Ubicada en el Polígono Industrial Montalvo II, se trata de una empresa familiar con más de 60 años de historia
Bodegas Labrador, ubicada Calle Cañón de Río Lobos 31 en el Polígono Industrial Montalvo II, es una empresa familiar que actualmente es liderada por su cuarta generación. Muchos años de historia y una trayectoria irreprochable.
Fue fundada en 1955 cuando la venta de vinos se hacía en pellejos y todo eran graneles, en principio para vender las elaboraciones que la familia hacía en el municipio serrano de San Esteban. Su recorrido fue ascendente, y posteriormente, en la década de los 70 se comenzó a embotellar, cuando el mercado comenzó a demandar vinos embotellados y no graneles.
A finales de los 90, concretamente en 1999, se trasladaron a las instalaciones actuales y se abrió tienda. Hasta la fecha solo se trabajaba con hostelería. Actualmente, venden a todos los públicos y se ha ampliado el portfolio con una representación muy numerosa de distintas D.O. y han vuelto a elaborar vinos en la D.O. Sierra de Salamanca. “Se puede decir que ha sido un viaje de ida y vuelta: en el año 55 el bisabuelo vino a Salamanca en busca de mercado para los vinos que él elaboraba en San Esteban y en el 2017 hemos vuelto a La Sierra a ofrecer a nuestros clientes nuestra particular forma de entender los vinos”, explica Agustín Labrador, responsable.
Se trata de una empresa que es un verdadero tesoro para los amantes del vino por su impresionante selección, una bodega que ha sabido ganarse un lugar destacado entre las mejores de la provincia, gracias a su amplia variedad de referencias y su trato cercano y profesional.