Por sus obras ‘Pisábamos los charcos’ y ‘Carreteras que brillan en el bosque’
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha hecho entrega esta mañana de los Premios Ciudad de Salamanca de Poesía y Novela correspondientes a 2024, al escritor Román Piña Valls por su novela ‘Pisábamos los charcos’, y a Ramiro Gairín Muñoz por el poemario ‘Carreteras que brillan en el bosque’.
En el acto también han estado presentes Asunción Escribano, en representación del Jurado del Premio de Poesía, y José Antonio Cordón, en representación del Jurado de Novela. Así como el editor del Premio de Novela, Eduardo Riestra.
En esta edición del Premio de Novela, la XXVIII, se han recibido un total de 1.071 novelas, 310 más que el año pasado, la mayoría de autores residentes en España (669) y el resto proceden de autores residentes en veintiocho países, entre los que destacan: Argentina (166), Colombia (46), México (41), Chile (26), Venezuela (20), Estados Unidos (16), Ecuador (15) o Cuba (10).
El Jurado del Premio de Novela, que se reunió el pasado 26 de septiembre, estuvo presidido por Luis Alberto de Cuenca y formaron parte de él: Emilio Pascual, José Antonio Cordón, Carmen Posadas y Celia Aramburu.
El alcalde ha hecho entrega al ganador de un premio de 15.000 euros. Además este certamen incluye la publicación y distribución de la obra premiada por la editorial Ediciones del Viento.
Por su parte, en la XXVII edición Premio Ciudad de Salamanca de Poesía se recibieron 1.185 poemarios de veintinueve países, entre los que destacan: España (759), Argentina (121), Colombia (58), México (51), Chile (32), Perú (23), Cuba (22), y Estados Unidos (21). Son 292 poemarios más que el año pasado.
El jurado también se reunió el pasado 26 de septiembre, estuvo presidido por Antonio Colinas y formaron parte de él: Asunción Escribano, César Antonio Molina, Fermín Herrero, José Luis Puerto y Juan Antonio González Iglesias
Al ganador de esta edición el alcalde le ha hecho entrega de un premio de 8.000 euros. La edición y distribución de la obra ganadora la ha realizado la editorial Reino de Cordelia.
El Premio Ciudad de Salamanca de Novela ha recaído en el escritor Román Piña Valls por la obra ‘Pisábamos los charcos’. Se trata de una novela de aprendizaje. El relato de los años especiales del final de la adolescencia; los años de universidad. El tema central es el amor y la amistad. Una novela sobre la otra cara de la movida sin alcohol, sexo y drogas, escrita con humor y autoparodia en la voz del protagonista, que es poeta y estudia Filología clásica, medita al hilo de las historias contadas sobre la complejidad de los sentimientos humanos.
La noticia de la enfermedad mortal de un amigo de juventud impulsa a Cristian a hacer memoria de los años compartidos, a mediados de los 80. Años de universidad, de nuevas amistades, de primeros amores, ilusiones y decepciones en la experiencia de una libertad que solo es espejismo. Cristian sufre un segundo nacimiento a los diecinueve años y se enfrenta al amor con una mentalidad peculiar y un extraño bagaje. El azar lo conducirá a un piso de estudiantes en Valencia, donde las vidas de sus moradores, con la banda sonora de Golpes Bajos de fondo, rodarán como bolas en una partida de billar, entre la inocencia, la frivolidad y la deuda con la literatura.
Román nació en Palma de Mallorca, en 1966. Es profesor de lenguas clásicas en Bachillerato y ha combinado la docencia con colaboraciones en prensa y con la escritura de ficción y poesía.
Obtuvo el V Premio Desnivel con ‘Viaje por las ramas’ y el Camilo José Cela Ciudad de Palma de novela 2005 con ‘Gólgota’. Desde 1997 ha publicado catorce obras entre poemarios, libros de cuentos y novelas, de las que destacan ‘Stradivarius rex’, ‘Sacrificio’, ‘El arqueólogo’ y ‘Una heroína intergaláctica’.
Por su parte, el Premio Ciudad de Salamanca de Poesía ha sido para Ramiro Gairín Muñoz por el poemario ‘Carreteras que brillan en el bosque’.
Ingeniero de montes por la Universidad Politécnica de Madrid, trabaja desde hace dos décadas como especialista en hidráulica, hidrología y medio ambiente en una consultora de proyectos de infraestructuras y obra civil de ámbito español e iberoamericano. Casado y con un hijo, reside con su familia desde hace un año en la pequeña población pirenaica de Fiscal (Huesca), tratando de ralentizar su vida y ofrecer a su hijo otra manera de ver y estar en el mundo.
Ha publicado hasta la fecha una docena de libros de poesía, entre los que se pueden destacar ‘Que caiga el favorito’ (2011), ‘Aguanieve’ (2015), ‘Lar’ (2016), ‘Llegar aquí’ (2020), ‘La ciudad que no somos’ (2020) o ‘Tiempo de frutos’ (2022). Sus textos han formado parte de diversas antologías de poesía y haikus y sus poemas se pueden encontrar también en múltiples revistas literarias de los últimos años, como ‘Turia’, ‘Isla de Siltolá’, ‘Caracol Nocturno’ o ‘Rolde’.
‘Carreteras que brillan en el bosque’ entrecruza el ámbito rural con el urbano. Recoge las voces estropeadas en la ciudad de alimañas, tractores, espíritus del río, la bojeda, la escarcha, los rebaños, todos los dulces frutos del verano. Un tácito permiso para el vuelo con objeto de alcanzar hasta las últimas farolas pisando las hojas secas de un camino.