La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático fue adoptada durante la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992. Entró en vigor el 21 de marzo de 1994 y ha sido ratificada por 196 Estados. La Conferencia de Partes (COP) es el Órgano Supremo de Decisión.
La 29.ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP29), termina hoy en Bakú (Azerbaiyán). Curiosamente los dos años anteriores se ha celebrado también en países exportadores de petróleo. En 2023 se celebró en Dubái (Emiratos Árabes) y la anterior en Sharm el Sheij (Egipto).
El científico sueco Svante Arrhenius ya en 1896 predijo por primera vez que los cambios en los niveles de dióxido de carbono podrían alterar sustancialmente la temperatura de la superficie terrestre por el efecto invernadero. Las protestas sociales sobre el progresivo deterioro del medioambiente se han ido generalizando en todo el mundo desde 1970 en que se celebró el primer Día de la Tierra impulsado, curiosamente, por el senador demócrata por Wisconsin Gaylord Anton Nelson, a cuya invitación para manifestarse acudieron dos mil universidades, diez mil escuelas y centenares de comunidades y movimientos ambientalistas. Pero no fue hasta 1979 cuando tuvo lugar la primera Conferencia Mundial sobre el Clima en Ginebra y en ella se definió el cambio climático como un problema global urgente haciéndose un llamamiento a todos los gobiernos para hacerle frente.
Pero después de 45 años y 29 Conferencia Partes sobre Cambio Climático (creo que a estas alturas es más exacta la denominación de Crisis Climática) hemos avanzado poco. Las grandes empresas petroleras continúan teniendo beneficios récord año tras año, el deterioro del clima es cada día mayor, más evidente, y como hemos vivido recientemente los desastres asociados fenómenos atmosféricos son más amplios y dramáticos.
La muy conocida activista medioambiental sueca Greta Thunberg con tan sólo 16 años grito enojada ante todos los miembros de Cumbre del Clima de las Naciones Unidas reunidos en su sede en septiembre de 2019 Nos están fallando. Pero los jóvenes están empezando a entender su traición. Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías.
A esta COP29 no acudirán los líderes de Estados Unidos y China, los más contaminantes del planeta ya que entre ambos suman casi el 45% de las emisiones de CO2. Tampoco están en Bakú los representantes de Brasil, India, Rusia, Canadá, Australia. Se ausentan de la cita Francia, incluso la Presidenta de la Unión Europea Ursula von der Leyen excusa su presencia. Así que con tantas ausencias poco se puede esperar de esta cumbre.
Varios países insulares, como Papúa Nueva Guinea, cuyas tierras se están literalmente hundiendo en el mar por la subida del nivel de agua de los océanos, se han retirado por consideran estos eventos además de carísimos, una pedida de tiempo. En resumen, asisten los países mas afectados por la crisis climática y no lo hacen los que más están contribuyendo a ella. Frenar la crisis climática exige acciones globales urgentes y a lo que parece no todos estamos por la labor, pero de la declaración final de la COP29, se espera muy poco, algunos de los presentes ya la han calificado de inaceptable, expresiones genéricas, palabras vacías y ningún compromiso con relación a los dos objetivos que la reunión tenía ya que no se fijan cantidades para realizar acciones ni se dice quién debe aportar los recursos necesarios. De nuevo papel mojado.
La ciencia es clara: el aumento continuado de la temperatura agravado por el uso de combustibles fósiles está teniendo consecuencias directas en la salud de millones de personas [también en la economía], a través de fenómenos extremos como DANAS, olas de calor, incendios, sequías o la contaminación global. Afirma la Directora de la ONG Salud por Derecho[1] y añade: Sin medidas contundentes, sus efectos serán cada vez más devastadores, afectando especialmente a las poblaciones vulnerables y aumentando la desigualdad. Y todos sabemos lo que traen consigo las desigualdades: pobreza, hambre, emigración, violencia social, etc. (Informe El impacto del cambio climático en la salud de las personas[2]). Y aún hay negacionistas de lo que está sucediendo, pero como todos los negacionistas sin aportar argumento alguno de su negativa.
Pues eso que como sigamos así en 100 años todos calvos, lo que queden, y sino no lo anticipa Putin.
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