Se dio la vuelta a un reloj para sacar a la luz el trabajo “silencioso, poco reconocido e invisible” de las trabajadoras del hogar
La Plazuela del Buen Alcalde acogió en la mañana del jueves la habitual conmemoración por parte de Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, que aparecerá en el calendario el próximo domingo 30. Este acto se inició con la lectura del manifiesto difundido por Cáritas Española, que recoge las reivindicaciones del colectivo, que tiene “rostro de mujer”, ya que el 95% son féminas.
Dentro de estas reivindicaciones se pide una mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras internas (con reducción de la jornada laboral y ampliación de los descansos), una clasificación profesional que distinga tareas domésticas de las labores de cuidado personal, el apoyo a las personas empleadoras mediante incentivos, y una mayor vigilancia por parte de la administración del cumplimiento de la normativa laboral en el ámbito doméstico.
Como complemento al manifiesto de Cáritas Española (que fue leído por trabajadores y voluntarios de Cáritas), hubo una acción siguiendo la campaña puesta en marcha por Cáritas Autonómica de Castilla y León en las 11 Diócesis de la región con el título de El Tiempo de Ellas, que tiene como objetivo “visibilizar la labor fundamental, pero a menudo invisible, de las trabajadoras del hogar”.
Esta campaña tiene como elemento central un reloj de arena, que simboliza por un lado el trabajo visible y reconocido, y por otro lado el trabajo “silencioso, poco reconocido e invisible” que desempeñan miles de mujeres en el ámbito doméstico, que permanece oculto a los ojos de la sociedad.
En este sentido, durante el acto de la mañana del jueves se le dio literalmente la vuelta al reloj con el objetivo de visibilizar ese trabajo, dando lectura varios de los presentes a mensajes del estilo ‘Gracias al tiempo que dedican los trabajadores a las tareas del hogar, puedo...’, remarcándose que “gracias a ellos tenemos más tiempo”. El acto se cerró con las intervenciones de la edil Belén Barco, el Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro, y la directora de Cáritas Diocesana, Mar Manzano.