Cerca de un centenar de vecinos participaba en el montaje
La de este sábado ha sido una jornada de emociones, nervios e ilusión en Santiago de la Puebla, localidad que ha realizado un año más su particular viaje en el tiempo para transformar su Plaza Mayor en la ciudad de Jesús gracias al gran montaje de su Belén Viviente, acto incorporado al calendario de los montajes mas destacados en la provincia por la Diputación y que este año ha soplado las velas de su décimo aniversario.
Una imponente puesta en escena, que una vez más ha contado con la participación de cerca de un centenar de santiagueses como figurantes y a la vez vecinos de esta histórica ciudad, recreada para vivir el esperado momento del nacimiento de Jesús, que presidía el nuevo portal, instalado en su habitual enclave junto al Ayuntamiento, al que se dirigían progresivamente artesanos, ciudadanos y mercaderes para ofrecer sus presentes al niño, todo ello dentro de una representación narrada desde el corazón y que hacía participes a los cientos de personas que abarrotaban el entorno de la plaza para vivir la escenificación.
La puesta en escena arrancaba puntual, a las cinco y media de la tarde, aunque el ambiente navideño se podía vivir en todo el contorno del montaje desde una hora antes, con el concierto de villancicos ofrecido por la Diputación.
Y tras la llegada de los Reyes Magos al portal y ofrecer al niño oro, incienso y mirra, llegaba la gran foto de familia y la ovación multitudinaria del público, sirviendo de perfecta previa a las numerosas degustaciones que podían disfrutarse dentro del decorado, donde no faltaban los históricos cuquillos, el aguardiente, las castañas asadas o la chocolatada con la que se ponía el broche a esta más que esperada cita dentro de la tradición navideña en la comarca peñarandina.