El Encuentro esquiva la lluvia al acortar su trayecto tras su inusual salida conjunta
En vez de ir por la calle Madrid, Plazuela del Conde y calle Cáceres, la procesión fue directa hacia la Catedral por Cardenal Pacheco
La jornada del Viernes Santo promete ser en su conjunto bastante complicada en el apartado meteorológico (como ya se pudo comprobar en el segundo tramo de la mañana), pero al menos Ciudad Rodrigo pudo disfrutar de la primera procesión del día, el histórico Encuentro a cargo de la Cofradía de Jesús Nazareno, que acabó realizando un cambio de trayecto para estar menos tiempo en la calle ante la amenaza de lluvia (que acabó cayendo).
Ya de antemano se sabía que la procesión del Encuentro iba a ser diferente a lo habitual, al salir del mismo templo, la Iglesia de San Agustín, los dos pasos protagonistas, la Virgen Dolorosa y Jesús Nazareno, al no haberse celebrado el pasado Viernes de Dolores también por las malas condiciones meteorológicas la procesión de La Dolorosa, que lleva esta imagen hasta la Catedral.
La Cofradía de Jesús Nazareno fue puntualísima en la salida de los pasos, para ir acelerando la mañana ante lo que pudiera venir. Como estaba previsto, La Dolorosa fue por las calles Colegios, Velayos, Sánchez Arjona, Juan Arias, General Pando y Colada; mientras que Jesús Nazareno procesionó por Cristóbal de Castillejo, Campo del Pozo, Plaza de San Pedro, Gigantes y Rúa del Sol, con la compañía de la Banda de la Cofradía, y de representantes de Jesús Amigo de los Niños, La Oración del Huerto, la Virgen de las Angustias y La Soledad.
Con el cielo ya bastante oscuro, ambos pasos hicieron su entrada en la Plaza Mayor, haciendo el Nazareno una primera parada en la parte superior para que la Verónica le limpiase el rostro, tras lo cual se incorporaron al desfile tres niñas. Mientras caía un ligero chispeo durante algunos segundos, el Nazareno avanzó hasta encontrarse en el centro del ágora con La Dolorosa, mirando ambos hacia la Casa Consistorial para escuchar la reflexión (en torno a las madres) del capellán de la Cofradía, Manolo Peláez.
Tras esta reflexión, la procesión se retomó, y aunque justo en los instantes finales de la reflexión de Manolo Peláez había salido el sol, se decidió recortar lo que quedaba de procesión, yendo en vez de por la calle Madrid, Plazuela del Conde y Cáceres por la calle Cardenal Pacheco, para alcanzar lo más rápido posible la Catedral.
Justo a la llegada a la Seo (instantes antes de las 12.15 horas), empezó a llover de nuevo, también durante poco tiempo pero con algo más de intensidad, lo que aceleró la entrada de los pasos (como es habitual, el Nazareno se inclinó para dejar pasar a La Dolorosa). Minutos después de concluir la procesión (que el año pasado no se pudo llevar a cabo), se puso a llover otra vez, creciendo poco a poco la duración –aunque todavía corta- y la cantidad de agua.
