La educación totalmente inclusiva, principal reto de ASPAS

Aprovechando la celebración del Día Internacional de las Personas Sordas, SALAMANCArtv AL DÍA se acerca hasta ASPAS (Asociación de Padres de Niños Sordos de Salamanca) para conocer la situación y los principales retos a los que, día tras día, se enfrentan. Es Eva María Morales, la presidenta de la asociación, la que explica el germen de este colectivo en el año 1982: “Esta asociación surge porque los padres detectaron una necesidad, sobre todo a nivel educativo, de que los niños con discapacidad auditiva necesitaban tener un sitio donde pudieran ser atendidos correctamente y que las personas que trabajaran con ellos supieran lo que era la discapacidad auditiva. Esos padres se unieron y formaron la asociación para luchar por una educación inclusiva de sus hijos”. Eva María Morales recalca que la labor de la asociación es totalmente complementaria a la formación que reciben en el colegio, pero que su lucha es la de “que los colegios estén adaptados para que los niños sordos reciban una educación totalmente inclusiva”. Además, explica que desde sus inicios, en la asociación ha existido un acompañamiento y asesoramiento a las familias para explicarles lo que era la discapacidad auditiva y cómo tenían que trabajar con sus hijos.

Con el paso de los años, y gracias a los avances en materia tecnológica, se ha conseguido mejorar la calidad de vida de las personas sordas, tal y como explica la presidenta de ASPAS: “Las prótesis, que son los audífonos o los implantes cocleares, han mejorado muchísimo. También se ha mejorado mucho en las FM, que es un aparato electrónico que se pone la persona que habla, por ejemplo, el profesor, y con un micrófono le llega directamente al niño por medio de una especie de transformador que se cuelga el niño en el cuello, para que le llegue directamente a él lo que es el sonido del profesor sin ninguna interferencia de la clase, ningún ruido. En ese tipo de cosas hay muchos avances y se ha mejorado muchísimo. Además, respecto al implante coclear, que antes era una cosa más burda, ahora se está trabajando para que casi sea como un oído humano y ahí estamos avanzando muchísimo”.

Sin embargo, y pese a estos avances en cuanto a tecnología se refiere, el día a día de las personas sordas no ha cambiado en exceso en estos más de cuarenta años, tal y como explica Morales: “A nivel de ocio, de cultura o de educación, estamos casi igual que hace 43 años, porque prometen mucho, dicen que todo tiene que ser inclusivo, que las discapacidades tienen que ser todas tratadas por igual, pero, la realidad es bien diferente”. En este apartado educativo es donde la presidenta de la asociación incide y reclama, entre otras cosas, un intérprete, mayores facilidades para conseguir FM, determinadas nociones entre el profesorado para atender a un niño sordo, poner subtítulos, que existan señales lumínicas para que se detecten emergencias por parte de las personas sordas, que las clases estén bien adaptadas acústicamente para que no haya reverberaciones… “Muchas veces se dice que los sordos son vagos”, explica la presidenta de ASPAS, quien continúa: “No son vagos, es que no se enteran porque no les llega bien el sonido. La persona que es sorda, aunque tenga implante o audífono para escuchar algo, tienen que hacer un sobreesfuerzo. Ellos están intentando entender lo que se dice, porque no se oye de igual forma. Todo ello implica que el niño acabe cansándose y desconecte de la clase”.

Pese a esta problemática, desde ASPAS no perciben rechazo por parte del resto del alumnado a los niños y niñas con discapacidad auditiva: “No es una discapacidad visible, y eso ayuda a que no sean rechazados. Pero sí es cierto que a partir de una edad, sobre todo en la juventud, ellos mismos se retraen porque no se enteran bien de lo que sucede a su alrededor. No es un bullying como tal pero se produce un aislamiento”. Para evitar en lo posible todas estas situaciones, desde la asociación se realizan periódicamente campañas de concienciación y sensibilización en los centros educativos. De cara al ciudadano salmantino, la presidenta del colectivo hace una petición: “Todo el mundo piensa que el ser ciego dificulta más el aprendizaje pero no, dificulta muchísimo más el ser sordo. Sería ideal que todo el mundo tuviese unas nociones básicas de cómo tratar a una persona sorda. No darle gritos, no hablar muy deprisa, no taparse la boca al hablar… y ya si aprendiésemos algunas expresiones en lenguaje de signos sería ideal”.

Antes de finalizar la conversación, Eva María Morales se expresa precisamente para abordar el lenguaje de signos: “Es una lengua oficial en España y realmente tendría que estar en todas las televisiones. Igual que te ponen un traductor de catalán, podrían siempre poner un traductor de lengua de signos, cosa que a día de hoy en determinados programas lo ponen, pero en otros no. Tú no puedes ver una serie a las 4 de la tarde porque no está interpretada, ni siquiera tiene subtítulos. Este tipo de cosas es en las que hay que luchar”.