La afición de Blanca, esta ingeniera salmantina, ha terminado convirtiéndose en su trabajo y en un proyecto referente dentro y fuera de la provincia salmantina
“Aarón, límpiate los Berretes”. Esa frase es el origen de lo que en la actualidad es un referente en pastelería y en inclusión social. Un proyecto creado por Blanca y que da trabajo a personas con discapacidad intelectual en Salamanca.
El nombre de este proyecto tiene una historia profundamente personal para Blanca. Berretes no es solo el nombre de su negocio, sino también un homenaje a su hermano Aarón, quien ha sido una figura clave en su vida y en el nacimiento de este proyecto. “Él era el que siempre probaba todas las elaboraciones que hacía en casa”, recuerda Blanca con cariño. Tras cada comida, ella solía decirle: “¡Aarón, límpiate los berretes!” y este gesto cotidiano y cercano fue el que inspiró el nombre de la pastelería, un nombre que, según Blanca, tiene un doble significado. “No solo representa el amor por la comida y la cercanía familiar, sino también el espíritu del negocio: disfrutar sin preocuparse por las imperfecciones, por mancharse o por las miradas ajenas. Es una forma de rendir homenaje a mi hermano, y al mismo tiempo, es una invitación a disfrutar de la comida sin preocupaciones”, explica.
Blanca es ingeniera de profesión, pero pastelera desde que tiene recuerdos. “La cocina siempre ha sido mi refugio, el lugar donde encontraba paz para desconectar del trabajo. La pastelería siempre fue mi hobby, era lo que realmente me hacía sentir plena”, comparte. A lo largo de los años, su conexión con la discapacidad también fue muy fuerte, ya que su hermano tiene síndrome de Down. Esto la llevó a involucrarse en actividades de voluntariado y en diversas entidades que apoyaban a personas con discapacidad. “Me encantaba trabajar con ellos, me sentía muy conectada con esa causa”, recuerda.
Fue precisamente esta experiencia la que la inspiró a dar un giro radical en su vida laboral. Aunque la ingeniería parecía ser su futuro, Blanca decidió que quería dedicar su vida a la pastelería y, además, incluir un componente social en su proyecto. “Desde que empecé a pensar en montar un negocio, tenía claro que quería que fuera inclusivo. Mi idea era poder trabajar con personas con discapacidad, porque sabía que con esfuerzo y dedicación podían aprender y desarrollarse en el ámbito laboral”, explica Blanca.
Para Blanca la pastelería es como una disciplina que le resulta muy intuitiva, pero que también tiene mucho de ciencia. “Es como la ingeniería, pero aplicada a la cocina”, dice entre risas. “La pastelería, como la ingeniería, se basa en la combinación de distintos elementos que deben mezclarse de manera precisa para obtener el resultado esperado. Es mucha física, mucha química. Si sabes cómo mezclar los ingredientes, no hay secretos”, explica Blanca. Esta conexión entre la ciencia y la cocina le ha permitido crear recetas innovadoras que no solo son deliciosas, sino también técnicas y precisas.
Berretes abrió sus puertas en 2022 y nunca se imaginó la rápida aceptación que tendría entre los salmantinos. “No me esperaba para nada esta acogida. Sabía que a mi familia y amigos les gustaban mis productos, pero no me imaginaba que fuera a tener tanto éxito”, confiesa. El producto estrella son las galletas rellenas, conocidas como berretes. “Son únicas en Salamanca. Nadie más las hace como nosotros”, señala Blanca. Estas galletas, que se elaboran en nueve sabores fijos, también tienen un sabor de temporada que cambia cada mes, lo que mantiene a los clientes interesados y ansiosos por probar nuevas combinaciones. Un producto patentado y que nadie más puede realizar.
El éxito es tal que han atraído la atención de clientes de toda España, e incluso de Argentina. “Es increíble, hay gente que organiza su viaje a España para poder participar en nuestros cursos”, comenta Blanca. Además de la tienda, Berretes ha comenzado a ofrecer cursos de formación, que permiten a los clientes aprender a hacer estas deliciosas galletas. “Los cursos son una forma de conectar más directamente con las personas. Nos encanta compartir lo que sabemos y ver cómo la gente disfruta aprendiendo”, dice Blanca.
Compromiso con la inclusión laboral
El verdadero motor de Berretes es su compromiso con la inclusión laboral de personas con discapacidad. Desde el principio, Blanca se propuso crear un entorno de trabajo en el que todos pudieran tener una oportunidad. “Lo más importante para mí es ofrecer trabajo de calidad. No solo queremos darles un empleo, sino que queremos que sea un trabajo digno, bien remunerado y que permita a las personas crecer profesionalmente”, asegura.
“Para mí es esencial que las personas con discapacidad no solo encuentren un empleo, sino un empleo que les permita desarrollarse y sentirse valorados”, subraya. Sin embargo, Blanca también reconoce que el camino no ha sido fácil. La falta de apoyo institucional y la dificultad para encontrar pasteleros cualificados para formar a sus empleados con discapacidad han sido grandes obstáculos. “Muchas veces nos toca empezar de cero con ellos. Y algunas personas requieren más tiempo para aprender. Necesitamos apoyos y estamos un poquito desamparados. El proceso de formación es largo, pero es necesario. Queremos que nuestros empleados se sientan capacitados y preparados para afrontar cualquier reto”, dice Blanca. Sin embargo, también se enfrenta a un sistema que, en su opinión, no apoya lo suficiente a las empresas inclusivas. “Nos gustaría contar con más ayuda en cuanto a la formación y la contratación de personas con discapacidad intelectual. Es el colectivo más olvidado en el ámbito laboral, y necesitamos apoyo para que puedan acceder a un empleo de calidad”, señala.
Para solucionar esta falta de apoyo, Blanca ha puesto en marcha un proyecto muy especial: el cuento El sueño de Arín, cuyos beneficios se destinarán a contratar a un “insertor laboral”, un profesional que ayudará a integrar a las personas con discapacidad en el mundo laboral. “Este insertor laboral será como un mentor, una figura externa que nos ayudará a formar a los nuevos empleados. Así podrán aprender más rápido y con más seguridad”, explica Blanca, quien está convencida de que este modelo es necesario y debería implementarse en más lugares.
Innovación en la venta
En cuanto a la venta de sus productos, ‘Berretes’ ha dado un paso hacia la modernidad con un sistema innovador en Salamanca. Todos los pedidos se realizan a través de su página web, lo que facilita el proceso tanto para los clientes como para el equipo de trabajo. “Este sistema nos permite ofrecer un catálogo actualizado, sin tener que preocuparnos por aprender precios ni gestionar pagos manualmente. Además, la web está disponible las 24 horas, lo que facilita que los clientes hagan sus pedidos en cualquier momento”, explica Blanca. Este modelo de negocio no solo ha mejorado la eficiencia, sino que también ha ayudado a crear un entorno de trabajo más cómodo y organizado.
El sueño de Blanca
Aunque ya ha alcanzado muchos de sus objetivos, Blanca tiene sueños aún por cumplir. “Mi sueño es seguir ofreciendo empleo de calidad a personas con discapacidad intelectual. Este colectivo es el más vulnerable en cuanto a inclusión laboral, y quiero que ‘Berretes’ sea un referente en este ámbito”, dice con determinación. Además, espera que su negocio crezca y llegue a ser un modelo de inclusión para otras empresas. “Cuando me muera, quiero que digan que me dejé los cuernos luchando por la inclusión laboral. Eso sería lo que más orgullosa me haría sentir”, concluye Blanca.