El colectivo señala que "no cambia nada", por lo que "los rentistas y sus cómplices nos tendrán de frente"
Las medidas propuestas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para supuestamente atajar el problema de la vivienda han sido criticadas estos días como tibias y como poco más que un parche. Desde la Asamblea de Inquilinas de Salamanca (AIS) "no creemos que lleguen ni a eso".
"No son nada novedoso: se dice que se transferirán 30.000 viviendas de la SAREB a la anunciada nueva Empresa Pública de Vivienda. Nosotras no nos pronunciamos sobre si la SAREB debería o no haber funcionado como esa empresa de vivienda pública, como hay quien ha dicho en los últimos años desde posiciones socialdemócratas. Pero, incluso desde esa misma lógica, que es la que dice seguir este Gobierno (y que no es la nuestra), podría haberlo hecho. Pero no se le ha dado ese uso, y menos tras haberse empleado la SAREB para rescatar a la banca con el dinero de la ciudadanía española y, después, volver a privatizarla. Ya sólo eso quita a ese plan de la Empresa de Vivienda Pública mucha credibilidad", afirman.
En cuanto a las diversas iniciativas encaminadas a la construcción de nueva vivienda, ya sea el PERTE para la innovación y la modernización de la construcción industrializada y modular, la mencionada transferencia de la SAREB o la de los dos millones y medio de metros cuadrados de la Administración General del Estado para vivienda social para los jóvenes, "todas ellas sirven a lo de siempre, porque se van a llevar a cabo como siempre: mediante la llamada, eufemísticamente, colaboración público-privada. Es decir, dándole ese suelo y ese dinero públicos a las constructoras y a las promotoras para que hagan negocio y se beneficien a nuestra costa: de la ciudadanía y, particularmente, de la clase trabajadora y de las inquilinas (y esto sin entrar en el impacto ecológico de un proyecto de edificación de esa entidad)".
El PSOE, señalan desde la Asamblea de Inquilinas, "pretende diferenciarse del PP diciendo que blindará la titularidad pública de esa vivienda construida con dinero del Estado. Primero habrá que ver si este mismo Ejecutivo lleva esto a efecto y, después, si no se aprueba alguna ley en el futuro que enmiende ese blindaje, ya sea de otro Gobierno o incluso de este mismo, cuando vea que le conviene ser más -abiertamente- liberal. Y todo ello sin contar con que gran parte de los diputados y de los políticos profesionales, también alineados con este Gobierno, son rentistas, comenzando por la propia ministra de Vivienda, y con que no van a legislar ni a gobernar contra sus propios intereses personales".
Esas diferencias de matiz entre el Gobierno y el PP y, "por tanto, la hipocresía del primero, se ven más aún en que ambos coindicen en lo sustancial de las medidas al servicio de los rentistas", afirman. Empezando, añaden, por "el sistema de garantías públicas para asegurar al propietario el cobro de su renta, con el que las inquilinas nos veremos obligadas a sufragar con nuestros impuestos seguros de impago para los caseros, como si estos no tuvieran bastante con los que muchas inmobiliarias cobran ilegalmente al propio inquilinato, o con los matones de Desokupa". También el rentismo "es el beneficiado y está detrás de las rebajas fiscales a los grupos de inversión en activos inmobiliarios, o de la exención del 100% del IRPF para los caseros que alquilen conforme al índice de precios de referencia del Ministerio de Vivienda. Es decir, que les premian por no especular y parasitar tanto como podrían hacerlo, poniendo de nuevo su derecho a enriquecerse a costa de la clase trabajadora por encima del de esta a vivir dignamente. No se puede estar a la vez en misa y repicando, con los caseros y con las inquilinas, como este Gobierno de fariseos dice querer hacer".
En consecuencia, para la Asamblea de Inquilinas de Salamanca "este anuncio no cambia nada. O en realidad sí, y es que esta tomadura de pelo a las inquilinas evidencia todavía más lo necesarios que somos, más cada día, los sindicatos y asambleas de vivienda en todo el país: formándonos en legislación en torno a la vivienda, en cómo defendernos ante los nazis de Desokupa y ante su aquiescencia desde los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y en todo lo necesario para organizarnos ante los caseros y garantizar el derecho a la vivienda".
En ese sentido, recuerdan al inquilinato de Salamanca que se reúnen el segundo y el cuarto martes de cada mes, ahora a partir de las 19:30 horas, y "le pedimos que esté atento a nuestras redes sociales o que nos escriba para conocer la ubicación exacta".
"Los rentistas, y sus cómplices que desde el Estado sólo nos ofrecen migajas, nos tendrán de frente", concluye la Asamblea de Inquilinas de Salamanca (AIS)