Javier Cascón ha formado parte del convoy que partía este sábado de Villoria con toneladas de agua, alimentos y diferentes productos de abastecimiento para los afectados de la Dana en Valencia
La solidaridad de los pueblos de punta a punta de España con todos los afectados por la Dana en Valencia y Castilla la Mancha está siendo verdaderamente masiva, algo que se está viendo y viviendo en todos y cada uno de los puntos habilitados para la entrega de ayudas para poder enviar a los damnificados por la que sin duda es una de las mayores tragedias naturales que ha sufrido el país en su historia reciente.
Entre todas las movilizaciones, surgía una muy temprana, en Villoria y de la mano nuevamente de la generosidad de empresas y vecinos quienes, en pocas horas, pudieron enviar un gran convoy de ayuda compuesto por cinco furgonetas y un camión, que trasladaban varias toneladas de agua, alimentos y diferentes productos, iniciativa que contaba con la activa participación en su organización y desarrollo del villorejo Javier Cascón Miguel, responsable de la empresa Premovi 2.0
Javier, acompañado por una expedición vecinal entre la que se encuentra el alcalde de Villoria, Alex González, partían de la localidad en torno a las seis de la mañana de este pasado sábado con destino Valencia, una travesía que ya se ha convertido en el viaje de sus vidas. “El trayecto lo hicimos bien hasta llegar a la A-3. Desde ahí la Guardia Civil solo dejaba pasar a furgones con ayuda para la gente. Tras el control iniciamos ese nuevo camino que, desde el primer pueblo en el que entramos y hasta el último, nos llevaba a recorrer unos 90 kilómetros” explica Javier, quién asegura que en esa ruta “las imágenes son impresionantes…es un escenario peor que la guerra…está todo arrasado”.
Javier y el equipo no lograban descargar en el lugar que tenían previsto inicialmente debido a la complicación que presentaba la zona. “Nos pidieron que bajáramos lo que llevábamos hasta Albal, localidad que está muy cerca de Catarroja” y desde ahí, continua, “nos localizaron unos todoterrenos que nos bajaron a buscar por unos caminos muy estrechos, quienes nos guiaron hasta llegar finalmente a descargar en una barbería del pueblo, sobre las 6 de la tarde”.
Una vez situados en el establecimiento, habilitado ahora para poder servir de punto de recogida de ayuda, abrían los portones de las furgonetas y comenzaban a descargar en cadena, momento en el que vivieron probablemente los instantes más duros. “La gente venía corriendo y llorando a buscar lo que traíamos…hubo un hombre mayor que se acercó como pudo con un andador, tendría más de 80 años calculo yo, y cargaba como podía agua y los productos que pudo, era algo increíble” recuerda emocionado Javier.
“La gente se queja de que estaba llegando ayuda pero no hay medios que puedan acercarlos hasta los pueblos para poder entregarla. La Cruz Roja no da a basto y la UME está en otros operativos… gracias a la gente de los pueblos, que son los que están currando como cabrones allí y ayudando, todo esto pueda tirar adelante.” afirma Javier, quien insiste en que “cuando llegas allí, de verdad que no parece España. Mires por donde mires son escenarios de guerra total…te deja muy muy tocado al ver la impotencia de la gente” algo que también ha vivido tras su vuelta a Villoria, durante la pasada madrugada ya que, asegura: “Cuando llegué a casa y me senté con mi mujer llegó un momento en el que me pedía que parara ya de recordar, pero es imposible apartarlo del pensamiento”.
Un tocar, pisar y sentir la realidad que se está viviendo entre miles y miles de damnificados por la Dana que, lejos de ser una única experiencia, piensan continuar manteniéndola y llevar toda la ayuda que sea posible: “Estamos con un nuevo envío de ayuda que casi seguro la realizaremos en un tráiler, ya que los vecinos se están volcando y la ayuda no deja de llegar a Villoria. Estamos ya organizando todo para, si es posible, enviar ya mismo y si es posible marcharnos junto al camión en una furgoneta para ayudar a descargar y entregar” asegura.