre la necesidad de mantener sistemas alternativos o de respaldo que permitan continuar con la actividad comercial en situaciones excepcionales. La ausencia de efectivo en muchos consumidores, acostumbrados ya a pagar exclusivamente con tarjeta o mediante aplicaciones móviles, agravó la situación, imposibilitando cualquier tipo de transacción comercial.

"Necesitamos reflexionar para estar mejor preparados"

El secretario de AESCO reconoce que resulta "muy fácil analizarlo después de lo que ha pasado", pero insiste en la necesidad de "hacer una reflexión sobre este asunto" que permita estar mejor preparados ante eventualidades similares en el futuro. La vulnerabilidad mostrada por el sistema comercial salmantino ante un fallo tecnológico generalizado debería servir, según los expertos, como llamada de atención sobre los riesgos de una digitalización sin alternativas analógicas de respaldo.

Las consecuencias económicas del apagón, aunque todavía difíciles de cuantificar con precisión, se prevén significativas, especialmente para pequeños comercios y establecimientos hosteleros que perdieron una jornada completa de facturación en un día tradicionalmente rentable. La recuperación de estas pérdidas resulta prácticamente imposible, ya que se trata de ventas no aplazables sino definitivamente perdidas.