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Lo que nos depara el 2025
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Al cabo de la calle

Lo que nos depara el 2025

Actualizado 04/01/2025 09:28

El 2025 ya está aquí ¿qué podemos esperar de él? Para algunos será el año de la incertidumbre. Otros pensamos que habrá muchas incertidumbres, imprevisibilidad, tensiones geopolíticas e internas y algunas certezas. Incluso el progreso será extremadamente violento por la agresividad de la velocidad del cambio. En opinión de los analistas y en el imaginario colectivo, predomina el pesimismo y hasta el masoquismo, para este año que comienza.

Pero siempre ha de haber un espacio para el optimismo y la esperanza. No todo tiene que ir forzosamente mal. El devenir histórico nos demuestra que, en conjunto, el mundo tiende a avanzar y a mejorar, sobreponiéndose a las catástrofes naturales, las epidemias, las guerras y las crisis económicas o políticas que han ido surgiendo por el camino.

Cualquier pronóstico o perspectiva de futuro, también el referido al 2025, ha de contar con el presente como punto de partida. Al respecto y referido a España, el prestigioso semanario británico “The Economist” ha visto a la economía española como la mejor de 2024 entre las más desarrolladas, tomando en consideración cinco indicadores: el PIB (Producto Interior Bruto), el mercado de valores, la inflación, el desempleo y el déficit público. Liderando así el mejor ranking del año que acaba de terminar, aportando el 40 % del crecimiento de la zona euro y creando puestos de trabajo equivalentes a Francia y Alemania juntos.

Pero esa bonanza económica no se ha traducido en una mejora manifiesta de la calidad de vida de los ciudadanos. Aunque, según informa Focus Online, España se coloca en séptima posición en el nuevo ranking de riqueza media por familia en los hogares de la Unión Europea, con una media de 197.000 euros, por delante de países como Alemania, Francia o Italia. Los economistas suelen decir algo así como que los beneficios de las empresas son los recursos para un mejor bienestar futuro de los ciudadanos. Confiemos en que empiece a ser así en el 2025. La bonanza económica debería contar con canales y políticas que hagan posible la reducción de las desigualdades, la pobreza y la exclusión social.

Tras la certificación por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) de los buenos resultados económicos de 2024, con un crecimiento de un 3,2 % (a la espera del cierre final) el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, indica que el Gobierno prevé un crecimiento de la economía española por encima del 2,4 % durante el 2025. Esperemos que no se tuerza y continúe por la senda del buen camino. El reto para 2025 no está solo en seguir creciendo cuantitativamente, también crecer cualitativamente, mejorando en productividad con una mayor aplicación del conocimiento, la innovación y el desarrollo tecnológico.

Por otra parte, el panorama político español se debate entre la polarización y la crispación. La fragmentación política, la incertidumbre, los intereses partidistas y particulares que campan a sus anchas, muchas veces cabalgando a lomo de bulos, mentiras o medias verdades, condicionando así la vida parlamentaria, ejecutiva y judicial. No en vano la situación de la política es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Muchos españoles están hartos de tanto insulto y falta de respeto por parte de quienes tenían que ser ejemplo de convivencia. En eso hay mucho espacio para la mejora de los políticos en el 2025. No confiamos en que se resuelva el problema, pero sí esperamos que se suavice. Aunque también hay que decir que no todos los políticos son iguales.

Lamentablemente, seguirá siendo un factor de conflictividad y alteración de la convivencia en el 2025 la judicialización de la política y la politización de la justicia. Determinados partidos ceden su labor a los tribunales más que realizarla ellos mismos en su campo natural de la política y, algunos jueces, hacen política desde sus jurisdicciones. No es un buen camino para la salud de la democracia, para la resolución de problemas, ni para la convivencia. Confiamos en que 2025 devuelva a los tres poderes del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) a sus cauces normales y que mantengan dentro de ellos sus respectivas actuaciones.

Por otra parte, la cuestión de la vivienda se ha convertido en el mayor problema y principal preocupación de los ciudadanos. El tema es muy complejo por las múltiples variables intervinientes. El enfrentamiento entre los dos partidos mayoritarios, hace que los escasos avances legislativos en tema de vivienda se topen con la resistencia para su aplicación por parte de gobiernos autonómicos y locales. Un reto, el de la vivienda, que no será posible resolverlo en el 2025, pero que sería deseable que se sentaran bases firmes para avanzar hacia su solución.

El asunto de la migración es otro de los problemas seculares pendientes de una solución que la encauce de forma positiva. La llegada incesante de inmigrante a las costas españolas es un problema de primera magnitud que genera tensiones a nivel local, regional, nacional e internacional. La migración surge de las necesidades de los individuos y también son las personas quienes aportan soluciones a muchos problemas y necesidades allí donde llegan. El 2025 será un año clave respecto de la emigración.

Internacionalmente, todos estamos pendientes de Donald Trump y el qué hará con su “egopolítica” tras la toma de posesión el 20 de enero como presidente de los Estados Unidos. Las medidas que está anunciando son poco halagüeñas. Entre ellas, la deportación de 10 o 12 millones de migrantes que son trabajadores, la reducción de servicios públicos, la subida generalizada de aranceles, o las ambiciones territoriales imperialistas de adquirir Groenlandia, anexionarse Canadá, ocupar el Canal de Panamá e incursar el ejército en México. Ideas o acciones que trastocarían la geopolítica actual y el concierto internacional, rompiendo la multilateralidad.

Las medidas que durante 2025 pueda tomar Donald Trump y su gobierno de multimillonarios, tendrán una importante incidencia en la supervivencia de las democracias en todo el mundo y en el auge de los populismos de extrema derecha. Los 76 países que celebraron elecciones democráticas en 2024 y en las que participaron más de 1.600 millones de personas, la cifra más alta de votantes de la historia, no parece que hayan supuesto ningún refuerzo de la democracia, todo lo contrario, los populismos han seguido aumentando.

Consolidado el populismo ultraliberal en Estados Unidos con Trump y el apoyo del magnate más rico del mundo, Elon Musk, ahora el objetivo de este multimillonario estadounidense y dueño de X (antes Twitter) es Alemania, dando su apoyo al partido ultraderechista de Alternativa por Alemania (AfD) a mes y medio de las elecciones en aquel país, actuación que ya se define como una intromisión en la política alemana.

Un año, este de 2025, que también promete revolucionar la ciencia e incidir en nuestras vidas con nuevas innovaciones en el terreno de los “Mapas genéticos del cerebro humano” que ayudará a encontrar tratamientos para enfermedades cerebrales. La ciencia intervendrá en el ámbito de las “Ciudades más verdes y sostenibles”, para transformarlas en espacios más ecológicos y sostenibles. Otra línea de avance de la ciencia es en los “Materiales vivos que se reparan solos”, usando residuos como materia prima. O la “Protección de las abejas con tecnología”, para que estén más sanas con menos intervención de los apicultores y seguir manteniendo la necesaria polinización para la vida humana.

No podemos olvidarnos del problema fundamental que supone el calentamiento global y sus consecuencias, ni tampoco de la implantación de la Inteligencia Artificial que escapa al control gubernativo y que tanto incidirá en nuestras vidas, siendo este 2025 un año fundamental en ambas cosas.

No es de extrañar qué, con todos estos ingredientes y situaciones, nos invada la incertidumbre y caigamos en el pesimismo. Se hablará mucho de alto el fuego en aquellos territorios en guerra, pero difícilmente se podrá hablar de paz. Mas, hemos de tener en cuenta que el ser humano se ha impuesto, sobrevivido y superado periodos y conflictos de inmensa magnitud. El presente 2025 nos depara todo esto y mucho más, puede ser un gran año. Ese es nuestro deseo individual y para la colectividad, por eso, también se lo pedimos a la magia de los Reyes Magos. ¡Feliz 2025!

Escuchemos a David Bisbal en Todo es Posible ft. Tini Stoessel

https://www.youtube.com/watch?v=MmaHTajvG-A

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© Francisco Aguadero Fernández, 3 de enero de 2025

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