Lunes, 23 de diciembre de 2024
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Alejandro Rodríguez, el joven salmantino que ha conseguido plaza en dos oposiciones en el mismo año
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con tan solo 22 años

Alejandro Rodríguez, el joven salmantino que ha conseguido plaza en dos oposiciones en el mismo año

Actualizado 21/10/2024 20:02

Cuando aprobó sintió "sobre todo alivio; me ha valido la pena tanto trabajo y sacrificio'; además ha publicado un artículo en una prestigiosa editorial del campo matemático

Aprobar una oposición es difícil, aprobar dos a la primera y conseguir plaza en ambas es algo extraordinario; lograrlo en el mismo año y con tan solo unos meses de preparación tras finalizar la carrera universitaria es algo excepcional. La constancia, el esfuerzo y la capacidad de sacrificio han dado sus frutos al joven Alejandro Rodríguez Fernández. Y es que este salmantino con tan solo 22 años ha logrado no solo aprobar dos oposiciones en 2024, si no conseguir plaza en ambas: “Cuando aprobé sentí sobre todo alivio, de decir me ha valido la pena este año, tanto trabajo”.

Alejandro terminó el grado en Matemáticas en la USAL en 2023. En su trabajo de fin de grado (TFG) sobre ecuaciones diferenciales con retardo obtuvo matrícula y le recomendaron realizar un artículo sobre el tema. “En el TFG hice una sección sobre unos métodos para resolver estas ecuaciones, estudiar propiedades de esos métodos, que no se había hecho, y sobre eso he publicado el artículo", explica. ‘On the stability of theta-methods for DDEs and PDDEs’ es el título de su artículo ha sido publicado en ‘Elsevier’, una editorial de prestigio en este campo.

Mientras escribía el artículo comenzó a prepararse dos oposiciones para el INE (Instituto Nacional de estadística); una para el cuerpo de diplomados y otra para el cuerpo superior, ambas han terminado con un gran premio: plaza para los dos.

No ha sido fácil. Alrededor de septiembre del año pasado empezó a estudiar las oposiciones, dedicándose “completamente a ellas”. Unos meses después, llegaron los exámenes. Para el cuerpo diplomado, en marzo y mayo pasado; y los del superior, que han sido cuatro, en marzo, en mayo, entre finales de junio y primeros de julio y el último este septiembre. Una ‘locura’ que “ha merecido la pena”.

Alejandro decidió apostar por unas oposiciones y no seguir con, por ejemplo, un máster. En su elección, comenta, “ha tenido mucho que ver mi padre, que es funcionario y me hablaba de las ventajas de los funcionarios y la tranquilidad que te da saber que tienes una plaza para toda la vida. Me llamaba sobre todo esa tranquilidad y encontré estas oposiciones del INE relacionadas con las matemáticas y ya lo tuve clarísimo”.

Siempre ha sido buen estudiante: “Si tenía que estudiar algo, me centraba para estudiar y luego ya el resto de lo que tenía que hacer”. Por eso, asegura, “me ha funcionado lo de la oposición; tenía que estar todo el día”. Pero ha sido duro y más con 22 años. Como él dice, “tenía el 'chip' de que tenía que estudiar. Pero aún así cuesta. Sé que no voy a salir, no me lo planteo, pero me duele estar en mi casa y sobre todo en verano, que es cuando peor lo he pasado, porque todo el mundo estaba fuera y yo, un día en casa y al otro también”.

Un gran sacrificio que ha recibido su recompensa y ya tiene plaza para toda la vida. “Ha merecido la pena”, afirma feliz Alejandro. Él está "muy contento" y sus padres, Bélen y Francisco, muy orgullosos: “Ni te lo imaginas, se llevaron una alegría…”.

No sabe la fecha de incorporación a su trabajo, pero será a primeros del próximo año. A punto de cumplir los 23, ya tiene trabajo para toda la vida. Ahora su preocupación es encontrar alojamiento en Madrid y cree que sus primeras semanas "serán más difíciles, pero enseguida me acostumbraré al cambio”.

A Alejandro Rodríguez siempre se le han dado bien las matemáticas y además le gustan. Por eso, tenía claro que era el grado universitario que quería realizar. Estudió Bachillerato en el instituto Lucia de Medrano, logró matrícula de honor; su nota media de Bachillerato y EBAU fue de 12,99, por lo que entró en Matemáticas en primera convocatoria. Terminar el grado con un reconocido TFG que le ha servido para publicar un artículo, ponerse a estudiar las oposiciones, aprobarlas a la primera, sacar plaza… y solo 22 años, algo singular y digno de admirar.