Se trata de una lámpara que detecta enfermedades y de un casco que lanza señales para avisar de los peligros a profesionales que trabajan en minas
La Startup Olé ha traído hasta Salamanca importantes proyectos desarrollados en diversos lugares del mundo, pero también ha dado una oportunidad para que los proyectos con raíces salmantinas se conozcan fueran de nuestra ciudad.
Ejemplo de ello han sido dos de los más de 50 proyectos que se están desarrollando por el Grupo de Investigación BISITE de la USAL. “Estamos vinculados y especializados en temas de bioinformática, inteligencia artificial e internet de las cosas”, ha explicado a SALAMANCArtv AL DÍA Ana Moreno, miembro del grupo.
Entre esos proyectos se encuentran, por un lado, uno centrado en el ámbito de la sanidad y otro en el ámbito de la tecnología y seguridad. “Ambos proyectos han pasado a escala de ensayo dentro de algunas compañías, sin embargo, depende de qué tan útil y viable económicamente sean para abrirse a su utilización y ante una posible exportación a empresas”, explica.
Uno de los proyectos que actualmente tienen en vigencia es el smartlamp, una lámpara inteligente que sirve para detectar más rápidamente enfermedades (como por ejemplo el Covid, para lo que se creó originariamente). “A través de un kit de reacción o un kit de identificación, en el cual el principio sea colorimétrico, se utiliza una lámpara especializada y en cuestión de minutos da si el resultado es positivo o negativo”, explica.
Sirve para enfermedad que tengan un test a nivel colorimétrico, es decir un test por cambio de color o colorimetría.
El segundo proyecto es un casco diseñado para el sector de la minería. Se trata de un casco inteligente que las concentraciones de gases que hay en el lugar donde se encuentra el trabajador. Como los mineros están expuestos a ciertos gases, el casco tiene integrado en su programación los límites máximos a los que el minero debe exponerse. Cuando superan esos niveles inmediatamente el casco lanza una señal que llega a una central de datos. “Una vez allí ya saben que el minero se encuentra cerca o dentro de los límites a los que no debe trabajar”, explica Moreno.
Sin embargo, esta no es su única función. “Si el minero no usa el casco y está en un lugar donde debe usarlo por su seguridad, el casco empieza a lanzar una señal sonora y lumínica indicándole que es momento de usar el casco”. También hace de protector auditivo, que en muchas ocasiones su incomodidad hace que los profesionales no lo utilicen. “Dicho casco lleva integrado unos auriculares e informa cuando es necesario usarlos. Todo ello mientras se alimenta a una base de datos en tiempo real”. O avisa de un derrumbe o de algún problema que haya ocurrdio dentro de la mina.
¿Cómo funciona? Como en las minas no hay conectividad porque hay problemas de señal, este dispositivo se pone a la entrada de la misma y sirve para hacer de conexión directa con el casco dentro de la mina.