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El primer instituto de Enseñanzas Medias en Salamanca nació en 1845 y hoy pervive ¿Sabes cuál es?
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El primer instituto de Enseñanzas Medias en Salamanca nació en 1845 y hoy pervive ¿Sabes cuál es?

Actualizado 26/11/2024 22:47
Rosa M. García

Ubicado en el Patio de Escuelas, se trasladó a los Jesuitas, posteriormente al Trilingüe y después se dividió en dos

El primer instituto de Enseñanzas Medias en Salamanca nació en 1845. Ubicado en el Patio de Escuelas y con posteriores traslados, luego se dividió en dos; hoy siguen existiendo. Constantino Blanco Rubio, profesor honorífico, colabora con un proyecto de investigación sobre la historia del instituto Lucía de Medrano a lo largo de su tiempo y de la Enseñanza Media Femenina en Salamanca, ya que fue instituto femenino durante muchos años hasta que se hizo mixto en 1984-85.

"El Lucía de Medrano es, junto con el Fray Luis de León el único instituto (porque antes era uno solo) que existió en Salamanca desde 1845, hasta hoy. No tenía nombre y era solo un centro que se llamaba Instituto de Segunda Enseñanza de la Provincia de Salamanca". En 1939 fue cuando se dividió en dos, "justo al ir finalizando la guerra civil, porque la educación franquista no concebía la coeducación -chicos y chicas juntos- y entonces hicieron dos, uno masculino y otro femenino. Se les llamó masculino y femenino desde esa época, pero hasta entonces eran el mismo".

El instituto original, explica este profesor, estaba en el Patio de Escuelas, "en las Escuelas Menores y pertenecía a la Universidad. El rector era también el jefe del Instituto, luego había un director". Y es que los institutos de enseñanzas medias nacieron como Bachiller donde había universidad, que es el caso de Salamanca y otras ciudades de España. "Era en las Escuelas Menores donde se impulsaban los estudios de Bachiller antes de una carrera superior. De ahí que fuera esa la sede".

En los primeros 20 o 30 años "no hubo ninguna chica, porque la costumbre y las normas de entonces no favorecían que las chicas estudiasen y si había alguna que estudiaba iba a colegios privados, religiosos, donde tenían menos problemas para la matrícula, por ejemplo". Alrededor de 1890 es cuando "se empieza a permitir o empieza a ver alguna chica en los institutos; en el caso de Salamanca, la primera fue en 1888, la primera que se matriculó en el instituto que había".

Posteriormente, explica, la sede se tuvo que abandonar, porque estaba muy deteriorada, y se fue al actual actual edificio de los Jesuitas. Fue en 1933, en la República. "Se expulsó a los Jesuitas de la docencia y de Salamanca, se aprovechó el edificio vacío para llevar a allí el instituto". En ese momento, explica, "ya había unas cuantas decenas de chicas y unos 200 o 250 chicos. Cuando volvieron los Jesuitas en el 38-39 por el resultado del conflicto bélico y la ideología dominante, tienen que irse, tras resisitir un año o dos de mala manera, y terminan en el edificio Trilingüe, que era el Colegio Mayor antiguo de Salamanca, donde está actualmente la Facultad de Físicas y la biblioteca Zacut".

Ahí instalaron "el Lucía y el Fray Luis, que reciben el nombre en 1943. El Lucía se traslada en el 43 y el Fray Luis en el 44. Están allí hasta 1967-8 y 1974", respectivamente. En estos años se hacen los dos edificios actuales donde se ubican ambos institutos, que era un descampado. "Primero el Lucía, al lado del campo de fútbol de la Unión Deportiva Salamanca, que es donde está ahora la estación de autobuses. Era un descampado que cedió el Ayuntamiento para construir el Lucía. 4 o 5 años después se construyó el actual Fray Luis; y unos años después la Escuela de Idiomas". En 1984-85, ambos institutos se hicieron mixtos.

El Torres Villarroel, señala, fue el tercer instituto de Salamanca, "en 1973 y ya nació como mixto, porque ya lo eran todos por Ley".

"Lo que intento enlazar es todo y cómo también estos institutos, estos edificios y estos proyectos forman parte del cambio urbanístico. El crecimiento de ese barrio que se llamaba Salas Pombo y ahora es el barrio de San Bernardo", afirma Constantino, que señala que "me metí en el proyecto porque me encanta la investigación histórica".