Una muestra en la Sala Núñez Solé, del Palacio Episcopal de Salamanca, que conmueve por su fuerza y su generosidad
Anidan en las paredes grises de hormigón de la Sala-Taller Núñez Solé las historias de vida vivida con dignidad, fuerza y alegría. Es el primer plano del corazón, el gran formato del día a día de aquellos que le tienen que echar aún más ganas a la vida, aún más fuerza. Y sus rostros, y los de aquellos que acompañan con más coraje aún, tienen la luz de la que se han enamorado más de una treintena de fotógrafos salmantinos que saben plasmar el valor diario de los corazones de AVIVA. Y la muestra fotográfica de sus retratos es de un valor, de una belleza que emociona como se emocionan Eugenio Sánchez y Carmen Borrego, artífices del encuentro entre los héroes de esta historia y sus talentosos testigos, aquellos que han sabido retratar y relatar, con profesionalidad, rigor y compromiso la alegría de vivir, la fuerza para enfrentar la vida, la emoción de sentirse protagonistas de su propio empeño. Son los pasos del valeroso corazón de la Fundación AVIVA Salamanca, el rostro sincero y bellísimo de sus grandes héroes retratados con el mismo amor y cercanía que desprende esta muestra plena de verdad.
Charo Alonso: ¿Cuál ha sido el objetivo de esta exposición?
Eugenio Sánchez: Pensábamos en celebrar el XV aniversario de la “Carrera de los 1000 pasos” con diferentes actos. Se decidió hacer un concurso de microrrelatos y en medio de una reunión con La Gaceta y el Corte Inglés, con Marian Holgado, Enrique Rodríguez y nosotros, pensando en qué podíamos hacer para que se conociera la vida y la historia de las personas que son AVIVA —y que no la contáramos los técnicos que trabajamos en ella— y se nos ocurrió esta exposición, también para que ellos aprendieran a contar su propia historia.
Carmen Borrego: Pensamos en una muestra fotográfica que mostrara su día a día y se lo propusimos a los artistas. Juntar a los fotógrafos con los participantes ha sido muy hermoso.
E.S.: Primero se lo planteamos a las familias, sin las familias no existiría AVIVA. Es una exposición muy íntima de 36 familias con 36 fotógrafos y una increíble energía entre todos. Conversamos con ellos para explicarles que queríamos una fotografía de gran tamaño, la mayoría de las imágenes son de 100x70 cm, y para decirles que el lugar, el estilo, la idea era de ellos.
C.B.: Lo más bonito, repito, fue juntar a las familias con los fotógrafos, que no se conocían. Esos encuentros, esas conversaciones eran necesarias. Nosotros hicimos un listado de artistas, organizamos las reuniones para hablar y las familias pusieron todo a disposición del artista: su tiempo, su casa… y el fotógrafo tuvo libertad para expresarse.
Ch.A.: ¿Qué le pedíais a cada uno de los fotógrafos? ¿Cómo afrontaron los artistas esta propuesta?
E.S.: Nuestra tarea primera fue que se conocieran, y luego todos fueron libres. Queríamos que los fotógrafos fueran capaces de captar la idea de la discapacidad, que fueran capaces de establecer una relación, que preguntaran lo que quería cada uno. Te pongo un ejemplo, con Elena y Alfonso Barco fue muy bonito, porque la hija del fotógrafo es voluntaria de AVIVA. A Elena le gusta el golf pero al final, eligió aparecer en la fotografía con su amiga. El fotógrafo escuchó a la modelo y juntos hicieron el retrato.
C.B.: Prácticamente todos los fotógrafos a los que se lo propusimos dijeron que sí. Y estuvieron felices. Tenemos incluso más fotografías que hemos dejado para mostrarlas más adelante. Algunos nombres son muy conocidos de la fotografía salmantina, otros han sido un descubrimiento, hay veteranos, noveles… tenemos de todo.
E.S.: Cuando supimos lo que queríamos con el primero que fuimos a hablar fue con Jota, él nos hizo un primer listado que confrontamos con Carmen.
C.B.: Nuestros fotógrafos son muy diversos, y muchos de ellos no habían tenido contacto con la discapacidad. La verdad es que si no tienes relación con la discapacidad, no la ves. Y lo mismo con las familias y la fotografía, muchas de ellas no habían tenido contacto nunca con un fotógrafo profesional. Ha sido una primera vez para todos.
E.S.: Ese es uno de los objetivos de AVIVA, hacer visible la discapacidad, difundir el hecho de que los derechos de las personas con discapacidad deben ser reconocidos, que tienen mucho que aportar a la sociedad. Y que están ahí porque si no estás eres invisible y ellos están.
C.B.: El resultado es que hay personas y hay amor. Y los fotógrafos lo han visto. Lo que transmite esta exposición nos emociona a todos porque todos queremos ser felices en la vida y ellos lo son. No siempre, claro, no hemos querido mostrar lo duro de la discapacidad, sino el día a día. Y en esta muestra hay alegría. Y luz, y amor. Les decíamos que podían posar como quisieran, con sus familias, que son parte importantísima de su vida, con sus amigos, solos, con aquello que aman, como sus perros, sus aficiones… Todos estos primeros planos tienen amor.
Ch.A.: ¿Cómo se sintieron en el acto de inauguración?
C.B.: Yo creo que felices, importantes, protagonistas. Y además, se produjo el reencuentro con su fotógrafo, que fue precioso también.
E.S.: Verse reflejado en una fotografía de este tamaño impacta. Se ha creado un vínculo, una familia dentro de la familia AVIVA. Queremos que sean protagonistas de sus vidas, ese es el objetivo, que disfruten de los talleres, del ocio, y que aprendan a gestionar su vida diaria, darles apoyo. Y esta iniciativa ha sido un abrazo, y no hay que olvidar que también hemos tenido a algún fotógrafo también con discapacidad.
Ch.A.: Hablamos en la Sala de la Contemplación, junto a esta pieza tan hermosa de Núñez Solé… ¿Cómo ha sido encontrar este espacio tan hermoso para la muestra?
C.B.: Hemos tenido una maravillosa acogida, tanto Tomás Gil como Juan Andrés Martín, del Servicio de Patrimonio Artístico de la Diócesis de Salamanca, nos han dado todas las facilidades. No han podido ser más sensibles con el proyecto. Han sido todo generosidad. Y algo muy importante, este espacio es un espacio adaptado, otras instituciones nos ofrecieron generosamente los suyos, pero no eran accesibles…
E.S.: Tenemos que intentar que las barreras, las que se ven y las que no se ven, se vayan derribando y que no sean las personas las que se adapten a los espacios, sino la sociedad a las personas.
C.B.: Y siguiendo con el espacio, la reacción de Tomás Gil y Juan Andrés Martín fue inmediata para ceder en este momento el espacio, porque lo queríamos hacer coincidir con la Carrera de los 1000 pasos, con la salida del calendario solidario y con la preparación del catálogo.
E.S.: El catálogo va a ser muy importante porque va a reconocer la experiencia, que ellos expliquen su vida más allá de la exposición. Que expliquen este encuentro más allá de la fotografía. Las muestras pasan, pero el catálogo permanece y en él queremos hablar de los fotógrafos que la han hecho posible, poner su foto, reconocerles, situarles al mismo nivel que los participantes, porque todos son protagonistas.
C.B.: Son 36 fotógrafos y 36 personas, todos han entregado su tiempo, su trabajo y su talento de forma desinteresada.
Ch.A.: Salamanca siempre ha sido una ciudad de espléndidos fotógrafos y vosotros los habéis logrado juntar a casi todos.
C.B.: Nos han dicho que ha sido increíble unirlos a todos, y en tan poco tiempo porque había que cumplir plazos. Son fotógrafos de prensa, de Semana Santa, de conciertos, de deportes, de estudio… aficionados, profesionales, antropólogos de la imagen, de todas las edades y estilos…
E.S.: Algunos de fuera de la ciudad, de la provincia. Y mira, nadie nos ha pedido ni las dietas del desplazamiento. Solo preguntaban ¿cómo tiene que ser, cómo os enviamos el archivo? Se les dejó absoluta libertad, incluso con David Rollán, por ejemplo, que estaba fuera, se alargó el plazo porque con las actividades de todos es muy difícil hacer coincidir fechas… Pero ya está y ahora hay que invitar a la gente a que venga a ver esta exposición, a conocernos, a conocerles y a disfrutar. Necesitamos hacer visible la discapacidad, generar interés por nuestras actividades, esta es una iniciativa para visibilizar la vida de todos los días.
Ch.A.: Me ha emocionado especialmente el collage del día a día de Paula tras la cámara de David Arranz.
E.S.: Es que fue emocionante, todos lo han sido, pero este retrato muestra muy bien la entrega diaria de la familia, la vida cotidiana. Cada uno de los retratos muestra al protagonista de su propia historia.
Ch.A.: Son unas fotografías bellísimas, primer plano del corazón.
C.B.: En esta muestra hay belleza, hay amor, hay alegría, aspectos de la vida tan necesarios para todos, no solo para el mundo de la discapacidad.
E.S.: Y hay verdad, la discapacidad es auténtica, en ella no hay engaños ni malas intenciones. Hay verdad, autenticidad. Y eso es lo que queríamos reflejar.