Murallón volverá a salir en la capea y desencierro matinal del lunes|
Un fallo en la megafonía dejó a público y corredores sin el aviso de la Campana
El toro de Victorino Martín ganado por la población de Ciudad Rodrigo en el concurso de la plataforma Toros en España Play, fue el gran protagonista de la capea del domingo de Carnaval tras finalizar el festival taurino del Bolsín, este año con la novedad de un toro de rejoneo aportado por los montadores de ‘Tablaos’.
Las barreras de la plaza se abarrotaron de gente para ver a Murallón y poderle dar algún corte a este ejemplar de Victorino. Esperaba con paciencia el público que no se movía de su asiento tras el festival, también maletillas esperaban turno para arrancar algunos pases a este afamado ejemplar por su casta.
Y es que Murallón no defraudó, demostró bravura dando el juego que deseaban los recortadores; más difícil lo tuvieron los maletillas, que no escatimaban en ningún momento prudencia a la difícil y particular forma de embestir de esta raza.
Tras el tiempo estipulado en la plaza, se devolvió el toro a corrales, por cierto, sin abrir la boca en ningún momento.
El toro de Victorino volverá a ser protagonista en la capea matinal del lunes y en su posterior desencierro.
La capea continuó con el ganado del encierro a caballo de la ganadería pacense de Guadaira, que también se portaron y estuvieron muy a la altura de las necesidades de recortadores y maletillas, que disfrutaron a igual que lo hacía el público que abarrotaba los ‘tablaos’ a pesar de estar una tarde muy desagradable en cuanto a la meteorología se refiere.
Seguidamente tuvo lugar el desencierro urbano con los tres de Guadajira ya con la noche medida encima, llevándose tanto corredores como público despistado un buen susto al estropearse en el momento que tenía que sonar la campana la megafonía, con lo cual no pudo oírse bien el toque, o al menos como ya el público se ha acostumbrado. Con lo cual, tanto corredores como público tuvieron que estar mucho más atento al movimiento de personas para empezar a correr, al salir el ganado de la plaza; en definitiva, como se ha venido durante casi un siglo, cuando no había tecnología.