Jesús Alfonso Sánchez recuerda a su amigo Juan Matías Santos García, fallecido la pasada semana
Por todo lo bueno y noble que me enseñó, y por la gran amistad que nos unió, en circunstancias tan difíciles para ambos.
“Cuando me mordía la injuria y la calumnia ahí estuviste hasta el último segundo.”
UNA AMISTAD VERDADERA se resume en 10 señales, no más, para qué más, sobran las “palabras”, vamos a los “hechos”.
Los artificiosos brillos dañan la amistad, y ya se sabe: “no es oro todo lo que reluce”, y hay brillos que camuflan “ignominias” que pretenden pasar por amistad.
Más de una, de dos, y de tres veces me dijo mi padre que los amigos, los buenos amigos, los amigos de verdad, se cuentan con los dedos de una mano, y a veces, muchas veces, sobran dedos… Y añadía: “Y la amistad autentica no exige mucho, solo verdad, lealtad y nobleza, principios básicos elementales en cualquier ser humano que se precie de ser llamado así.
LA AMISTAD, pues, solo requiere un principio: “VERDAD”, un atributo: “NOBLEZA”, y compromiso: “LEALTAD”.
Con esos tres parámetros (Verdad, Nobleza y Lealtad) tenemos más que suficiente para llegar a conocernos, y en consecuencia para llegar a ser más que conocidos, Amigos.
Verdad es sinónimo de certeza en los arquetipos del Alma, Lealtad es sinónimo de Entrega desinteresada, en estos mismos términos, y Nobleza es prototipo, modelo de sentimientos puros.
Diríase que es terreno abonado, para desarrollar lazos humanos, que conduzcan a una amistad verdadera, el hecho de que surjan de la veracidad, la fidelidad, y la certeza.
La Amistad se puede definir como “el vínculo afectivo entre dos personas”.
Un vínculo que trae consigo valores, como la lealtad, el amor y la confianza, valores que son muy importantes para nuestro día a día.
Por esa razón, se ha considerado a lo largo del tiempo, que “la amistad es uno de los pilares que sostiene la sociedad”.
Y precisamente le da el mayor de los valores el hecho de estar CARENTE de cualquier minucia de BENEFICIO personal, ya que si así fuere no sería amistad, sino “INTERES”, y el interés choca frontalmente con el principio básico de la amistad, la PUREZA.
LA AMISTAD VERDADERA SE BASA EN 10 SEÑALES PURAS, BASICAS Y OBVIAS
1-En la Amistad verdadera no hay EROS, como tampoco lo hay en el amor (yo amo a mis hijas,… yo tengo amistad con Juan).
Entiéndase por EROS el conjunto de tendencias e impulsos sexuales de la persona.
En la amistad verdadera el EROS no existe, no busca la unión física por atracción, busca y encuentra la unión de los corazones, la atracción se queda fijada en el alma de la otra persona, en “su ser interior”, y no en una atracción física o erótica.
En este tipo de amistad se ama como se ama uno a sí mismo, sin más, se es feliz viendo al amigo feliz, por el mero hecho de ser tu amigo, no se le compra, ni se le vende, ni se le tira, ni se le olvida.
2-La Amistad verdadera carece de ENVIDIA, esa tristeza por el bien ajeno, en el caso de la amistad verdadera no existe ese sentimiento porque por definición es incompatible con la amistad.
Envidia y amistad son excluyentes, el amigo verdadero disfruta del éxito del amigo como si fuera su propio éxito y ve el dolor o la humillación del amigo como propia, y trata de ayudarte en todo desinteresadamente, y sin pasar “factura” de ningún tipo, ya que esto sería una “inversión camuflada de amistad”, y por tanto carente de veracidad, incompatible con la verdadera amistad, como cuando se coge un estropajo y luego se le tira, o como cuando a un esposo o esposa se le estruja, y luego se le arroja a las tinieblas infernales.
El amor verdadero es un amor sin envidia, coincidiendo casi con el amor de la Caridad.
3-En la Amistad verdadera no hay rivalidad ni competencia, los amigos no compiten, se complementan, se ayudan con el amigo no hay que demostrar que se es mejor o más guapo, con “el amigo solo hay amistad”, se aprende, se gana o se pierde, y da exactamente lo mismo, no hay competencia, simplemente hay ayuda, nadie compite con nadie, todos trabajan y colaboran según lo que son y lo que pueden, sin necesidad de compararse ni de competir con nadie. Y todos se dan por bien pagados.
4-En la Amistad verdadera no hay interés, puede haber amigos de ocasión, pero eso es otra cosa, ya que estos no perseveran a tu lado el día de tu pobreza o de tu necesidad, o aflora el “interés”, su interés, y si ya no te pueden estrujar, huyen como pájaros de mal agüero.
Es conocida la frase: “con amigos como tú, no necesito enemigos”
La amistad verdadera no es interesada, es gratuita, no busca su propio interés, por eso “la amistad verdadera no tiene precio”, no hay moneda que la pague.
5-En la Amistad verdadera no hay CELOS, no aparece el rival, esa tercera persona que “real o Imaginaria” crea tantos conflictos en los cimientos de la que se llama amistad (o matrimonio), pero que no lo es.
La verdadera amistad no entiende de rivales, actúa de corazón, sin más, el amigo es enteramente libre, nadie viene a quitar nada a nadie…
6-En la Amistad verdadera no tienes que poseer ni defender nada, y sin embargo el corazón de tu amigo es tuyo, disfrutas con su compañía, y cuando se va sigues gozando de su recuerdo.
En la amistad verdadera no se juega con los sentimientos ajenos, se respeta la vida de cada cual.
La amistad verdadera no es posible en la carne, y sí lo es en el Alma o en el Corazón.
“Es el Amor, con el Amor y para el Amor”
7-En la Amistad verdadera hay EMPATIA profunda, el amigo te conoce, te ayuda a conocerte mejor, y te acepta tal y como eres, NO PRECISA NI NECESITA CAMBIARTE, ya que ahí intervendría el “interés”, con sus “altas” y sus “bajas”, como sucede en la “bolsa”.
La mirada del amigo hace que te sientas bien, y muchas veces te conoce mejor que tú a ti mismo.
8-En la Amistad verdadera hay CONFIANZA PLENA, no solo guarda tus secretos, sino que te defiende, te comprende.
Un amigo verdadero es un refugio seguro donde puedes acudir siempre, un refugio contra todo mal, por eso el amigo de verdad es un “tesoro” como dice La Biblia.
9-En la Amistad verdadera hay un CRECIMIENTO PERSONAL MUTUO, no existe la amistad para hacer el mal, los que se unen y se juntan para hacer el mal se llaman “cómplices”, no amigos.
La amistad verdadera hace crecer el bien, la virtud, entre los amigos.
La amistad verdadera ayuda al desarrollo personal y a la felicidad en la vida, lo dice La Biblia: “no te juntes con gente malvada, huye de ellos, aléjate de ellos, solo buscan tu desgracia, deja toda relación que no encamine tus pasos hacia el bien…”
La verdadera amistad tiene un compromiso radical, se compromete contigo, “se la juega” es capaz de renunciar al dinero, al tiempo, para hacer tu bien, te da ayuda gratuita y verdadera, incluso da la vida por ti…, se compromete heroicamente contigo, lo dice Jesús: “No hay amigo más grande que el que da la vida por sus amigos”… ¡¡ Y por su prole…vino a salvar al Mundo!!
10- Y por último, la Amistad verdadera abre un puente hacia DIOS y hacia la felicidad, la amistad verdadera se trasciende a sí misma y te abre el cielo.
La verdadera amistad conduce a DIOS.
Algún día querido Juan estaremos los dos nuevamente juntos, en presencia de Dios, sin dolores, ni vómitos, con el peso adecuado, con nuestros libros, y con la mente ágil, mucho más ágil de lo que la tuvimos, porque solo estará ocupada por esa AMISTAD DIVINA que une a los hombres en la mejor de ellos mismos, su ALMA.
Leí sobre este tema que me ocupa, tu muerte y resurrección, una noche de duermevela, cuando los pacientes nos visitan en sueños y nos quitan el sosiego del descanso.
Me tomo la libertad de mandarte mis pensamientos (sentimientos) porque sé que pronto, muy pronto, recibiré tu respuesta, que tanto anhelo, y que tanto bien me hace.
Dice San Agustín: “La muerte no es nada, solo has pasado a la habitación de al lado…”
Pronto estaré contigo, abrazándote…
Tu muerte aconteció el día 10 de diciembre, el mismo día (de 1948) en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Tú y yo sabemos muy bien que habrá otro día, otro Juicio, donde dichos Derechos sean realmente Declarados y Cumplidos.
Recibe Juan Matías mi fraternal abrazo.
Siempre tuyo, amigo y compañero.
En Ciudad Rodrigo a 15 de Diciembre de 2024
Fdo. Jesús Alfonso Sánchez