La vida feliz II

A la pregunta ¿qué es la vida feliz? respondemos hoy desde la observación de la sociedad actual. La respuesta a la pregunta formulada, que es muy general, puede responderse desde muy distintos puntos de vista o de reflexión. Fijémonos hoy en qué es para la gente la vida feliz; o dicho de otra manera, a donde va a buscar la felicidad la mayor parte de la gente. La felicidad para el ser humano está en el placer, sentir placer es el sumo bien del hombre que se identifica con la felicidad, venga de donde venga y se perciba por cualquier sentido externo o interno o cualquier facultad de la mente, del ánimo, del alma o del espíritu. De estas diversas maneras se han denominado las facultades del ser humano que lo distinguen de los animales y demás seres vivientes. Porque la tendencia a la felicidad está en la misma naturaleza del ser humano y ésta tendencia es propia y exclusiva, como lo afirman los filósofos desde Platón y lo podemos comprobar si observamos y reflexionamos sobre nuestras apetencias y deseos. La contrapartida es que el ser humano es feliz si vive de acuerdo a la naturaleza, aunque en este tema discrepan los pensadores en cuanto al modo de vivir de acuerdo a la naturaleza humana.

Nos vamos a fijar en un hecho de dimensiones planetarias. Sin duda esas riadas de gente, de las que nosotros mismos podemos formar parte, siguiendo los impulsos de su naturaleza, van buscando el placer. Son los turistas. Los medios de comunicación nos ponen al día de los millones de personas que viajan, se mueven por todos los medios de trasporte por todo el mundo buscando el placer que entra por los ojos y los demás sentidos y que luego cada uno lo gestiona a su modo. Sin duda muchos se quedan en la visión sin más que le da un paisaje o una obra de arte. Otros llegan a la contemplación de la belleza de un atardecer cuando el sol se hunde en el mar, o de otro fenómeno cualquiera de la naturaleza o en la belleza creada por el hombre en un cuadro del Museo del Prado. Su espíritu puede llegar al éxtasis de placer. Y por tanto a la felicidad interior. Pero si queremos conocer hasta dónde llega la sociedad de hoy en la consecución de esa felicidad, sólo podemos hacer observaciones o conjeturas personales, ya que no es posible aplicar la estadística para determinar los pensamientos, sentimientos y vivencias de cada persona. Me queda, pues, invitar a mis lectores a la observación del hecho turístico actual y para ello les recuerdo que hay diversas formas y modos de turismo, entre los que hoy está en boga el turismo gastronómico.