"Detesto a los que humillan a los más débiles y me irrita profundamente que algunos vuelquen sus iras contra los inmigrantes como causantes de los problemas que padecemos. Me duele que no tengamos un mínimo de memoria para recordar lo que hemos sido los españoles" (Miguel Ángel Revilla)
La migración forzada se da por varios motivos, como la falta de acceso a la justicia, la precariedad laboral, la violencia estatal, la falta de acceso a vivienda digna, a salud y a servicios básicos, la crisis ambiental y climática, la violencia de género, los matrimonios infantiles forzados, la guerra, entre muchas otras; es decir, las personas que migran de manera forzada están buscando una vida digna y la defensa de sus derechos humanos.
La migración y el desplazamiento forzados actuales dejan ver, en muchos sentidos, la síntesis de las contradicciones, dentro de los procesos de éxodo, pues están sujetas a las varias formas de violencia patriarcal, como, el acoso, y la precarización laboral, en un contexto donde sus derechos no son defendidos, ni por el Estado de procedencia, ni por los Estados receptores o de tránsito. El desamparo y la indiferencia generan incertidumbres, pero éstas nunca son tan grandes como las que forzaron a estas personas a migrar. ¿Y como es la respuesta en algunos estados y sus “humanitarias sociedades?...
Desde siempre, quien afronta problemas necesita hacerlo cargando, si pudiera ser, contra alguien que, a priori, se le antoja inferior. Es así como se falsea la autoestima y se convierten las adversidades en molinos de viento fáciles de acometer e imposibles de derrotar. Vencer no es el objetivo: el objetivo es descargar la indignación y la ira acumuladas de la forma más fácil, menos peligrosa y más cobarde.
El discurso que cala en la población, a nivel global, europeo y local, se centra en los colectivos más frágiles e indefensos. Es lo que hacen enemigos de la Humanidad, con mayor o menor disimulo, pero todos con indudable eficacia. Es lo que hacen los xenófobos, los homófobos, los racistas, los machistas o los explotadores de toda laya, pregonando la mentira como un bálsamo de Fierabrás capaz de mitigar todo el daño que ellos mismos producen. El neoliberalismo es la doctrina que empuñan férreamente estos embaucadores adalides del poder exclusivamente económico que atiende a sus intereses. Y la mentira cala como las falacias pregonadas y predicadas por todas las religiones a lo largo de los tiempos. La capacidad de progreso de las culturas ha sido, y sigue siendo, cercenada por la charlatanería y la mentira convertidas en dogmas a mayor gloria de dioses sólo existentes en mentes tullidas y necesitadas.
Señalan con sus dedos ávidos de riqueza insaciable a los putos emigrantes, o a cualquier otro puto colectivo que no encaje en su medieval constructo mental. Señalan ante la sociedad a los más débiles del barrio o del patio del colegio: a quien usa gafas, a quien no ha sido agraciado con adecuada musculatura, a quien renquea intelectualmente… Señalan a éstos y ríen la gracia a matones, ladrones y otras malas hierbas. Ningún emigrante roba a manos llenas dinero público. Ninguno vende miles de viviendas públicas a los suyos. Ninguno obliga a trabajar duras jornadas a cambio de salarios esclavizantes como la patronal. Ninguno mangonea los ahorros de toda la vida como la banca. Ninguno especula con la energía como las multinacionales del sector. Ninguno condena a pensionistas o dependientes como el neoliberalismo. Ninguno destruye la sanidad y la educación pública como los privatizadores…
Pero son débiles y ninguna fuerza de orden público, tan descerebrada como armada, protege su elemental derecho a la vida. Quienes están al límite de la razón a causa de los efectos cotidianos y constantes del capitalismo voraz necesitan un enemigo asequible y débil para descargar su indignación. Buscan al débil del barrio, al débil del colegio, a alguien aún más débil que ellos y ellas, y alguien se los señala para que los ataquen, mejor en grupo, sin misericordia: los putos emigrantes, y los putos homosexuales, y las putas feministas, y los putos ecologistas, y los putos ateos…Todos contentos. Los desalmados ocultan sus graves y escandalosos delitos y cosechan votos a cascoporro. Las élites ocultan sus miserias y vergüenzas y obtienen todo el rendimiento posible manteniendo el statu quo a la vez que incrementan su riqueza ensanchado la brecha social. Y todos contentos con los pecadores y pederastas, pertenecientes a la Santa Iglesia. "Señor... Señor, a donde iremos a parar.
Fermín González, salamancartvaldia.es, blog taurinerías
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.