Con permiso, buenos días

Nueva temporada y, de momento, nuevos problemas. El Salamanca UDS parece estar condenado a vivir en un ciclo de frustraciones y desafíos constantes, y eso que la temporada acaba de empezar.

Vamos por partes. En el ámbito deportivo, Manuel Lovato ha optado por mantener a Jehú Chiapas y Rafa Dueñas en sus puestos esta temporada. Estoy convencido de que, si se hubiera consultado a los aficionados, más del 95% habrían preferido un cambio de entrenador y director deportivo. ¿Por qué? Pues porque a pesar de que el equipo consiguió el ascenso a 2º RFEF, el rendimiento en el campo fue irregular y el estilo de juego, poco o nada atractivo. Es cierto que los resultados al final dieron sus frutos, pero la paciencia tiene un límite. Chiapas y Dueñas deben demostrar esta temporada que merecen estar donde están por sus méritos y no por capricho del presidente. De momento, suspenden. Y si no hay una mejora notable en el corto plazo, su crédito se agotará rápidamente.

En cuanto a la planificación de la plantilla, se han cometido más errores que aciertos. La falta de refuerzos clave es evidente, y se necesita al menos un par de incorporaciones que puedan marcar la diferencia en la categoría. El club debería haber considerado la salida de algunos jugadores de la temporada anterior que no ofrecen el nivel que se espera de ellos por nombre y trayectoria. Habrá que ver qué ocurre en el mercado de invierno, aunque si tenemos que esperar a diciembre para mejorar la plantilla, hay un problema, básicamente porque ya será tarde.

Respecto al partido contra el filial del Racing de Santander, el Salamanca UDS mostró una primera mitad en la que tomó la iniciativa, propuso juego y tuvo al menos dos ocasiones claras para adelantarse en el marcador. Sin embargo, como suele ocurrir en el fútbol, si perdonas, acabas perdiendo. El gol rival al filo del descanso desestabilizó al equipo, que no pudo recuperar el ritmo en la segunda mitad y se acabó de descomponer por completo. El partido en Guijuelo el próximo sábado será crucial para ver si el equipo puede mantener el nivel de juego de la primera parte durante los 90 minutos. Cabe recordar que el Municipal Luis Ramos es uno de los campos más complicados de la categoría y no será fácil.

En el aspecto institucional, la llegada del grupo de gestión encabezado por Fede Blázquez prometía ser la solución a muchos de los problemas del club. Sin embargo, a día de hoy, la realidad es que, al menos externamente, hay más intenciones que realidades. Es cierto que la transición de poder es complicada y la influencia de Rafa Dueñas está presente, pero eso no exime al club de la responsabilidad de tomar decisiones concretas, rápidas y efectivas. La gestión del césped ha sido lamentable, y aunque la culpa recae en RoyalVerd, la empresa de jardinería, el club debe ser más transparente y tomar decisiones para adelantarse y evitar imágenes tan lamentables como las del domingo pasado.

De cara al próximo partido, hay muchas áreas que corresponden al grupo de gestión que necesitan atención urgente, además del terreno de juego: limpieza, asientos en mal estado, iluminación insuficiente, apertura de accesos con antelación, baños sucios, cabinas de prensa deterioradas o los problemas con la megafonía y los ya famosos videomarcadores. La imagen del palco sin representación institucional en el primer partido en casa también fue muy decepcionante. Además, la decisión de abrir preferencia sin llenar otras zonas del estadio no ayuda a mejorar la imagen del Helmántico. Los detalles marcan la diferencia, y como dice el famoso camarero influencer que tanto ha captado la atención este verano en redes sociales: “Demos un servicio elegante y profesional”. Ese, debe ser el objetivo tanto en lo deportivo como en lo institucional: la profesionalidad y la elegancia dentro y fuera del campo. Con permiso, buenos días.