La Hermana María Victoria ofreció su testimonio en la presentación del Día de la Iglesia Diocesana
La Diócesis de Ciudad Rodrigo presentó en la tarde del martes el denominado Día de la Iglesia Diocesana que conmemorará el próximo domingo 10, con el cual se resalta “la porción del Pueblo de Dios que se le confía a un Obispo para pastorearla con sus sacerdotes”, en palabras del Obispo José Luis Retana. En este 2024, este Día de la Iglesia Diocesana tiene como lema Una que cambia vidas, al hilo del Congreso Nacional de Vocaciones que tendrá lugar en febrero en Madrid (al que acudirán 12 personas de la Diócesis Civitatense).
Con este motivo, la presentación de este Día contó –y fue el contenido principal del acto- con el testimonio vocacional de la Hermana María Victoria, perteneciente a la Congregación de las Misioneras de la Providencia, que desarrolla su tarea vinculada a la educación en el Colegio de la entidad en Ciudad Rodrigo (es la responsable de Pastoral tanto del Colegio como de la Congregación, además de ser catequista de la Parroquia de El Salvador, a cuyo párroco, José María Rodríguez-Veleiro, le dio las gracias).
En su intervención, expuso que ha pasado por varias diócesis, como las de Toledo (es natural de un pueblo de esa provincia), Madrid, Zamora, Salamanca y Ciudad Rodrigo, señalando que “da igual donde estés, porque Dios está en todos los sitios”, añadiendo que “tengo la certeza de estar donde quiero estar, porque Dios me ha puesto ahí” y que “es importante acudir a Dios en todo momento”.
Desde su punto de vista, es de “gran riqueza” la llamada a la vida vocacional, que ella sintió desde pequeña, exponiendo que “la vocación es aquello que nos gusta”, en su caso “ayudar, servir a los demás”, considerando que ya desde pequeña ha sido “voluntaria para todo”. Por último, expresó que “tenemos una Iglesia muy viva piensen lo que piensen algunos, y Dios sigue llamando” aunque “la vocación no se presente clara”.
Aunque no se incidió demasiado en el detalle, esta presentación de la tarde del martes tenía como finalidad “rendir cuentas” de la actividad de la Diócesis durante el año 2023, incluido en el apartado económico, donde los capítulos tanto de ingresos como de gastos crecieron en medio millón de euros respecto a 2022.
> LOS INGRESOS
De hecho, el aumento de los ingresos es incluso superior, ya que, si de la cifra total del año pasado se descuenta la cantidad que se aportó para equilibrarlos con los gastos, el incremento supera el millón de euros, pasando de 2.152.715,93€ a 3.173.245,30€.
La partida que más creció de un año a otro fueron los denominados ingresos financieros, que pasan de 265.380,45€ a 930.155,75€, porque “la cartera de valores ha sido positiva”, en palabras de Manuel Domínguez, ecónomo de la Diócesis. Estos ingresos financieros forman parte de los ‘Ingresos de patrimonio y otras actividades’, que ascendió a un total de 923.057,16€, contabilizándose 55.463,72€ más en concepto de alquileres de inmuebles, pero descontándose 62.562,31€ por ‘actividades económicas’.
Como es habitual, la partida de ingresos de mayor cuantía es la aportación de la Conferencia Episcopal Española a la Diócesis mediante el denominado Fondo Común Interdiocesano (que tiene en cuenta el número de habitantes, de parroquias y sacerdotes, si hay Seminario, etc.), que también crece respecto al año pasado, debido a que se están poniendo más ‘X’ en la Declaración de la Renta a favor de la Iglesia Católica. En concreto, el dinero recibido por la Diócesis Civitatense pasó de 1.213.167,15€ a 1.374.261,26€.
El 3º gran apartado de ingresos según el balance económico fueron las aportaciones de los fieles, ascendiendo a 387.732,07€ (6.000€ más que en 2022), desglosados de la siguiente forma: colectas parroquiales, 175.882,67€; otros ingresos de los fieles, 196.863,35€; y suscripciones, 14.986,05€.
Por último, como ‘Otros ingresos corrientes’, se contabilizan 369.158,70€: como ingresos de instituciones diocesanas, 150.666,96€; en concepto de subvenciones públicas corrientes, 134.469,97€; y por ingresos por servicios, 84.021.77€. Por último, como ‘Ingresos extraordinarios’, se recogen 90.218,54€ de enajenaciones de patrimonio y 28.817,57€ como ‘otros ingresos extraordinarios’.
> LOS GASTOS
En lo referente al capítulo de gastos, la cifra total que figura es de 3.173.245,30€, pero descontando la cantidad que se añade para equilibrarlos con los ingresos, se quedan en 2.529.928,02€, por debajo de los 2.624.031,57€ del año anterior, 2022.
Según explicó Manuel Domínguez, es debido al fallecimiento de sacerdotes (que hace que se paguen menos retribuciones a los mismos), al descenso en el gasto en actividades pastorales y asistenciales, al menor coste del Seminario, y especialmente a la reducción en el gasto en la conservación de edificios y sus gastos de funcionamiento (que pasan de 1.246.295,50€ a 1.005.016,20€, al no ejecutarse ‘obras propias’, sino dentro del convenio con la Diputación).
En lo que respecta a la retribución del clero, baja de 477.276,97€ a 452.127,95€ (397.333,29€ correspondientes al sueldo de sacerdotes y religiosos, y 54.794,66€ a las aportaciones a la Seguridad Social y las prestaciones sociales); mientras que la retribución del personal seglar crece ligeramente, hasta los 148.284,51€ (110.239,24€ en concepto de salarios, y 38.045.27€ como aportaciones a la Seguridad Social).
Respecto al gasto en acciones pastorales y asistenciales, bajó de 578.603,21€ a 512.989,29€, desglosado de la siguiente forma: 360.291,04€ en actividades pastorales (incluyendo las de parroquias y delegaciones diocesanas); 11.395,63€ en actividades asistenciales; 1.540,70€ para ayuda a la Iglesia Universal; y 139.761,92€ como entregas a otras instituciones diocesanas (parroquias, la Fundación Ciudad Rodrigo o alguna residencia).
En lo que se refiere al Seminario, la aportación diocesana en 2023 fue de 188.403,20€ (3.300€ menos que el año anterior). Por último, hubo un gasto de 142.512,51€ en programas de rehabilitación; y 80.540,26€ como ‘otros gastos extraordinarios’.
En otro orden de cosas, Manuel Domínguez apuntó que se han incrementado las donaciones a las parroquias gracias a la nueva Ley de Mecenazgo aprobada hace unos meses, que permite que las desgravaciones para los donantes sean mayores (hasta un 80% por las donaciones hasta 250€, y un 40% por las donaciones a partir de esa cifra), con lo cual se espera que la cifra de donaciones al final de 2024 sea superior.
Por último, durante el acto de la tarde del martes el Obispo José Luis Retana comentó que la Diócesis va a enviar “una cantidad sustanciosa” a Valencia a través de Cáritas, no estando cerrada todavía la cifra concreta ya que, además de la aportación de la propia Diócesis, los sacerdotes diocesanos van a realizar donaciones particulares.