Un ciclón llamado UCO se acerca a La Moncloa

Los primeros años de mi infancia, unidos a mi posterior profesión castrense, han hecho de mí un entusiasta admirador de la Guardia Civil. Nunca olvidaré las imágenes de aquellas parejas, calado el tricornio, fusil al hombro y cartera al otro, capote embozado y pesada bicicleta llevada de la mano -porque el barro o la arena de los caminos hacían imposible el pedaleo-, velando por la seguridad, el orden y la ley en eso que hoy llamamos la España vaciada, pero que estaba muy viva y muy tranquila. Vigor, firmeza y constancia figuran en su himno y lo llevan grabado a fuego en su ADN. Salvo los tristes e intolerables casos de los enclaves independentistas – donde no han podido con ella-, toda la gente de bien quiere tener cerca la Guardia Civil, porque la admira y agradece su entrega a los demás. Cuando escribo estas líneas, están celebrando su Patrona; unos, impávidos bajo el chaparrón de la Castellana, los otros con uniforme de diario, prestando servicio en toda España. Feliz Patrona y un fuerte abrazo para todos.

Si también a Jesucristo le salió una oveja negra, no debemos rasgarnos las vestiduras cuando algún miembro del Benemérito Instituto traiciona el compromiso adquirido voluntariamente. A diferencia de otras instituciones, es la propia Guardia Civil la encargada de arrestar al culpable, y suele hacerlo con prontitud, firmeza y justicia. Suele suceder que, cuando alguien no tiene la conciencia tranquila y se encuentra dentro del ámbito de actuación de la Guardia Civil, siente el nerviosismo que acarrea tener la seguridad de que nada ni nadie podrá influir en el contenido de una investigación. Por esa razón, hemos asistido a congelaciones de ascensos, sustituciones, relevos o ceses por presuntas “faltas de confianza” cuando algún político no aguanta que un servidor del orden y la ley no esté dispuesto a faltar a su deber. Al final, quienes crean que esas medidas pueden allanar tortuosos caminos acabarán descubriendo su craso error.

Un reciente informe presentado por la UCO señala que, tirando del hilo de la llamada “trama Koldo”, salen salpicados ministros/as, presidentes/as de parlamentos, exdirectores de la Guardia Civil, un comandante del Cuerpo y algún empresario. Unos y otros han aportado sus particulares versiones procurando hacer hincapié en premisas repetidas a coro. En primer lugar, nadie se ha lucrado, y si se demuestra que alguno ha cometido delito, habrá sido a título particular y deberá cargar con el muerto. Además, repetir hasta la saciedad que Pedro Sánchez era totalmente ajeno a esa trama, porque subiendo y bajando la escalerilla del Falcon “se le pasaban las noches y los días en claro”.

El informe de la UCO se ha conocido en mal momento. Cuando ya se pensaba que con la defenestración de Ábalos se olvidaría el asunto -presunto cabecilla del corrupto entramado dispuesto a morir matando-, el equipo de enmascaramiento decidió desvincular a Sánchez de toda responsabilidad porque su ministro le había traicionado. y él debía asumirla.

De la noche a la mañana, negros nubarrones se ciernen sobre La Moncloa. Si Ábalos tira de la manta, pueden salir a relucir trapos sucios, entrelazados como las cerezas. De momento, Sánchez se ha visto obligado a reconocer que cuando dijo desconocer la llegada de “Delcy y sus maletas” al aeropuerto de Barajas, no estaba diciendo la verdad –cosa rarísima en él-; que cuando aseguró que no había bajado del avión también mentía. Como Ábalos sí que estuvo con la venezolana, y también lo había negado, pretenden que cargue con todo el muerto. No veo yo al exministro, sabedor de no pocos tejemanejes, muy dispuesto a pagar el pato “de balde”. El caso “Rescate de Air Europa”, los desajustes por “El presunto fraude de los hidrocarburos”, los “chalés y pisos para la socasiones”, “Las partituras del maestro David von Karajan” y “ los refuerzos de la catedrática Begoña” son palos introducidos en las ruedas del falso progresismo sanchista.

La traca final ha sido el gol por la escuadra que encajará España si sale adelante –que saldrá- la L.O. que anulará las Disposición Adicional presentada por el PP en la L.O.7/2014 por la que incluía la posibilidad de computar las condenas sufridas en países dela UE, para los condenados por actos terroristas. La “maniobra”, ha sido incluir en la Ley una Disposición Adicional, presentada por Sumar – PCE, para que nos entendamos-para derogar la presentada en su día por el PP, que lo impedía. Reunido la Comisión de Justicia, los representantes de partidos deben estudiar el texto y dar, o no, su conformidad. Quiero pensar que los representantes de PP y VOX no leyeron nada porque ¡TODOS LOS DIPUTADOS! votaron Sí. Si no fue así (y debe quedar muy claro), los tres del PP y los dos de Vox ya deberían haber perdido su escaño. Si no se toman medidas ejemplares, flaco favor hacen a sus respectivos votantes. Este desliz, en cualquier empresa privada, es motivo más que suficiente para el despido. No vale la excusa de que nunca sumaría más apoyos la derecha que el resto del Congreso. La oposición no debe apoyar ninguna propuesta que choque frontalmente con sus ideas. Si el PSOE se ha olvidado de los compañeros de partido asesinados por ETA, allá con su conciencia. Los que se visten por los pies no deben ser ingratos ni cobardes, y todos los diputados de PP y VOX han quedado señalados, al menos, como inútiles y carentes de valor. Menos disputas de mal pagador y más trabajar para no ganarse el sueldo a traición.

Si la oposición cumple su finalidad y los españoles recuperan el sentido común, Pedro Sánchez debería estar agotando su última legislatura. De momento, en sueños, acabo de ver Begoña, con un paraguas, y cantando:

De todos los sanchistas que tienen lío

el que los manda a todos,

mamita mía es, es mi marío

¡Ay que me equivocao

que el de los portugueses

mamita mía, es mi cuñao