"Sigo haciendo colecciones para empresas, quiero aprovechar estos años para hacer los proyectos que a mí me me gustan y me divierten"
Llegó a Salamanca en 1969 para estudiar. No sabía que esta ciudad conquistaría totalmente su corazón, ya que aquí se enamoró, se casó, formó una familia y trazó una carrera profesional brillante que sigue avanzando, aunque con leve cambio en ella.
Tras más de tres décadas de dedicación al diseño y comercialización de calzado, Paco Rascón, un nombre emblemático y toda una referencia para varias generaciones en el sector del calzado juvenil en Salamanca, ha decidido cerrar su tienda de la calle Toro, aunque no se alejará del mundo del diseño.
Rascón ha sido un adelantado a su tiempo en la creación de tendencias en el calzado juvenil, un pionero en la adaptación de estilos que marcaron época. Con una carrera que abarca más de 40 años, su influencia ha sido notable, colaborando con diversas marcas y contribuyendo al crecimiento del sector.
"Siempre hemos dominado la tendencia joven del calzado", afirma Rascón, quien ha guiado a muchos diseñadores a lo largo de su carrera, actuando como un "jinete de diseñadores". Este enfoque le ha permitido transformar ideas creativas en productos comercializables, algo que pocos en el sector logran.
Aunque dice adiós a su tienda, Paco Rascón no se retira del todo. A sus 65 años, planea seguir activo en el diseño de calzado, creando colecciones para empresas, como ya ha hecho anteriormente con firmas como Xti, entre otras. "Sigo haciendo colecciones para empresas", comenta, refiriéndose a sus planes con la marca BB UP.
Este nuevo proyecto le permitirá continuar contribuyendo al sector sin la presión de un punto de venta físico. En realidad no es diseñador, sino modelista de calzado, es decir, que él le marca a los diseñadores los cambios que tienen que realizar para que el producto final triunfe en el mercado.
Y para eso hay que tener una creatividad especial que, en su caso, ha dado resultados con un 85% de éxito en las ventas de sus diseños, según nos explica:"quiero aprovechar estos años para hacer los proyectos que a mí me me gustan y me divierten".
La tienda de Paco Rascón no solo era un lugar de venta; era un punto de encuentro para jóvenes que buscaban calzado de tendencia. Su cierre ha dejado un vacío en el corazón de muchos salmantinos, quienes han crecido con sus diseños y han formado parte de una clientela fiel.
"Han sido muchos años de trabajo y dedicación, y aunque cierro este capítulo, me siento satisfecho por lo que hemos logrado", expresa Rascón con nostalgia. Su legado perdurará en la memoria de aquellos que han sido parte de su historia y en las tendencias que él ayudó a forjar.
Pero el futuro se presenta emocionante para este creativo vasco, y salmantino de adopción, quien, a pesar de cerrar su tienda, continuará influyendo en el mundo del calzado desde detrás de la escena, demostrando que su pasión por el diseño y la moda sigue más viva que nunca.