El político navarro lidera Ciudadanos en un momento decisivo para el partido naranja
Desde finales de octubre, Carlos Pérez-Nievas lidera Ciudadanos en un momento decisivo para el partido naranja. En esta entrevista exclusiva para SALAMANCA RTV AL DÍA, el político navarro analiza con franqueza la evolución de la formación, los errores que han marcado su trayectoria reciente y los retos que afrontan en el escenario político actual. Con un discurso que combina autocrítica y esperanza, Pérez-Nievas comparte su visión para recuperar la confianza del electorado y redefinir el papel de Ciudadanos como una fuerza clave en la política española.
- Carlos, lleva usted desde 2015 formando parte de Ciudadanos. Casi una década dentro del partido. A grandes rasgos, ¿cómo ha vivido la evolución del partido?
- Lo he vivido como todo el mundo, con esa sensación de opción perdida y a la vez de opción necesaria. A posteriori también se han visto muchos errores que están ahí pero tenemos que pensar que lo más importante es todos los aciertos que Ciudadanos tuvo en el espacio político durante el tiempo que fue un actor protagonista. Desde un punto de vista político, está claro que Ciudadanos hizo unas transformaciones importantes en comunidades donde tuvimos la oportunidad, como aquí en Castilla y León. Lo más importante de decir cómo lo hemos vivido es, quizás con una falta de cultura política suficiente para haber tomado las mejores decisiones en los momentos más complicados. Eso era por la novedad de muchos de los dirigentes. Además creo que hubo excesivo protagonismo de los líderes para optar a una presidencia que yo creo que no debería haber sido el objetivo de un partido como nosotros, sin previamente haber existido una consolidación. También hay cierta falta de reconocimiento al trabajo hecho y a las nuevas formas de introducir en la política que se introdujeron. Ahora estamos en el momento de tratar de volver a recuperar un proyecto político que no será solo Ciudadanos, ya lo decimos, ya que creemos que tiene que ser un proyecto mucho más amplio, pero que vuelva a ser imprescindible en la sociedad española.
- En el año 2019 llega el mayor éxito de Ciudadanos con los 57 escaños en el Congreso de los Diputados, pero después de ese momento llega la debacle del partido. Dice que ha habido aciertos y errores, ¿pero cree que fue demasiado castigo para Cs desaparecer de esa forma en el Congreso?
- Sí, porque al final se produce una desaparición lenta, pero demasiado rápida, pasar de 57 a 10 en cuestión de 6 meses. Cualquier decisión le costaba muy cara al partido, porque tenías un votante muy volátil. Hay más de 7 millones de españoles que votaron en algún momento a Ciudadanos, que es una barbaridad, pero evidentemente no tenemos una base de millones de votos que te digan que, a pesar de las fluctuaciones, vas a estar entre 90 y 170 diputados. En nuestro caso fue un movimiento que era, digamos, entre comillas, voto prestado, que no supimos afianzar como voto propio de Ciudadanos, probablemente por nuestros errores, pero también porque la sociedad va a lo seguro cuando tiene momentos de incertidumbre.
- En este momento de crispación política que vivimos en la actualidad, ¿es el mejor momento para ese resurgir de Ciudadanos?
- El escenario en el que estamos ahora es inaceptable desde un punto de vista político. El sistema bipartidista me parece un sistema que hoy por hoy tal como está instalado en este país es inaceptable porque se llega a puntos de crispación donde esto se ha convertido en forofismo político y no puede ser. La gente va a votar a Sánchez con tal de que no gobierne el PP con Vox y la gente va a votar al PP con porque ‘necesitan echar’ a Sánchez, y eso es un problema. A mi me dijeron que si yo sería capaz de pactar con Pedro Sánchez y yo dije que por supuesto, que necesito pactar con Pedro Sánchez y echar del gobierno a aquellos que están condicionando y promocionando la desigualdad de españoles, que son los nacionalistas de derechas, PNV y Junts, más luego la extrema izquierda y nacionalistas de izquierda. Con todo ese escenario es evidente que prefiero Pedro Sánchez presidente sin ese lastre. Aquí se está viviendo un hooliganismo político porque la gente está votando a sus partidos no por convencimiento. Hace falta romper eso clarísimamente. Evidentemente, eso genera un espacio para la asociación política que representa Ciudadanos. Lo que yo creo también es que tenemos que animar a una parte de la sociedad civil que se decanta por la abstención, que es el gran partido político de este país, ya que el 40% de la gente no vota y por lo tanto lo que tenemos que hacer es sacar del abstencionismo a esa gente. Ciudadanos tiene que ser un actor fundamental pero no puede ser el único porque yo creo que Ciudadanos como marca política ha venido muy lastrada y nosotros tenemos que ser capaces de reconocer que tenemos que movilizar a parte de esa sociedad civil que en este momento está diciendo esto a mí no me gusta pero me retiro y que se maten entre ellos. Hay que decirles para que esto cambie tienes que volver a la arena política.
- ¿Quiénes deben ser los actores que deben acompañar a Ciudadanos?
- Partidos que estén en el mundo político no alineados y tiene que haber gente que de un salto a la política, que tienen que dar un paso adelante. La gente dice que está harta de estos políticos de carné en la boca que han hecho todo el tránsito desde las juventudes hasta aquí pero que no han tenido una vida profesional que les permita tener otra visión. Ese es el tipo de gente que necesitamos. Por eso digo que el proyecto tiene que tener en cuenta si o si a Ciudadanos y tenemos que jugar los dos ese partido de aquellas personas que quieran dar el paso para liderar una gran plataforma de espacio central alternativo a los dos para que sea una verdadera alternativa.
- A lo largo de estos meses ha hablado en varias ocasiones de dar un paso adelante. ¿Se considera usted un hombre valiente por afrontar esta empresa al frente de Ciudadanos?
- Valiente y realista. Yo no tengo mucha ambición política, solo el reto impresionante y casi obsesivo con Mariana Boadella y el equipo del Comité Nacional de que haya un espacio electoral en las próximas elecciones. La valentía es el compromiso y la necesidad de constatar, y después de lo de Valencia es un clamor, que este sistema político requiere unos retoques importantes. Algunos quieren acabar con el espíritu de la Transición pero nosotros lo ponemos en valor por lo que supuso de esfuerzo personal y de cesiones entre diferentes. Lo que tenemos que hacer es establecer un modelo que no permita que haya protagonistas mínimos con una mínima e ínfima representación pero a la vez con un poder desmesurado y absolutamente desproporcionado. Un territorio tan pequeño como el País Vasco está teniendo más influencia por supuesto en la ciudad de Castilla y León que muchas otras comunidades que tienen un peso específico en este país mucho mayor y entonces se están generando desigualdades con estas comunidades. Ahí hay que entrar, y no es una cuestión de valentía, es una cuestión de responsabilidad y que el sistema sea lo más justo posible.
- Hablaba antes de las próximas elecciones. ¿Cree que se van a producir antes de lo que realmente deberían de ser?
- Hay motivos para pensar que no, porque yo creo que al final Pedro Sánchez es un superviviente nato. No es una persona brillante por mucho que se diga y es una persona que tiene que estirar lo máximo posible su presencia en el poder porque él sabe que en el momento que salga de ahí no lo va a recuperar. El Partido Socialista también es consciente de que la travesía en el desierto que le puede quedar va a ser porque no hay una alternativa a Sánchez en este momento en el PSOE. Creo que Sánchez no tiene una repetición electoral garantizada de ninguna manera e interesa estirarlo, sobre todo porque desde el poder tiene más fácil controlar todas las cuestiones judiciales que le están acosando. Es mi opinión, evidentemente a él parece que le interesa tener que estirar esto porque si no, no le da pero puede ser que la bola judicial también le haga insoportable continuar, aunque también es verdad que nadie de los que le apoyan van a traicionarlo porque lo que viene consideran que es peor.
- Durante sus intervenciones desde que es el nuevo secretario general del partido ha hablado de construir una España mejor. ¿En cuál de todos los ámbitos le preocupa más España a día de hoy?
- La base de todo lo fundamental es la convivencia. Este país no puede estar dividido en bandos para todo. Me parece que una de las claves fundamentales es que volvamos a los principios donde la igualdad tenga que ser el punto fundamental, y te lo digo yo desde la posición de un navarro, a la que se le ha acusado de que su sistema fiscal generaba también desigualdad. Estamos aceptando cosas que son absolutamente inaceptables. Si tú cometes un delito al final te lo perdonan por interés político. Eso es absolutamente inaceptable. La clave es recuperar un punto de balanza donde esos elementos que distorsionan y que generan desigualdad son absolutamente insoportables y buscar un país donde tengamos los mismos derechos o prácticamente los mismos derechos y el margen de desigualdad sea lo menos posible y, sobre todo, la desigualdad no puede venir por el oportunismo político de un presidente.
- Otro de los mensajes que ha calado mucho en los últimos días es que no va a cerrar puertas a ningún partido de manera premeditada o anticipada. ¿Ese puede ser uno de los puntos fuertes en este ambiente en el que nos encontramos?
- Eso es una obligación para nosotros. Hay que conseguir que Sánchez nos necesite en sus políticas. El espacio que queremos crear podrá condicionar las políticas hacia la igualdad y si estamos dispuestos, hay que negociarlo sí o sí. No podemos no negociarlo porque nos parezca que sus políticas actuales han sido francamente erróneas para nuestro país. Si los votos de los españoles le dan la oportunidad lo que habrá que intentar como sea es que no se repita un gobierno como el de ahora. Con el Partido Popular también habrá que intentar negociar para que no le arrastre Vox como ha sucedido en Castilla y León.
- Para terminar, queda claro por todo lo que argumenta que durante este tiempo se ha echado de menos un partido como Ciudadanos. ¿Se hace más necesario que nunca ahora un partido como Ciudadanos?
- Ahora la sociedad lo está demandando, pero cuando nos presentamos a las elecciones de julio de 2023 había una demanda de cambio radical. Ahora es cuando sí se está echando en falta a Ciudadanos. A lo mejor no se trata tanto de echar a Pedro Sánchez, como se pretendía en esas últimas elecciones, sino de buscar partidos de consenso que puedan ayudar a evitar pactar con quien no deberían. Es evidente que ahora sí que hay un movimiento social que nosotros percibimos por el que se nos echa en falta. La gente nos dice: ‘Tenéis que hacer algo’. Y yo les digo que tenemos que hacerlo entre porque la sociedad nos tiene que ayudar porque evidentemente somos conscientes de nuestras limitaciones como partido extraparlamentario. Es imprescindible un espacio de consenso al margen de los dos partidos que sea una verdadera alternativa de gobierno y que evite las radicalidades y el beneficio exagerado y absolutamente injusto que produce para partidos que la ley electoral les da una sobre representación que no merecen y sobre todo que tiene una trascendencia política a nivel nacional en busca de sus propios beneficios y que generan desigualdad. Contra eso solo puede haber una alternativa en la que esté Ciudadanos. No hay otra alternativa
- En las próximas elecciones, ¿cuál es el objetivo?
- El objetivo de un partido político tiene que ser hacer las políticas que tú quieres. Las puedes hacer desde el gobierno o las puedes condicionar desde una oposición. En todo caso la clave y el objetivo que tenemos es ser elemento decisivo para transformar las comunidades autónomas y para transformar España y habrá una opción política en la que estará Ciudadanos porque creemos que es imprescindible. Cuando estuvimos mejoramos la política que había y por lo tanto si estuviéramos otra vez en ese escenario político al nivel que pudimos estar en su momento, de alguna manera lo condicionaremos y lo mejoraremos también y romperemos esta dinámica de locos de los últimos ocho años donde llega un país a una situación que yo creo que a nadie le está conformando. Repito que hay que acabar con el hooliganismo del voto y volver a sacudir a los abstencionistas para que se mojen en la vida política y eliminar a estos políticos profesionales que llevan toda la vida haciendo de la política su profesión y que desde luego no toman decisiones porque no están preparados para tomarlas, porque no saben trabajar más allá de la estructura del orden y mando de su propio partido.