Toñi García Miguel repasa sus 47 años en la Residencia Mixta en su pregón para el centro

La Residencia Mixta Provincial fue el epicentro festivo del miércoles previo al Carnaval en Ciudad Rodrigo, con su tradicional fiesta carnavalera, que se desarrolló en el transcurso de la tarde en el gran salón de Terapia Ocupacional del centro, donde se dieron cita todos los residentes ataviados con variados disfraces, así como los trabajadores.

Todos ellos dieron cálidos aplausos a la Corte de Honor de la propia Residencia, integrada por Filomena Corchete Vegas como Reina (en sustitución de la inicialmente elegida, Pilar Martín Chamorro, que no pudo estar por motivos de salud), y Ángela Moreno Calvo e Isabel Salicio Hernández como Damas, acompañadas, respectivamente, por Julio Martín Martín y Gonzalo Martín Martín.

La Reina entró en el salón de Terapia Ocupacional del brazo de la pregonera, Toñi García Miguel, una cara muy conocida en la Residencia, ya que ha trabajado en la misma durante 47 años, hasta su jubilación durante el año 2024, como explicó en la presentación la directora del centro, Elena. De hecho, Toñi García Miguel apuntó en su introducción que no se consideraba “pregonera, sino trabajadora de esta Residencia”, desgranando en su intervención múltiples recuerdos y vivencias en la misma.

Para empezar, explicó que entró en la Residencia haciendo lo que serían unas prácticas de Administrativo (sin cobrar), pasando posteriormente a la Cocina, para poder tener un sueldo (en aquel momento contaba con 18 años). De la época en la cocina recuerda que “el personal no era cuantioso, había que hacerlo todo”, incluido fregar y limpiar, por lo que “era bastante cansado”.

De aquella época, mencionó a una cocinera que había, Carmen, así como a los residentes que “echaban una mano en las tareas de la casa”, limpiando o haciendo recados. En ese punto también tuvo un recuerdo para el capellán Don Rafa, y para las religiosas, mencionando específicamente a Sor Martina, “campechana y bondadosa”.

Después de unos meses en la Cocina, empezó a preparar la oposición para estar en las oficinas de la Residencia, recordando que se examinó estando embarazada de 9 meses. Toñi García Miguel sacó la plaza, trabajando durante unos cuantos años de administrativa hasta que, tras la reforma integral que sufrió el centro asumió el cargo de Administradora (ya que el Administrador que había se quedó en Salamanca), en el que estuvo hasta su jubilación el año pasado.

En torno a ello, dijo que “tenía ganas de ser libre para hacer lo que quisiera con mi tiempo”, resaltando que “mi trabajo me ha resultado muy fácil”, al hacer lo que le gustaba, y gracias a sus compañeros, mencionando de forma expresa a Rebeca y a María Ángeles. Según indicó, “he tenido mucha suerte, porque cuentas con amigos en el trabajo, y es más llevadero”.

A continuación, Toñi García Miguel evocó varias anécdotas de las excursiones que hacían una vez al año (a Santander, Cangas de Onís o a la Costa Brava), antes de hablar de los Carnavales de Ciudad Rodrigo, que “no sabríamos vivir sin ellos”. Sin embargo, según confesó, pasaron años hasta que “me empezó a gustar”, debido a malos recuerdos, ya que una vez yendo con su abuela hacía la plaza vieron que la gente huía ya que un toro parecía que se iba a escapar, y que su abuelo se solía poner en un portal de la calle Madrid, lo que le daba miedo.

Así, no fue hasta ya de mayor cuando “empecé a disfrutarlos a lo grande”, formando parte su marido y ella en primer lugar de la Peña Los Pacíficos, y en la actualidad de los Amigos del Tema, con los que han hecho carrozas y disfraces. A continuación habló del Carnaval en la propia Residencia, donde “no falta de nada”, ya que tienen Reina y Damas, disfraces, música con baile, charanga, la visita de la Rondalla III Columnas y buena comida: “solo hace falta salud para disfrutarlo muchos años”.

En el tramo final, Toñi García Miguel agradeció el “compañerismo” del personal de la Residencia durante tantos años “de trabajo y alegría a partes iguales”, deseando a todos los que ya se han jubilado que “disfruten de la jubilación merecida”, y que las nuevas generaciones que van entrando “lo hagan igual de bien”, terminando por dedicar su pregón “a todos los que han pasado por la Residencia”.

Finalizado el pregón, Toñi García Miguel recibió una serie de obsequios, antes de tomar el relevo la Charanga Manliao, que fue interpretando numerosas canciones de lo más conocidas con las que se arrancaron a bailar trabajadores y residentes.