Con motivo del Día Mundial de la Encefalitis conocemos de primera mano la opinión de una experta en esta patología
Este sábado día 22 de febrero se celebra el Día Mundial de la Encefalitis, una enfermedad que conlleva serios riesgos si no se trata adecuadamente. SALAMANCArtv AL DÍA acerca el testimonio de la doctora Marina Polo Martín, una de las neurólogas del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
- ¿Cuáles son los principales síntomas que presentan los pacientes con encefalitis?
- Los síntomas pueden ser muy variados según el área cerebral donde curse la inflamación (que es en lo que consiste esta enfermedad). Los síntomas más graves que nos hacen sospecharla son la rigidez del cuello, convulsiones, cambios en la personalidad y/o la conducta, pero otras veces “simula” un ictus con alteraciones de la sensibilidad o la fuerza, o produce alteraciones del habla o de la audición, por ejemplo.
- ¿Cuáles son los riesgos derivados de esta enfermedad?
- Esta enfermedad consiste en la inflamación del tejido cerebral, por lo que se pueden llegar a producir lesiones que causen complicaciones que pueden durar meses o incluso ser permanentes como debilidad muscular, deterioro cognitivo, dificultad para comprender o expresar el lenguaje. En los casos más graves el paciente puede llegar a fallecer.
- ¿Cómo de importante es la detección temprana de la encefalitis?
- Es muy importante, la detección precoz nos permite un tratamiento dirigido y, si disminuimos el tiempo de evolución, el riesgo de complicaciones es menor.
- ¿Cuál es el tratamiento al que se someten los pacientes?
- El tratamiento es diferente en función de si la causa de la encefalitis es infecciosa (por virus -lo más frecuente- bacterias, hongos o parásitos) o si es autoinmune. En todos los casos se pautan medidas de soporte para evitar complicaciones (adecuada hidratación, analgesia, antitérmicos,…). En el caso de encefalitis infecciosa el tratamiento es dirigido al agente causal (antivíricos, antibióticos, antifúngicos o antiparasitarios) y en las autoinmunes el tratamiento se centra en “controlar” la respuesta anómala del sistema inmune, para lo que se pueden usar diferentes tratamientos como por ejemplo corticoides, inmunoglobulinas, recambio plasmático, insumnosupresores… o si se relaciona con un tumor, el tratamiento de ese tumor juega un papel primordial. Además, no nos podemos olvidar de las complicaciones que pueden surgir y el uso de fármacos antiepilépticos o psicotrópicos, rehabilitación, logopedia...
- ¿Cuáles son los últimos avances en la materia en cuanto a tratamiento se refiere?
- En relación a los tratamientos si nos referimos a los fármacos como tal, no hay demasiados cambios. Creo que el mayor cambio sobre todo reside en la ampliación de la horquilla diagnóstica y en la sospecha y diagnóstico más precoz de la entidad.
- ¿Qué pautas se le marcan a los pacientes con encefalitis?
- Cuando deben seguir un tratamiento prolongado se les insiste en su adecuado cumplimiento, así como en las pautas de rehabilitación y logopedia. Por lo demás, se les insiste en los cuidados habituales en los que incidimos en toda la población: dieta sana, ejercicio físico, evitar hábitos tóxicos…
- ¿Es una enfermedad reversible y 'curable' o sus secuelas son para toda la vida?
- Si iniciamos tratamiento temprano y hay una buena respuesta al mismo los pacientes pueden recuperarse en pocas semanas sin complicaciones; en el caso de complicaciones graves el tiempo de recuperación es más prolongado y en muchos casos quedan secuelas permanentes.
- ¿Cuál es la característica principal de esta patología que no tengan otras enfermedades del cerebro?
- En el caso de la encefalitis su complejidad reside en la variabilidad de los síntomas y en que muchas veces inicialmente simula una gripe o cuadro vanal y en cuestión de horas los pacientes pueden pasar a estar en una situación comprometida para su vida.
- ¿Qué es lo que más preocupa a los neurólogos respecto a estas enfermedades?
- Haciendo hincapié en las preguntas iniciales, nos preocupa llegar tarde al diagnóstico porque eso puede hacer que nuestro paciente “arrastre” una serie de síntomas durante largo plazo o “para siempre” cuando en muchos casos eso puede ser evitable.