Tras la eucaristía, el párroco Miguel Ángel García procedería a la bendición de campos, para finalizar los actos religiosos con el ofertorio
Después de una larga noche con baile, los vecinos de Cerezal de Peñahorcada entraban este domingo en la recta final de sus fiestas en honor a San Marcos, jornada que comenzaría con la eucaristía oficiada por el párroco Miguel Ángel García y a la que seguiría la bendición de campos por la que el Evangelista protege ya las cosechas del pedrisco y otras inclemencias meteorológicas.
Una vez realizada la bendición, San Marcos regresaba a las puertas del tempo a hombros de los hombres bajo el repique de campanas, momento al que seguiría el ofertorio que pondría fin a los actos religiosos.
El último de los eventos de las fiestas tendría una hora después con una comida en la que participarían unas 120 personas, y que darían cuenta de un menú a base de rabo de toro con patatas, pan, postre, bebida y café, que dejarían un excelente sabor de boca.