El errejonazo

Bien puede aplicarse este sufijo aumentativo a la ‘cornada’ que Iñigo Errejón le ha dado no sólo a Sumar también a toda la izquierda del país y a la política en general.

Hacia tiempo que las cosas no iban bien a ‘la izquierda de la izquierda’ y es que las izquierdas siempre son más díscolas y complejas que las derechas. Podemos pues no pudo y Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa y otro abandonaron el partido, Errejón desertó y se incorporó a las filas de Sumar (que tampoco es que haya sumado demasiado). Y hizo tal vez encandilado por los cantos de sirena de una Yolanda Diaz que aspiraba a tocar poder lo antes posible. Siempre pensé que era un poquito ‘trepa’ y lamento no haberme equivocado.

Y con una ‘izquierda de la izquierda’ cada vez más fragmentada el errejonazo puede tener consecuencias imprevisibles para el actual partido de la Vicepresidenta Segunda del Gobierno de España y Ministra de Trabajo y Economía Social, cargo al que ha ascendido en apenas 17 años desde en que era Concejala del Ayuntamiento de Ferrol. Una meteórica carrera.

Pues bien, parece que Errejón está en el punto de mira por presuntos delitos sexuales de los que en Sumar dicen no saber nada y la Vicepresidenta se justifica diciendo que ellos lo han hecho todo bien (¿?) y echando balones fueras ¿un poco más a la izquierda? Bueno, pues la justicia dirá, pero al menos políticamente la cosa no pinta bien. Estas cosas deben seguir su curso natural en los países democráticos en los que, al menos teóricamente, se debe aplicar la presunción de inocencia. Todo lo demás es dar carnaza no sólo a las derechas y a Podemos (que creo que aún guarda algo de resentimiento a Sumar) pero sobre todo a la cada vez más abundante y menos competente fauna de pseudoperiodistas y pseudotertulianos que en pseudoprogramas de dudosa categoría arremeten contra todo lo que se menea desde los medios de comunicación y desde las redes sociales apelando siempre al derecho de información de los ciudadanos.

Lo triste es que todo esto se vive en un mundo virtual en el que parece que todo vale y donde se encuentra de todo, a todos y todas. Por eso reprochar a ciertas mujeres que denuncien a Errejón en las redes sociales por acoso o delitos sexuales, es injusto ya que lo que no circula por ellas es opaco, lamentablemente, a la opinión pública. No existe, aunque se ponga una denuncia en el juzgado como debe ser, pero que tiene menos morbo.

Y es que hoy las redes sociales son el campo de juego de la justicia, la política, la libertad de expresión, los delitos contra la intimidad, el acoso, el insulto, la descalificación, las acusaciones, el fraude… Por ella transita toda la vida real digitalizada en la que habitamos porque lo virtual ha devorado la realidad cotidiana que conocíamos. En las redes se puede ser cualquiera y se puede decir cualquier cosa al amparo del anonimato, pero deberíamos ser conscientes de que lo que sucede en ellas tiene consecuencias en el mundo real.

Porque desde las redes sociales se pueden condenar o absorber a alguien de un delito, destrozar a un adolescente o una adolescente hasta hacer que se suicide. Se pueden hacer subir o bajar la bolsa o el precio del petróleo. Las redes terminan por causa dependencia, depresión, angustia y hasta pueden conseguir que un personajillo llegue a ser diputado europeo, que un juez abra una investigación a la esposa de un Presidente del Gobierno o que un candidato gane unas elecciones. Se pueden hacer cosas muy beneficiosas, como hemos visto en las recientes inundaciones, pero su poder es tal que también se puede llegar a gobernar un país o empezar una guerra.

Sabemos que todo lo que transita por ellas es observado, estudiado, registrado y medido. Facebook, You Tube, Instagram, Tik Tok… sabe más de nosotros que nosotros mismos, pero en un acto de escalofriante de estupidez humana nos esforzamos en ignorarlo y seguir colaborando mansamente con aquellos que tiene en sus manos nuestros secretos más íntimos.

Si Iñigo Errejón, Yolanda Díaz, la pareja de la Isabel Ayuso, el Sr. Avalos, Alvises Pérez o cualquier otra persona; deben dar explicaciones políticas o judiciales, por favor, que lo hagan donde corresponde en el Congreso en o ante un juez, que es como está mandando, y no incrementado los ya inmensos ingresos de los dueños de las redes sociales y todos sus sicarios.

Los que me conocen saben que tengo debilidad por los pensadores de la Grecia Clásica y es porque creo que ya lo dejaron todo dicho, el resto de la literatura, la filosofía, la ciencia y todo lo demás son reformulaciones de sus propuestas. Por eso estoy seguro de que el gran Sócrates le hubiera aconsejado a Iñigo Errejón y otros muchos que: La mejor manera de vivir con honor en este mundo es ser lo que aparentamos. Y con relación a la política el sarcástico y genial escritor del Siglo de Oro español, Francisco de Quevedo, ya nos advirtió La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política. Veremos.